miércoles, 31 de agosto de 2011

La necesidad de entendernos para alcanzar un fin en el Caso del VRAE y Huallaga….


Según Confucio, la doctrina del justo medio [1] es una de las más  altas reglas de conducta que nos deben guíar para actuar en todo asunto. Ella considera entre que limites debemos ubicar nuestro juicio antes de decidir.

Según el ejemplo, Zigong preguntó al maestro
“Entre Zhuansun Shi y Bo Shang, ¿Quién es mejor?” .
Confucio respondió.
“El primero va demasiado lejos, y el segundo no lo suficiente”.
¿Entonces es mejor Zhuansun Shi? Replico Zingong.
Y Confucio respondió:
“Ir demasiado lejos no quiere decir mejor que no lo suficiente.
Así es preciso actuar en todos los asuntos”.

Esta enseñanza, histórica,  nos muestra con claridad que en todo asunto, es necesario considerar todos los criterios para dar solución a un problema.

Caso del VRAE y Huallaga….
Hace 25 años, no una sino diversas estrategias están presentes en el tratamiento de las áreas del VRAE y el Huallaga. El Estado (representado por el Gobierno) ha mantenido las declaratorias de emergencia por más de 20 años.  DEVIDA orienta esfuerzos a la erradicación progresiva de los cultivos ilegales de la hoja de coca. Las Fuerzas Armadas orienta sus esfuerzos a la destrucción de terroristas armados. La Policía Nacional se orienta a la destrucción de trafico ilegal de drogas y las actividades complementarias. También están presentes los Planes ministeriales que orientan el desarrollo con presupuestos en proyectos de energía, transportes, comunicaciones y vías.  Otros actores son los Gobiernos Regionales y Locales que llevan a cabo sus planes de desarrollo en las mismas áreas y por ultimo también las organizaciones no gubernamentales que con presupuestos internacionales desarrollan diversos programas en estas zonas.

La experiencia de los resultados de estas estrategias,  están a la vista, la producción de la hoja de coca aumentó, el trafico ilegal de drogas aumentó, no hay resultados sociales visibles en estas zonas, subsiste la presencia de bandas armadas,  y ha aumentado el numero de militares y policías fallecidos en emboscadas.  

Considerando que esta situación es el resultado de las anteriores decisiones y estrategias, quizás ha llegado el momento de reconsiderar las estrategias y plantearse objetivos mensurables. Quizás sea el momento de seguir la enseñanza de Confucio, trabajar en conjunto para alcanzar un solo fin.

De no ser así, de decidirse por continuar igual, sin considerar otras opiniones y planes, la historia de los dos reyes de la colina nos ilustra la historia de Ocozías[2] de Judá y Joram de Israel, quienes fueron muertos por Hazael (autor de las inscripciones de Tel Dan)[3] o Jehu (Biblia), por las acciones exageradas de cada uno. En otras palabras todos los esfuerzos perecerán con sus autores como si no se hubiera hecho nada, algo similar a lo que viene ocurriendo en el VRAE hace un par de decenas de años.

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