miércoles, 8 de junio de 2011

Elevar el nivel de fiscalización de transito a todos.


A partir de Julio próximo, el incremento de los montos en las infracciones de transito no solo buscan reducir la tasa de accidentes y fallecidos, también buscan controlar los excesos de  velocidad, la mala conducción, los conductores influenciados por el alcohol,  así como frenar el irrespeto a las normas establecidas y a la criminalidad que hace uso de medios de transporte para cometer sus fechorías.  

Sin embargo, este sistema para estar completo requiere solucionar algunos puntos vulnerables, entre ellos,  primordialmente, la necesidad de fortalecer el sistema de fiscalización de las infracciones, para evitar lo que es harto conocido, que malos conductores tiendan al “arreglo” y que uno u otro mal agente fiscalizador tiendan  a una “mordida”.

Experiencias en Francia, donde hace algunos años se buscaba reducir el alto numero de accidentes y fallecidos, nos muestran el empleo de una Central de Infracciones de Transito, en donde se registran de manera automática e inmediata las infracciones impuestas,  así como el acompañar a la fiscalización del agente, un registro fotográfico del infractor. Estas acciones, una vez ingresadas al sistema, identifican al infractor y al agente fiscalizador, anulando la posibilidad de que el mal conductor pueda tentar por un arreglo. La identificación fotográfica a la vez, es un paso obligado que el agente debe mostrar al infractor, como paso previo a colocar  la infracción. Adicionalmente, parte del monto de infracción será asignado al agente fiscalizador como premio por su esmero y dedicación en el programa. Es claro que con pruebas, hasta una denuncia ciudadana podría ser de mucha ayuda contra los infractores.

Claro está, que al otro extremo, el sistema en el que avanzamos, tarde o temprano nos hará encontrar  algunas verdades “cara a cara”, como es el caso que nos muestran algunos países, como Suecia, donde las multas de transito constituyen antecedentes que descalifican a los candidatos a autoridades políticas, y que en un futuro próximo obligarán en el Perú, a lo propio, ya que en la actualidad, algunas autoridades “electas” tienen unos antecedentes que harían ruborizar a los políticos y agentes fiscalizadores más flexibles.

Por ello, recalcamos que para elevar el nivel, ¡la fiscalización debe ser a todos y en todos los extremos!

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