jueves, 3 de noviembre de 2011

Los teléfonos en las prisiones


La única diferencia entre una prisión y la calle es el acceso a una mujer

Cualquier otra cosa, la puedes conseguir en la cárcel
Preso anónimo


En el Perú, al igual que en otros países, los sistemas penitenciarios son concientes de la problemática que representan los sistemas de telefonía ingresados ilegalmente, y las medidas para evitar que estas comunicaciones sean empleadas con fines delictuales.

La Situación problemática……
Los teléfonos celulares han pasado a ocupar el primer puesto en el contrabando de las prisiones, sobre los cigarros, alcohol, drogas y armas. Solo en California, de 261 teléfonos requisados en el 2006, se llegó a 10,700 en el 2010.

Las estadísticas señalan que el tener acceso a un teléfono en prisión no es sencillo. Algunos pueden tener acceso oficial a un teléfono durante un periodo de tiempo autorizado.  La experiencia muestra que la prerrogativa de hacer uso de teléfonos en las cárceles se enfrenta al riesgo de un sistema de prioridades, enfrentamientos entre internos y hasta puede ser materia de abusos entre los reos. De ello, se desprende que el interés en poseer un sistema ilegal de teléfono en prisión buscará solucionar problemas de comunicación del preso,  a través de 1) contrabando de equipos del exterior hacia el interior de la prisión, con la finalidad de que el preso cuente con su sistema propio o 2) a través de la búsqueda de un empleado penitenciario que ofrezca servicios ilegales o facilite aparatos de comunicación por algún interés.

Las experiencias difieren
Mientras un estudio piloto del Ministerio de Justicia en el Reino Unido,  ha dado a conocer que algunas prisiones prevén que en el futuro permitirán la comunicación telefónica a sus reos, a través de servicios comerciales de entidades privadas, y ya adelanta opinión, que estos servicios operarán sólo con números previamente autorizados, de familiares directos y/o defensores legales de los presos, que estos requerirán de ciertas condiciones para hacerse acreedores a los beneficios, como conducta, tiempo de condena, fase de rehabilitación, evaluación aprobada, el proyecto esta recibiendo amplias criticas del personal experimentado en prisiones,  debido a que no existe garantías de cómo serán empleados estos servicios, las medidas especiales que demandarán en las autoridades,  los requerimientos de supervisión y monitoreo de las llamadas y quien pagará las cuentas de teléfono de los presos.

Al otro extremo, en Estados Unidos el departamento de correccionales y rehabilitaciones, prepara normas para cortar el empleo de teléfonos celulares en prisiones, esto luego de conocerse que el psicópata Charles Mason, enviaba a través de un celular mensajes de texto a sujetos en el exterior de la prisión y de recientes casos de convictos en California, Carolina del Sur y otros estados, presos con penas de más de 25 años, por robo de propiedades, contactando niños, por meses, a través de Facebook.

La Comunicación con el exterior, en las prisiones es un riesgo serio
Esta claro que las personas en prisión han perdido el derecho a su libertad y son separadas de la sociedad. Estos sujetos al estar privados de su libertad y de su contacto social son prácticamente incapacitados para seguir cometiendo delitos.

También es claro, que la tecnología actual y la experiencia de los casos en otros países, nos esta mostrando que existen posibilidades para los presos, que hacen que la privación de la libertad sea un esfuerzo inútil, al permitirle, por ejemplo,  a convictos en cárcel, que continúen empleando sus cuentas personales en las redes sociales, o se les permita la posesión y empleo de teléfonos celulares, que representan el continuar actuando delictivamente, con otros ciudadanos, posibles victimas, de esa sociedad,  que les ha restringido sus derecho por haber violado sus normas.

Para expertos en temas de comunicación de presos, de la Universidad de Redford en Virginia, los teléfonos celulares proporcionan la posibilidad de continuar la sensación de vivir en la calle y de mantener las conductas y modos de vida, que hicieron que estos sujetos estén presos.  A través de ellos se puede trasmitir intimidación, amenaza, fotos, organizar delitos, coordinar con miembros de la banda, coordinar fugas, ordenar venganzas y otros.


Para que se utilizan los sistemas de teléfonos en prisiones…..
Una revisión rápida de experiencias similares, nos permite ver, que los convictos, utilizan los celulares por diversos motivos, entre ellos, nos preocupan , los riesgos de la comunicación ilegal.

Comunicación familiar
  • Comunicarse con familiares
  • Comunicarse con parientes enfermos


Comunicación legal
  • Coordinar defensas en sus procesos


Comunicación Ilegal
  • Comunicarse con la prensa
  • Participar en redes sociales
  • Reproducir ilegalidades en el interior de las prisiones
  • Coordinar el trabajo de bandas
  • Coordinar delitos en el exterior
  • Pedir objetos “encargos” del exterior
  • Llevar a cabo delitos y faltas a través de otros
  • Coordinar apoyo a fugas durante traslados
  • Controlar el flujo de contrabando en el exterior e interior de los penales
  • Organizar protestas
  • Cometer abusos o engaños al interior del penal


Las soluciones …..
Primero, es necesario facilitar el derecho a la comunicación familiar y legal
Esta comunicación se puede facilitar a través de sistemas disponibles en horarios autorizados.  En los casos de comunicación familiar y legal las experiencias muestran que hay menos conflictos entre reos, menos depresión en los presos, las comunicaciones autorizadas están sujetas a monitoreo, la tensión general es menor y consecuentemente es menor el riesgo a los servicios de protección y vigilancia.

En prisiones donde no hay servicios telefónicos penitenciarios ni horarios de autorización, las experiencias demuestran actividad de contrabando que rebasa los limites de control de los servicios de protección y vigilancia, también esta presente, el riesgo que representa “el que tiene poder o dinero”, quien podrá acercarse a quien pueda facilitarle estos servicios de manera ilegal.

Segundo se requiere una solución tecnológica…
Se requiere la decisión política para que una empresa privada detecte e identifique el empleo de teléfonos celulares ilegales en prisiones. Como en el caso de la empresa CellAntenna Corporation. Esta empresa debe ser capaz de identificar el aparato telefónico y la tarjeta de identidad, para solucionar el caso de teléfonos de procedencia “legal” o “ilegal” que emplean diversas tarjetas cambiadas. La empresa debe tener la capacidad de inhabilitar el teléfono celular identificado y la tarjeta de identidad de la cuenta empleada, así como, brindar información relacionada a la necesidad de investigaciones en detalles, sin interferir señales de la red de seguridad de la prisión y/o del exterior del perímetro de las prisiones. 

Tercero se debe penar, (alargar la pena privativa de libertad) a la posesión ilegal de teléfonos celulares al interior de la prisión.


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