Por Jorge Contreras
La prostitución
es una actividad que está
siempre en las primeras planas. Con respecto a ella las opiniones siempre están
divididas en dos perspectivas: legalización o total criminalización. Hoy la propuesta Sueca se expande en
Europa. El que compra sexo está penado. El que vende sexo acorde a las normas
está protegido por el estado.
Si te
acercas al fuego constantemente,
tienes más probabilidades de quemarte
Que
aquel que decide evitarlo por siempre
Los entretelones de
la actividad…
La prostitución está asociada al crimen, su oferta pública
en la calles, el vivir de la industria del sexo, el
ser promotor o participar en
la trata de personas, y el estar detrás de una actividad conexa, como regentar
una casa, hotel, casa de masajes, o burdel es sancionado en la mayoría de países.
Sin embargo, a pesar de que se dicen muchas cosas, esta
actividad se marginaliza en diferentes niveles debido a factores como desigualdad, pobreza, adicción,
historia de abuso, racismo, y porque representa el problema de una mayoría de
mujeres que no tiene otra alternativa de supervivencia que la de vender sexo.
Por ello, en casi todos los países, grupos de activistas de
derechos, han intervenido con argumentos a favor de eliminar las sanciones
criminales a la persona involucrada en la venta de sexo, y más bien en enfocar la
justicia en aquellos sujetos que hacen de esta actividad un negocio de
intereses ilegal y violento.
Una nueva propuesta
nace y se discute…
Una legislación adoptada en Suecia,
Noruega e Islandia, cuya visón se describe como feminista, ha sido promovida
en Francia, y ahora es propuesta
en Canadá, descriminaliza a la
mujer u hombre prostituidos y criminaliza a los promotores y usuarios. Se espera que también Bélgica siga esta
ley.
Esta nueva visión, sostiene la idea que la mujer demanda
igualdad y derecho a mejores condiciones de vida, que el vender sexo por la
necesidad de supervivencia no debe ser penado. Que se debe sancionar a los que
quieren hacer uso de esta actividad de manera ilegal o los que compran sexo. Y que el estado debe complementar
servicios para ayudar a las personas involucradas a dejar esta actividad, con
un sistema viable de apoyo social, campañas de educación pública y
entrenamiento para el trabajo.
Efectos de la propuesta...
En Europa, la propuesta
de criminalizar a los eventuales compradores de sexo ha hecho que
esta actividad migre a los países que no la penalizan y que en donde está en efecto la ley, la
actividad tienda a ser menos pública, a desaparecer de las calles y a que se
desarrollen otras formas de comunicación de la oferta de sexo.
La nueva reforma
elimina la oferta pública y directa de sexo, también apunta a disminuir las
interrupciones de transito por conductores de vehículos atraídos por la oferta
de sexo en las calles.
En Suecia, esta
ley está en efecto desde 1998, las autoridades declaran “Si nosotros no tomamos
el control, el crimen organizado lo hará”, así que es nuestra decisión para
proteger a las trabajadoras de sexo. En Suecia, se ha reducido el número de
prostitutas trabajando en las calles en 2/3, un
hombre capturado infraganti se enfrenta a 6 meses de cárcel, mientras que
los que ofrecen servicios pueden ser penados con hasta 10 años de prisión.
En
Francia, existen entre 20 y 40 mil trabajadores de sexo victimas de redes
nigerianas, chinas y romanas, la reforma propone que el ofrecer la venta de servicios
de sexo está penado con 1500 euros o su equivalente 1240 Libras esterlinas.
Estados Unidos es un país prohibicionista,
donde la prostitución es ilegal y penada por ley. En países como Estados Unidos, la
sola posesión de condones es una evidencia de que la persona que los lleva es
una trabajadora sexual, el miedo a ser detenido, hace que estas personas no
carguen entre sus pertenencias condones y su consecuencia podría influir en el
aumento de los casos de VIH. La nueva propuesta descartaría estas posibilidades.
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