lunes, 18 de julio de 2011

Asegurar o darle seguridad a la inversión.


En Inglaterra, reportes recientes de la compañía de Seguros Direct Line [1] (Línea Directa) sugieren que  ciudadanos británicos de la comunidad de Yorkshire, no reportan  los delitos a las autoridades, que ellos mismos deciden asegurarse. Al mismo tiempo, investigaciones llevadas a cabo por la compañía de seguros Legal & General[2] revelan que los seguros son elevados, inflados, requieren de muchos requisitos y que solo un tercio de las compañías de seguros entienden lo que es fraude.  Ante estas declaraciones las autoridades  aseguran que la sociedad conoce esta realidad.   

Lo cierto es que las declaraciones de las compañías de seguros nos revelan dos actitudes especificas
Afirman que las Personas Naturales tienden a asegurar sus inversiones personalmente antes que denunciar y luego tener que aceptar un elevado seguro contra el crimen.
Por ello, en el caso de las declaraciones de la compañía aseguradora Direct Line afirman que podrían estar detrás  de un incremento en el precio de los seguros al sugerir que el “estado del crimen” es mayor  y que estos datos no se publican en los  “mapas y estadísticas de delitos”.  Por otro lado, el interés de no pagar precios más altos por los “seguros” influye en que las personas naturales solo denuncien en los casos en que sea necesario hacerlo para cobrar la prima; de ser el pago mayor a la prima, evitarían hacer la denuncia.  Esta situación también revela otros intereses, el “de los propietarios”, cuando afirman que un 13% de entrevistados (en Yorkshire) testigos o victimas de delitos (11% a nivel nacional en Inglaterra) en los últimos seis meses decidieron no reportar a las autoridades por temor a ahuyentar a  posibles compradores o inquilinos.
Opuestamente, la compañía Legal & General sostiene que “las aseguradoras” también tienen intereses y que dos tercios de las compañías de seguros, cobran montos inflados, que en su mayoría no aceptan reclamos de sus clientes y que  solo un tercio de compañías no estarían involucradas en fraudes.

Las Personas Jurídicas, por lo general ponen en juego su capital y requerirán de un seguro. Las personas jurídicas, contrario a las personas naturales, tienden a asegurar sus inversiones en compañías de seguros antes de aceptar la posibilidad de perdida de las inversiones ante una calamidad. Estas basan sus decisiones en el análisis de los antecedentes conocidos y lidian con los promotores, propietarios y agencias dedicadas a las ventas y con las compañía de seguros. Sus apreciaciones optaran por una tasa de seguro real, sin fraude (ofrecida por un 1/3 de las compañías en Yorkshire).  En este contexto, las autoridades publicaran sus estadísticas de delitos basadas en las denuncias estas sean totales o parciales y solo estudios y testimonios reales señalaran los verdaderos niveles de crimen en las diversas áreas.

En el Perú, si quisiéramos tomar el caso de los costos de los seguros contra el crimen, estos son altos y tratándose de personas naturales, es probable que se opte por la misma tendencia, el “asegurarse personalmente”. Más critico es el caso de las inversiones de las personas jurídicas, en el que las propiedades y/o proyectos están expuestos no solo al crimen, sino a los conflictos sociales. Donde tenemos que aceptar que el “actual clima local”, no es el más favorable debido a los antecedentes y situación actual.   

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