Seguir gobernando para cuando llegado el momento rendir cuentas a los franceses

Como decisiones incomodas que afectaran su popularidad electoral, fueron recibidas el domingo por la noche, el anuncio de las nuevas medidas económicas del gobierno del presidente Nicolas Sarkozy, presidente de la quinta potencia mundial. 

Con este anuncio, el líder francés demuestra que a 80 días de las próximas elecciones, da prioridad sobre otras cosas, a su compromiso con el país, para evitar que una crisis económica afecte a Francia, como ya lo ha hecho en otros países de Europa.

Las medidas que apuntan a salvar el país incluyen

Desde Febrero

• Disminución de los costos sociales en la contratación, (para crear empleo y recuperar competitividad de las empresas francesas).
• Incrementar el Impuesto (IVA) para compensar las reducciones fiscales de las que podrían beneficiarse las empresas.  
• Liberar el mercado inmobiliario dando permiso durante los próximos tres años para ampliar las viviendas en un 30% (disminución de precios, aumento de la oferta e impulso a la construcción). Cualquier propietario podrá ampliar su vivienda sin pedir permisos de construcción.
• Creación de un banco para la industria con la finalidad de ofrecer dinero a tipo privilegiado a las pequeñas y medianas empresas con proyectos industriales correctos y concretos.
• Contratos de formación para combatir el paro (desempleo) juvenil.
• Anuncio de la supresión de la semana de trabajo de 35 horas.
• Aumento de impuesto a los contribuyentes más afortunados, a través de la aplicación unilateral en Francia de una tasa de 0.1 % sobre las transacciones financieras a partir de mediados del 2012.

Desde Berlín, la canciller alemana Angela Merkel, compañera de trabajo para afrontar la crisis en la eurozona,  ha declarado que apoyará activamente al presidente francés. 

Como era de esperarse, las medidas también han sido tomadas más desde el punto de vista político que del económico,  según el diario “El Mundo” en España,  entre la oposición socialista mientras unos tildan las medidas como improvisadas, para contrarrestar las propuestas de su probable contendor socialista Francois Hollande, otros hablan de una manipulación electoral.  Más a la izquierda política, la opinión es que las medidas afectarán siempre a los más desfavorecidos.