miércoles, 21 de noviembre de 2012

Cultura, una visión con nuevos conceptos y experiencias


Las declaraciones de expositores invitados durante los días iniciales del reciente Encuentro Iberoamericano sobre Financiación de la Cultura llevado a cabo entre el 20 y 23 de noviembre, por el Ministerio de Cultura del Perú, muestran la singular importancia y ¿que nos falta? para alcanzar un desarrollo armónico en este campo en el que otras naciones ibero y latinoamericanas disponen ya de una clara herramienta para promover el desarrollo y calidad de vida de sus sociedades.

Se debe a que a la visión tradicional “culturalista” de los promotores culturales internacionales y nacionales, quienes antaño solo se preocupaban por la conservación, preservación,  y recuperación de nuestros legados culturales,  se le añade, hace algunos años ya, con singular relevancia, las importantes experiencias de los resultados obtenidos a través del desarrollo de una visión “economicista de la cultura” en la que juegan un rol primordial la decisión política, la normatividad  y el desarrollo de nuevos sistemas nacionales de cultura, con participación de las sociedades y como paso a la promoción de una mejor calidad de vida.

Los países que lideran esta nueva visión caracterizada por la decisión política y una nueva visión de desarrollo económico de los sistemas nacionales de cultura hoy  nos muestran diversos signos de avances en este campo. Entre ellos destacan el sello nacional, los sistemas nacionales (circuitos) de cultura, los observatorios culturales, y el necesario marco normativo característico a cada país entre otros.

Hoy en día,  indicadores reales, nos muestran que en Europa, serían alrededor de 20 euros,  el monto de retorno de inversión por cada euro invertido en cultura. Que es notable la experiencia de la hermana República de Colombia en la que el concepto de desarrollo económico de la Cultura cumple ya su adolescencia (15 años) y sus resultados se ven reflejados en sus indicadores de producción obtenidos.

También con menor brillo, no faltan aquellos casos emblemáticos  en los que la inversión desplegada  representan sumas cuantiosas y en las que luego del paso del tiempo, la retribución social ha sido menor sino nula.

A criterio de los expertos, la nueva visión de Cultura requiere de normas claras, verdaderos promotores culturales y  verdaderos inversores.  En el caso de los promotores, se acerca al concepto de promotor cultural - social. En el caso de los inversionistas, los expertos señalan que no va más la imagen del “inversionista fariseo”, aquel que como en la parábola bíblica, hace sonar las trompetas para que todos se den cuenta de la entrega de la limosna, y que esta limosna, en la mayoría de los casos es más en publicidad que en resultados reales.  Hoy la nueva visión busca inversionistas  que reconocen y apuestan por la cultura como un factor de inversión con resultados, y que es más valioso su correspondiente retorno. 

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