Por Jorge Contreras
Ante una realidad comprobada y fehaciente, cuando las declaraciones
y los hechos constituyen un mensaje mundial, es cuando llega el momento de los principios
internacionales. En el caso de
Venezuela, constituyen un llamado de atención a la comunidad internacional por
el respeto a los derechos universales, ante el riesgo de un intransitable
camino y futuro inmediato.
Oposición clara….
Las recientes declaraciones
de la parlamentaria Corina Machado en el sentido que en las ultimas siete
semanas “le han arrebatado la careta democrática al régimen de Maduro”, y
que “la represión ha
sobrepasado niveles de violencia de anteriores gobiernos” son hechos reales que el Gobierno y la
oposición experimentan. Si a ello
se le agrega lo declarado por Machado que “la orden inicial de represión del 12 de febrero habría
llegado de la Habana, Cuba”, podemos razonablemente aceptar que esto es menos
comprobable, pero que sin embargo, las medidas adoptadas como parte de la
estrategia del gobierno guardan relación y muestran una tendencia a acercarse a
los patrones del modelo cubano.
A ello se ha sumado el grupo
“Primero Justicia” que ha hecho un llamado a una firma lucha por la
libertad y a desarrollarla en tres niveles, en la calle, institucionalmente y electoralmente, de manera
especifica a través de la protesta pacifica y dirigida a la opinión publica.
La actitud del
gobierno…
Entre las actitudes del gobierno podemos subrayar las de
carácter constitucional, la más grave, “el desestimar el pedido y otros
derechos conculcados constitucionalmente de su propio pueblo para dar paso a un cambio de modelo”, en una
nación en la que todavía no hay una aceptación política sustantiva.
Sumar a ello, “el acreditarse el poder político y agregar normas
anti constitucionales” que muestran una estrategia de paso a una fase
revolucionaria mas avanzada.
Entonces adquieren sentido la situación
de ingobernabilidad, el encarcelamiento de lideres de oposición, los
intentos de controlar el sistema cambiario, forzar a “propietarios” a que vendan
sus propiedades, establecer
un sistema de distribución de alimentos basado en el registro partidario, tomar
el control editorial de medios de prensa prioritarios, “dejar
hacer y dejar pasar la violencia de los grupos y colectivos revolucionarios
bolivarianos”, y emplear
a las Fuerzas del Orden para someter a las poblaciones.
En otras palabras, una guerra civil que se convierten en una
“guerra contra los civiles” en oposición al gobierno.
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