jueves, 18 de julio de 2013

Narcotraficante mexicano Miguel Ángel Treviño detenido en operación sorpresa, acostumbraba a “guisar” a sus víctimas vivas


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Traducido de El Independiente
La captura del capo de Los Zetas Miguel Ángel Treviño Morales retira a un siniestro asesino de las calles. Sin embargo el negocio de la droga de unos 13 mil millones de dólares al año, deja una vacante que algunos intentaran ocupar.

Es posible que le gustará la sensación de adrenalina que produce el cruzar el desierto en medio de la oscuridad de la noche, manejando una camioneta pick-up y llevando 2 millones de dólares en efectivo y armas de diversos tipos. O tal vez la estrategia aparentemente relajada y flexible de la nueva administración federal en la Ciudad de México le haya influenciado hasta el punto en que se veía a sí mismo simplemente como intocable. Lo que haya sido, ha concluido con la captura de Miguel Ángel Treviño Morales.

El lunes a  las 3 a.m, todo cambió cuando el camino por el que transitaba Treviño fue abruptamente bloqueado por un helicóptero todo pintado de negro de los marinos mexicanos que lo capturaron. Cuando lo llevaban bajo custodia, estaban decapitando a uno de los más crueles cárteles de la droga que país alguno jamás haya visto, a Los Zetas, y también estaban enviando un severo y rígido mensaje político. “Siete meses después de asumir el cargo, el presidente Enrique Peña Nieto por fin estaba alcanzando control y estabilidad.”

Hoy día, Treviño, de 40 años se encuentra en una cárcel de alta seguridad en la Ciudad de México en espera de un juicio que puede durar meses o incluso años. Treviño tomó el control de los Zetas desde el año pasado después de que su predecesor, Heriberto Lazcano, fuera muerto durante un tiroteo con infantes de la marina mexicana. El resultado de esta captura ha dejado a los Zetas sin líder.
Sin embargo comprender los resultados de esta acción que concluyen en la detención, es más complicado. Aún no es una consecuencia probable que esta detención signifique el fin de la guerra con el narcotráfico en México.

Políticamente, tiene varios significados. Durante la campaña electoral del año pasado, el entonces candidato Peña Nieto cuestionó a su predecesor, Felipe Calderón, porque este no se enfocaba en lo que había prometido con el apoyo de los Estados Unidos,  lanzar una ofensiva contra los principales carteles de la droga de México con la finalidad de eliminar a los principales capos como primera prioridad. Por ese entonces, Peña Nieto prometía centrarse en sofocar la violencia generada por los cárteles en particular lo que afectaba a la población en general. A pesar que no estaba claro cómo iba a lograrlo, y pese a la poca evidencia, ahora Peña esta obteniendo resultados en los siete primeros meses en la presidencia.

Que Treviño haya sido capturado en el periodo del señor Peña Nieto será celebrado en Washington. No ha pasado desapercibido que el jefe de la Agencia Antidrogas de EE.UU., Michele Leonhart, viaje a la ciudad de México el pasado viernes para mantener conversaciones, o de hecho que algunos de los líderes de los servicios de interdicción de drogas en México se encuentren en Washington DC con el mismo propósito ahora. ¿Acaso los EE.UU. tienen una participación directa en la captura de Treviño? Los americanos no han confirmado ni negado esto.

Pocos entre el público mexicano estarán de duelo por la detención o bien celebrando los logros del Presidente. Treviño, alias el Z-40, desde muy antes a que él se hiciera cargo de Los Zetas en octubre pasado, estaba considerado como parte de un círculo superior de jefes que habían convertido el cartel en un conglomerado internacional de asesinato, tortura y extorsión con tentáculos a lo largo del norte de México, en los países vecinos como EE.UU. y centroamericanos como Guatemala. (Un hermano mayor de Treviño fue recientemente detenido entre un grupo de hombres y todos condenados por lavado de dinero del cártel, a través de la compra de caballos de carreras estadounidenses.)

Como parte de su campaña para expandir su territorio y defenderse de las bandas rivales, en particular del cártel de Sinaloa, los Zetas amenazaban dejando a sus víctimas sin cabeza, a lo largo de los caminos o colgando sus cuerpos de puentes . Treviño ha sido relacionado con la muerte y desaparición de 265 inmigrantes en el noreste de México, entre ellos 72 encontrados muertos en un solo lugar en agosto de 2010. Uno de sus métodos preferidos de ejecución fue apodado "el guisado": en el que colocaban a las víctimas en barriles de 50 galones de petróleo y les prendían fuego.

Treviño ya había sido acusado de varios delitos por las autoridades de Estados Unidos en el 2010 y estas habían ofrecido una recompensa de $ 5 millones por información que conduzca a su captura. Sin embargo, la principal crítica del enfoque de trabajo del ex presidente Calderón fue que la captura de los lideres de los principales cárteles, no hacía nada para detener la violencia y en el corto plazo quizás la haya alimentado, y mantenido.

De los 37 más buscados líderes de los cárteles, identificados por el gobierno mexicano en el 2009, 25 fueron capturados o muertos durante el régimen del presidente Calderón. Sin embargo, ni uno solo fue procesado en México con las pruebas reunidas por la policía o recogidas de los testigos. La administración de Calderón optó por extraditar a cerca de 600 de ellos a los EE.UU.. Cuando el presidente Calderón asumió el poder en diciembre del 2006 habían cuatro bandas dominantes 1) el cártel del Golfo, 2) el cártel de Sinaloa, 3) el cártel de Juárez / Vicente Carrillo Fuentes y 4) el cártel de  Tijuana/la Organización de Félix Arellano. El plan para descabezar a las organizaciones, en lugar de neutralizar  a los cárteles, en cambio dio lugar a que muchos trataran de ocupar los vacíos dejados por los detenidos. Los cuatro carteles rápidamente se convirtieron en siete, y en la actualidad se cree que son como 20 los grupos que controlan el comercio de 13 mil millones de dólares al año.

Según Alejandro Hope, de la agencia de inteligencia nacional de México, "el arresto de Treviño es un eslabón más en la destrucción de Los Zetas como una organización identificable y coherente" . "Todavía habrá gente que se hace llamar los Zetas, grupos de individuos que mantienen el mismo modus operandi. Habrá también peleas para controlar estas redes ilegales ".

Jamie Haase, un ex agente especial del Servicio de Inmigración de los EE.UU. y Control de Aduanas, (siglas en inglés ICE) declaró: "Concuerdo que puede haber interrupciones temporales en el suministro de drogas a causa de la detención," "Pero como siempre sucede en la guerra contra las drogas, cada vez que se quita a una persona de una posición extremadamente lucrativa, la experiencia nos señala que habrá otros esperando para ocupar su lugar. El resultado neto puede ser más violencia, debido a que los demás tratan de llenar el vacío de poder creado por la intervención de la policía".

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