martes, 23 de agosto de 2011

“Ser y no parecer” en la estrategia contra el tráfico ilegal de drogas.


La reciente visita y declaraciones del secretario de la OEA a nuestro país, el ciudadano Chileno, Javier Insulza, deja varios temas sobre el tapete,  de los cuales en esta ocasión resaltamos el tráfico ilegal de drogas, conocido también con el término de narcotráfico o narcoterrorismo. Desde nuestro punto de vista creemos, que la necesidad de hacer frente el tema de las drogas, requiere de un cambio de estrategia, tema al que se debe abordar  sin medias tintas, tomando en cuenta sus implicancias y consideraciones reales y no de la manera como ha sido llevado con anterioridad.

Una primer punto en este sentido se dio hace algunos días, cuando el representante de la cartera de interior declaró la necesidad de una restructuración y reingeniería en esta importante cartera ante las necesidades de seguridad ciudadana,  los cambios saltan a la vista de necesarios, ante el vacío de un enfoque profesional y de carácter para algunas direcciones, quizás ello, impulsado por índices negativos de popularidad y de algunos hechos desapercibidos para el común observador, como por ejemplo  el de una parrillada de connotación política[1] en la Dirección de Operaciones Especiales (DIROES), o historias de casos no muy transparentes[2] en la Dirección de Migraciones (DIGEMIN), en ambos casos, en instituciones muy relacionadas al tema de este artículo.

Un segundo punto lo constituyen las declaraciones del encargado nacional de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), quien ha sugerido la necesidad de adopción de una estrategia integral[1], unida a la decisión del Gobierno Peruano de hacer una pausa en el programa de erradicación de la coca, pausa que ha concitado la atención internacional y nacional[2].  A ello se suma la reciente visita del secretario de la OEA, quien llegó a Lima y tomó contacto con representantes del Ministerio de Relaciones Exteriores  y el Ejecutivo, para discutir la solicitud del Perú de llevar a cabo una cita regional para tratar el tema de la “reducción de la demanda de droga”.


Un tercer punto, lo constituye el tema al que no se le puede dar la espalda, como lo han hecho gobiernos anteriores, incluyendo declaraciones de ministros minimizando la realidad, y es el tema de las necesidades que se perfilan para calibrar la nueva estrategia, tema que demandará el consenso y apoyo internacional y un mayor esfuerzo nacional para detener el actual tráfico ilegal de drogas y las resistencias armadas con las bandas de crimen organizado en Lima, el VRAE[5], Huallaga[6], Madre de Dios[7] entre otros.   

El tema está en agenda, el Perú es un país productor natural de hoja de coca, al igual que Colombia y Bolivia, el gobierno esta dando muestras de ir con un enfoque real. La erradicación de la hoja, requiere del consenso y apoyo internacional y el esfuerzo nacional para la detención de la actual demanda. El enfrentar este problema de manera directa requiere de esfuerzo. Un programa serio influirá en el centro de gravedad de la violencia y puede conllevar a un aumento de esta en el país. Así que esperemos que esta situación sea del consenso y apoyo global.

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