lunes, 1 de julio de 2013

Cinco mitos acerca de la Agencia de Seguridad Nacional



La Agencia de Seguridad Nacional fue creada mediante un memorando ultra secreto firmado por el presidente Harry Truman en 1952, en ese tiempo, la agencia era tan secreta que sólo unos pocos miembros del Congreso lo sabían.

Paulatinamente en las ultimas décadas, la NSA fue haciéndose conocida, su funcionamiento interno fue siempre extremadamente oculto, aún incluso con las últimas delaciones y filtraciones acerca de la obtención de información de los registros telefónicos de los ciudadanos estadounidenses y de aprovechar los datos de las nueve compañías más grandes de Internet.

Este artículo intenta aclarar lo sucedido y desmitificar a esta agencia.


Primer Punto: La NSA esta autorizada a espiar a todo el mundo, en todas partes.
Después de hacerse públicos los documentos en los diarios “The Guardian” y en el “The Washington Post”, el ex contratista de la agencia de seguridad nacional Edward Snowden declaró, "Yo, sentado desde mi escritorio, tenía sin duda alguna,  la autoridad para “espiarlo” telefónicamente a usted,  a su contador público, a un juez federal y aún incluso el presidente si tuviera un correo electrónico personal especifico".

Sin embargo la realidad sería otra, Snowden probablemente no podría espiar a cualquier persona, incluyendo al presidente, sin infringir la ley. La Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera “prohíbe” a la NSA de hacerlo a los ciudadanos estadounidenses o residentes legales sin una orden emitida por el Tribunal de Vigilancia de Inteligencia Extranjera. Esto se aplica si la persona está en los Estados Unidos o en el extranjero. De acuerdo a los documentos de Snowden publicados por los diarios “The Post” y “The Guardian” el jueves 20 de junio, si los empleados de agencias recogen las comunicaciones de estadounidenses incidentalmente durante el seguimiento de objetivos extranjeros, se supone que deben destruir esta información, a menos que contenga "inteligencia extranjera significativa" o “evidencia de un crimen”.

Lo qué es técnicamente posible es un asunto completamente diferente. Desde el 2003, la agencia de seguridad nacional ha sido capaz de controlar gran parte de la comunicación por Internet y teléfono, de entrar, salir y viajar a través de los Estados Unidos con hardware de espionaje secreto y software instalado en los principales interruptores de AT & T , y probablemente de otras empresas, a lo largo de todo el país.

Segundo Punto: Una Corte asegura que lo que la NSA hace sea legal. 
Esto es parte del mantra de la agencia de seguridad nacional. Es difícil de  contradecir debido a que el tribunal de vigilancia y las actividades que monitorea son secretas, . Sin embargo, se conoce de al menos una transgresión desde que el Congreso creó este tribunal en 1978 en respuesta a anteriores abusos de la agencia NSA.

En la carta original de la Corte, la agencia de seguridad nacional estaba obligada a proporcionar los nombres de todos los ciudadanos estadounidenses. y residentes que deseaba controlar. Sin embargo, la administración de George W. Bush emitió una orden presidencial en el año 2002 autorizando a la NSA para espiar sin órdenes aprobados por el tribunal.

Después de que el diario “The New York Times” diera a conocer el programa de  escuchas telefónicas en el 2005, el Congreso modificó la ley para mejorar la supervisión por parte de la corte así como para incorporar muchas otras actividades de espionaje llevadas a cabo antes ilegalmente durante los años de Bush. En lugar de órdenes individuales, la Corte puede aprobar hoy en día órdenes de estilo, órdenes para redadas u otras órdenes. Por ejemplo, el primer documento publicado por “The Guardian” era una orden clasificada como “alto secreto” de la corte que requiere a la empresa Verizon el entregar todos los registros telefónicos diarios de todos sus clientes, incluyendo las llamadas locales.

Tercer Punto: El Congreso mantiene gran control sobre la agencia de seguridad nacional.
Esta es la segunda parte del mantra de Keith Alexander, director de la NSA  y de otros funcionarios de alto rango. De hecho, cuando se formaron los comités de inteligencia del Congreso en 1976 y 1977, el énfasis fue el de proteger al público de la diversidad de abusos de los servicios de inteligencia.

Hoy, sin embargo, los comités de inteligencia están más dedicados a los recortes presupuestarios con la finalidad de proteger sus organismos en vez de salvaguardar al público de sus transgresiones. De ahí en parte, su fracaso para descubrir la actividad ilegal de escucha telefónicas durante la administración Bush y su incapacidad para tomar medidas contra la recolección de información de los registros telefónicos y de Internet de la agencia de seguridad nacional.

Cuarto Punto: Agentes de la NSA se infiltran en lugares del extranjero para robar códigos y sembrar dispositivos de escucha ilegales.
Según fuentes de la comunidad de inteligencia, años atrás hubo un gran debate entre la agencia nacional de seguridad (NSA) y la agencia central de inteligencia (CIA) sobre quién era el responsable de llevar a cabo los llamados "trabajos de las bolsas negras" como son el irrumpir en lugares del extranjero para instalar dispositivos en las plantas y robar discos duros o reclutar agentes locales para hacer lo mismo. La agencia nacional de seguridad  argumentó que ellos eran los encargados de espiar las comunicaciones, conocidas como comunicaciones de inteligencia, y que los datos en las unidades de discos duros cuenta. Pero la agencia central de inteligencia  argumentó que la agencia nacional de seguridad  tiene la responsabilidad únicamente de la información "en movimiento", mientras que la CIA es responsable de la información "en reposo". Finalmente se decidiría que el Servicio Nacional Clandestino de la CIA se dedicaría al robo de los discos duros y la plantación de dispositivos de escucha, y la agencia nacional de seguridad , a través de una unidad altamente secreta conocida como “Operaciones de Acceso a la medida”, se dedicaría a robar datos extranjeros a través de técnicas cibernéticas.

Quinto Punto: Snowden podría haber transmitido sus preocupaciones internas en lugar de filtrar contenido de los documentos.
He entrevistado a muchos delatores que han denunciado a la agencia de seguridad nacional y el denominador común de todos ellos, es que se sintieron ignorados cuando se trata de llamar la atención de los funcionarios de alto rango en relación a las operaciones ilegales o poco éticas.

Por ejemplo, William Binney y varios otros miembros del personal de alto nivel de la agencia de seguridad nacional protestaron contra programas de recolección de información interna en la misma agencia, en la cadena de mando, e incluso trataron de hacer conocer estas operaciones al fiscal general, pero fueron ignorados. Fue entonces que Binney habló públicamente conmigo en un artículo publicado en la revista Wired.

En las preguntas y respuestas del sitio Web del diario “The Guardian”, Snowden cita a Binney como ejemplo de "cómo crece el interés público en estas denuncias, cuando no se les atiende y como provocan futuras revelaciones. Los ciudadanos de conciencia no van a ignorar las malas prácticas simplemente porque pueden ser destruidos por ella: la misma conciencia se los prohíbe ".

Y aún cuando los denunciantes llevan sus inquietudes a los medios de prensa, la agencia de seguridad nacional niega que esta actividad se lleve a cabo. La agencia negó las acusaciones en el caso de Binney en el sentido que se estaba obteniendo todos los metadatos del consumidor de Verizon y que se tenía acceso a prácticamente todo el tráfico de Internet. Fue sólo cuando Snowden filtró los documentos que revelan el programa de obtención de informaciones de los registros de teléfono  y de mostrar cómo funciona PRISMA que la agencia se vio obligado a confesar.




[1] James Bamford es el autor de tres libros sobre la Agencia de Seguridad Nacional (en ingles NSA), incluyendo La Fabrica Secreta: La Ultrasecreta NSA, del los hechos del 9 de setiembre al  espionaje en los Estados Unidos."("The Factory Shadow: The Ultra-Secret NSA from 9/11 to the Eavesdropping on America.”

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