Las encuestas de victimización son herramientas actuales para el estudio de cómo el crimen afecta a las sociedades.
Estos estudios podrían tener resultados tan amplios que sus finalidades podrían ser:
· Comprender el crimen (Estudios básicos).
· Mostrar estadísticas de agresores, delitos y victimas. (comparaciones estadísticas)
· Mostrar que está haciendo la población contra el crimen, sus soluciones reales. (Más rejas, más alarmas, más armas o artículos de defensa, más seguros).
· Mostrar que hacen las autoridades y otras instituciones contra el crimen. (cuantos casos resueltos, cuantos agresores capturados, cuantos vehículos recuperados, porcentaje de procesados)
· Mostrar que leyes, políticas se deben implementar. (Ley contra el pandillaje, contra el terrorismo, contra las faltas)
· Mostrar que se debe hacer para contrarrestar los niveles actuales de crimen. (Organizar la seguridad ciudadana, definir funciones de las municipalidades, etc.)
· Mostrar cual es el nivel de participación de la sociedad en apoyo de las instituciones contra el crimen. (Como se mide la participación de la sociedad)
Como consecuencia de ello, los estudios para una mejor comprensión del crimen recolectan las denuncias e intervenciones de las autoridades, las opiniones directas de la sociedad, y las actitudes desarrolladas contra el crimen de parte de las autoridades y de la población.
Cuando los recursos son escasos, existe la necesidad de que estos estudios tengan una finalidad definida y sirvan de base para estudios sucesivos.
Esta claro que los estudios parciales, no son efectivos, así tenemos:
· Los estudios de fuentes administrativas como son los provenientes de la Policía o el Poder Judicial no pueden proporcionar una idea comprensiva y clara del problema, dado que estas instituciones se orientan a resaltar su papel y sus resultados. De lo anterior se desprende que ninguna fuente aislada podrá proporcionar una medida de la victimización[1].
· Los estudios desarrollados por otras fuentes, no especializadas y/o especializadas, deben ser planificados y coordinados para que contribuyan a la comprensión general y evitar la incompatibilidad. En este contexto, las experiencias mas negativas las constituyen la falta de uniformidad en el empleo de términos para delitos y faltas que no guardan relación con la clasificación de los delitos y faltas oficiales en el Derecho y empleadas por instituciones como son la Policía y los órganos de Justicia, situación que agrega mayor confusión a la situación actual.
Países desarrollados comenzaron a realizar sus estudios de victimización en la década de los 70s. El reino Unido y los Estados Unidos comenzaron en 1972, Australia en 1975, y desde estos años se han llevado a cabo un sinnúmero de estudios y se han obtenido una apreciable cantidad de experiencias.
Entre las experiencias mas saltantes en los estudios de victimización de otros países resaltamos las siguientes:
· Los datos de los estudios de victimización, dan por lo general cantidades mayores que las estadísticas Policiales y Judiciales.
· Los tipos de delitos y faltas en las encuestas de victimización por lo general no coinciden con la clasificación oficial de delitos y faltas.
· Los estudios de victimización que toman “muestras de ejemplo”, reproducen los intereses de un sector de la población y estos resultados por lo general difieren de los estudios tomados al total de una población.
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