jueves, 24 de enero de 2013

Imperio inmobiliario del Vaticano


Detrás del Papa Benedicto XVI hay un porfolio de propiedades
Fotografía de: Alessandra Benedetti/Corbis

Este artículo publicado en el diario El Guardián muestra el poder, la actividad de interés económico de la iglesia, y el origen del dinero. Sin lugar a duda, un tema que despertará más de un comentario por su trascendencia y efectos.

Por David Leigh, Jean François Tanda y Jessica Benhamou
Diario El Guardián, Lunes 21 de Enero 2013

El papado utiliza las ventajas de paraísos fiscales
para manejar una cartera internacional de
500 millones de libras esterlinas,
con propiedades en el Reino Unido, Francia y Suiza

Son pocos los turistas de paso por Londres que podrían imaginarse que firmas como Bulgari, o el mercado de joyería de lujo de la Calle New Bond, o la ostentosa  sede general del banco de inversión Altium Capital, en la esquina de la Plaza de San Jaime y la Pall Mall, tienen algo que ver con el Papa.

Pero estos bloques de oficinas y tiendas, ubicadas en uno de los barrios más caros de Londres, son parte de un sorprendente imperio comercial secreto de propiedad del Vaticano.

Detrás de una bien encubierta sociedad y fuera del alcance de las demandas del fisco, la cartera internacional de la iglesia,  ha crecido a lo largo de los años, empleando dinero en efectivo recibido de Mussolini, que este entregara a cambio del reconocimiento papal de su régimen fascista italiano en 1929.

Desde ese entonces, el valor internacional del dinero del Vaticano recibido de Mussolini ha superado los 500 millones de libras esterlinas. En el 2006, en el punto más alto de la reciente crisis inmobiliaria, el Vaticano gastó 15 millones de libras esterlinas de esos fondos para comprar 30 cuadras en la zona de San Jaime. También otras propiedades en el Reino Unido, en el 168 de la Calle New Bond y en la ciudad de Coventry. Así como bloques de apartamentos en París y Suiza.

Para algunos lo sorprendente es como el Vaticano ha preservado el secreto de los millones de Mussolini. El edificio de oficinas de la Plaza de San Jaime fue comprado por Grolux Investments Ltda., una compañía británica que también adquirió las otras propiedades en el Reino Unido. En los registros en la sede de esta compañía no se revela ni al real propietario, ni se menciona al Vaticano.

En su lugar, se mantiene una lista de dos accionistas, ambos prominentes banqueros católicos: John Varley, recientemente nombrado director ejecutivo del Banco “Barclays”, y Robin Herbert, ex miembro del banco de comercio “Leopold Joseph”.  Cartas enviadas por el Diario El Guardián a cada uno de ellos, preguntándoles a quien representaban, no fueron respondidas. La Ley de Sociedades Británicas permite la reserva del propietario real y su representación por accionistas.

John Jenkins, el secretario de la empresa, también contador, tampoco hizo comentario alguno. Él solo informó que la empresa era propiedad de un fideicomiso, a quien rechazó identificar por razones de confidencialidad. Después de recibir instrucciones, su respuesta fue: "Les confirmo que no estoy autorizado por mi cliente a proporcionar información".

Sin embargo, la investigación en archivos antiguos, revelaría parte de la verdad. Los archivos de la empresa revelan que Grolux Investments  heredó su cartera de propiedades después de una reorganización en 1999 a partir de dos compañías británicas predecesoras llamadas “Grolux Ltda.” y “Bienes Cheylesmore”. Las acciones de estas empresas se mantenían a su vez en el Banco JP Morgan en Nueva York.,  y sus últimos controles fueron llevados a cabo por la empresa suiza, Profima S.A.

Registros británicos de la guerra en los Archivos Nacionales en Kew completan el panorama. Confirman que Profima SA es la sociedad a cargo de la cartera del Vaticano, acusada en esos tiempos de "participar en actividades contrarias a los intereses de las fuerzas aliadas". Los archivos oficiales británicos en el Ministerio dedicado a la Economía de la Guerra, al final de la guerra, criticaban a  Bernardino Nogara, agente financiero del Papa, quien estuvo a cargo de la inversión de más de 50 millones de libras esterlinas  en efectivo proveniente de ingresos extraordinarios de Mussolini.

Según los Británicos, las "actividades a la sombra" de Nogara se hicieron visibles luego que fuera interceptado un cable enviado en 1945 entre el Vaticano y un contacto en Ginebra, en este cable, según los británicos, se discutía la situación de la empresa Profima, y el que no estaba en la lista negra. "Nogara, un abogado romano, agente financiero del Vaticano y Profima SA en Lausana la compañía Suiza que mantenía los intereses del Vaticano".
En ese tiempo, se interpretó que Nogara trataba de transferir las acciones de dos propiedades francesas del Vaticano a la empresa suiza, para así evitar que el gobierno francés las considere en la lista negra como bienes pertenecientes al enemigo que debían ser confiscados.

Al principio de la guerra, en 1943, los británicos acusaron a Nogara de "trabajos sucios" similares, al trasladar acciones de bancos italianos a las manos de Profima con el fin de "blanquear capitales" y presentar el banco Profima como una entidad  controlada por capitales neutrales suizos. Esto fue descrito como una "manipulación" financiera del Vaticano con la intención de servir a "fines políticos" ajenos.

El dinero de Mussolini fue dramáticamente importante para las finanzas del Vaticano. John Pollard, historiador de Cambridge, dice con respecto al dinero y el surgimiento del papado moderno: "El papado estaba financieramente asegurado Nunca más sería pobre".

Desde el principio, Nogara fue innovador al invertir el dinero en efectivo. En 1931, los registros muestran que fundó una sociedad fuera del control del fisco en Luxemburgo para mantener los activos de las propiedades que compraba en el continente Europeo. Se llamaba “Groupement Financier Luxembourgeois”, en otras palabras Grolux. Luxemburgo fue uno de los primeros países en establecer empresas tipo paraíso fiscal en 1929.  La sede británica de estas, llamada “British Grolux”, se creó al año siguiente.

Cuando estalló la guerra, ante la perspectiva de una invasión alemana, las operaciones de Luxemburgo y el aparente control de la sede británicos de Grolux se trasladaron a los EE.UU. y a la neutral Suiza.

Las inversiones de Mussolini en Gran Bretaña están actualmente bajo control, al igual que sus otros capitales europeos y operaciones de divisas, todo ello por Paolo Mennini, un funcionario papal en Roma, que es, en efecto el banquero de comercio del Papa. Mennini dirige una unidad especial dentro del Vaticano llama la división extraordinaria de Amministrazione del Patrimonio della Sede Apostolica (APSA ), que maneja el llamado "patrimonio de la Santa Sede".

Según un informe del año pasado del Consejo de Europa, que entrevistó a los representantes de los controles financieros del Vaticano, los activos de la unidad especial a cargo de Mennini superan los 680 millones de euros (570 millones de libras esterlinas).

Si bien el secreto sobre los orígenes fascistas de la riqueza del papado podría haber sido más comprensible en tiempos de guerra, lo oscuro es por qué el Vaticano posteriormente continuó manteniendo el secreto sobre sus divisas en el Reino Unido, incluso después de que su estructura financiera fuera reorganizada en el año 1999.

El Diario El Guardián, solicitó al representante del Vaticano en Londres, Antonio Mennini, arzobispo, y nuncio papal, que conteste:
¿Por qué el papado continuó manteniendo en secreto la identidad de sus inversiones inmobiliarias en Londres?.
Y También le preguntaron
¿En que se gastaron los ingresos?.

Fieles a su tradición de silencio sobre el tema, el portavoz de la Iglesia Católica Romana, respondió que el nuncio no tenía comentarios.

En otras palabras, “A Dios rogando y con el mazo dando”….

1 comentario:

  1. Con todo ese dinero se podia hacer por los pobres, como ospitales que sean gratis, vivienda, alimentaciòn, eso seria bien invertido.

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