El desliz diplomático

Existe un sinnúmero de definiciones para un diplomático,  un funcionario público, con calidad de embajador, cónsul, especializado en políticas internacionales, por lo general en una oficina internacional, que debe tener tacto, sensitividad, sutileza, delicadeza, discreción, prudencia, inteligencia, amabilidad, atención (de atento), debe ser comprensivo y cuidadoso.

Sus funciones básicas son representar al Estado al que pertenece, la negociación y la información.  Su profesión la ejerce ante un organismo internacional, para el Ministerio de Relaciones Exteriores al que pertenece.

Son tantos los temas a tratar por un diplomático en el transcurso de su carrera que resulta materialmente imposible dominarlos todos. Basta decir que el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en su momento clasificó más de diez mil temas a ser llevados por una Cancillería. Por ello, los diplomáticos suelen especializarse sólo en algunos temas. En consecuencia, por seguridad en el seguimiento de cada tema, cada Ministerio de Relaciones Exteriores debe de tener un especialista mayor en el mismo y un colaborador, el que con el tiempo se convierte en especialista.

Desde épocas antiguas las relaciones diplomáticas han ocupado a filósofos, políticos y monarcas, que se han esforzado por mantener relaciones estables con sus estados vecinos, eludiendo confrontamientos armados - o provocándolos según sea más provechoso.

Dado que cada país elige al ciudadano que ha de representarlo y un diplomático actúa llevado por el interés de su país,  requiere suma atención cualquier actuación de estos especialistas, muy en especial las actuaciones desafortunadas.

El reciente desliz público en un diplomático de carrera, en el que este, da a conocer tendencias, inclinaciones, emociones reprimidas,  no requiere de mayor comentario. Por ello, la invitación a su retiro es oportuna.

Adicionalmente y en honor a la verdad, estas situaciones,  ameritan una investigación a todos los involucrados para evitar adicionales correspondencias inadecuadas.