domingo, 31 de marzo de 2013

La Traición y el Perdón


Finalizada la semana Santa en que recordamos y seguimos el rito de la pasión de Jesús, pensamos que es reconfortante aprovechar el momento para presentar esta historia moderna de Gaby Vargas, sobre la “traición y el perdón”, una historia que busca cambio para ser mejores. Gaby es una conferencista, comunicadora, escritora y asesora de imagen mexicana, autora del libro “La imagen del éxito” (1998) y “La mujer del año” (2008). También presenta el sitio Gaby Vargas con MVS radio, donde ofrece potcasts en español, de donde esta historia fue tomada, en sí un valioso consejo para estas situaciones que no están alejadas de todos nosotros. Así que ahí la historia…

Por Gaby Vargas
Nadie entiende lo que es la traición hasta que la vive. Duele mucho, en especial, si viene de un ser querido o de un amigo en quien has depositado toda tu confianza.

Después de regresar de un largo entrenamiento en Estados Unidos acerca de asesoría de imagen, decidí capacitar a tres amigas para que me ayudaran con la demanda que tenía para impartir clases sobre imagen personal. Empresas, bancos, políticos, vendedores, jefes o amas de casa encontraban en nuestro trabajo una forma de superación personal.

No sólo compartí con ellas todo lo que sabía y había aprendido durante años, sino que confié en que formaríamos un muy buen equipo.

Un día, una empresa nos solicitó una cotización de una serie de conferencias para todo su personal. Al poco tiempo, me enteré por casualidad –siempre sucede–, que una de mis amigas había ofrecido dar dicha capacitación por su cuenta y a la mitad de precio.

Sentí una puñalada en el estómago. Hablé con ella con la firme convicción de separarla del equipo. Me convenció de que lo hacía por necesidad; y como en lo personal he sido testigo de que los milagros suceden cuando alguien cree en ti, la perdoné.

Mas, al poco tiempo, me enteré de que volvió a traicionarme. Me dolió darme cuenta de que gracias a este hecho, mi confianza en la humanidad se quebrantaba.

Se me quitó lo inocente. Tuvo que pasar un tiempo para que lograra olvidar el agravio. Nunca más la volví a ver; hasta que un día, decidí sacar la traición de mi sistema. El día en que pude recordar el suceso sin que el alma se me encogiera, me di cuenta de que la había perdonado; me sentí libre, ligera y en paz.

El rencor y el resentimiento enferman no sólo el alma sino el cuerpo también. De hecho, son de los venenos más agresivos que hay. Re-sentir, es volver a sentir una y otra vez el mismo agravio como si fuera la primera vez. Esa energía negativa es como estar en una mecedora y creer que al balancearnos insistentemente lograremos dirigirnos a algún lado, cuando lo cierto es que estamos más estancados que nunca.

Los eventos dolorosos, como la traición, la separación, el desamor son suficientes para tentar a cualquiera a cerrarle la puerta a la vida. Nadie nos contó lo que vivir podía doler. Y sin embargo, si cerramos la puerta nos encerramos y nos sofocamos con la amargura.. Por el contrario, si nos abrimos, eventualmente la vida nos permite escoger mejor y nos brinda las oportunidades para hacerlo.

Con el tiempo te das cuenta de que para perdonar no se requiere hablar directamente con la persona que causó el agravio, no se requiere tomar un curso, como tampoco aprender ninguna técnica; sólo se necesita tener voluntad. La capacidad de perdonar está integrada a nuestra naturaleza, cuando nos decidimos a abrirle camino, simplemente se da.

El perdón no es para todos. Es sólo para quienes lo reconocen y en verdad quieren vivir en absoluta paz y libertad; para quienes deciden dejar de vivir en el pasado y disfrutar el presente; para quienes deciden avanzar a pesar de sí mismos, de lo que su ego aconseja, de sus propios temores e ideas equivocadas; o bien, a pesar de que otros le aconsejen lo contrario. Con el perdón, quien gana eres tú. Nada más.

Todos los regalos que el resentimiento y el rencor te roban, te los das al perdonar. Al perdonar dejas al pasado en donde debe estar: en el pasado.

Te invito a cerrar este año con saldo en blanco en cuanto a tus cuentas por cobrar. Escribe lo que te envenena en un papel y quémalo. Disponte a iniciar en nuevo año con la mejor receta para ser feliz: perdona.

Comentarios adicionales
Sobre la química en los negocios y el amor
Cuando estas apasionado por un trabajo o enamorado, produces poca serotonina lo que “te hace tener pensamientos obsesivos”. También produces mucha dopamina, sin embargo, el contacto con la actividad del trabajo o la presencia de  la pareja te hace experimentar que “todo se sienta agradable”.
Cuando el trabajo no sale, no lo vez, ocurren cambios, se comienza a perder, o cuando la pareja cambia sus horarios, se ausenta, deja de darte tiempo o te engaña,
la serotonina continuará forzando pensamientos obsesivos y  la dopamina a la baja, te hará sentir un dolor muy profundo y fuerte.
Tratamiento
El desbalance químico puede ser tratado y se cura con cambios electromagnéticos pulsantes regulables a baja frecuencia. Y claro está: Perdona y sigue tu camino.

La mejor recomendación sobre si debes comunicarte o no con la persona que ocasiono las desavenencia en el trabajo o el amor
Aceptar o no la comunicación dependerá de cada uno, de qué tan dolido está uno. Lo más recomendable, es no comunicarse más, cerrar la puerta, no seguir alimentando el dolor y peor aún hacerlo crecer.

Un socio de negocios o una mujer que actuó así es porque ya ha tomado una decisión y aunque después se “arreglara” sería porque no le fue bien. Serías como su plato de segunda mesa: Si no le funciona bien el regresar a la situación anterior es porque ya no tienen otra opción, un preferible “tener algo que peor es nada”,  “no sentirse solo”, en si para todos una humillación.

Los socios o las mujeres que te dan la espalda es porque nunca te tomaron en serio,  sólo te utilizaron, buscaron donde refugiarse porque así lo requerían, su egoísmo les impidió ponerte en claro que no querían nada más que un oportunidad, un consuelo o una amistad. Estas personas nunca pondrán las cosas en claro y te seguirán utilizando.

Socios y parejas, es cierto que necesitan oportunidad y refugio, que su tristeza represente salir a flote, adelante, continuar o necesite refugio, pero no deben jugar con los sentimientos de otros. Cualquier persona que actúa así no puede convenirte, por mucho que desees, tarde o temprano si no sucede una, sucederá otra cosa. Entiende que no te quieren y no vale la pena que te humilles.

Finalmente, tú decides si quieres seguir buscándolos. En el mundo hay socios y parejas para todos, como para que te compliques la existencia con alguien que no vale la pena.

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