lunes, 6 de octubre de 2014

Perú: Las elecciones y la necesidad de enderezar el Imperio

Por Jorge Contreras[1]
Negarle la “legitimidad a los resultados electorales” es no reconocer una realidad tan clara como el "modelo de gobierno" que nos está llevando a estos resultados.
El resultado de las elecciones refleja una Política de Gobierno cuyo resultado es un  centralismo que acoge al que "roba pero hace obra" acompañado de gobiernos regionales de "similares características".  Los resultados nos muestran que la permisividad jurídica, la ausencia de autoridad, las soluciones populistas, a algunos les parece el resultado de un desgobierno, y a otros el producto de una planificación disimulada hacia un socialismo a la Chávez. Lo real es que, mientras algunos piensan que el peligro es la reelección presidencial, la democracia se está diluyendo y llevándonos  a una confrontación mayor.

Alguien ha comentado que este gobierno es torpe, y que sus torpezas son tan exactas y tan
bien estructuradas que están favoreciendo a los que quieren desmontar el modelo que existe. Los entendidos aseguran que en esta parte del mundo, la hipótesis del modelo socialista se compone de dos acciones: "un desmontaje paulatino y una polarización rápida", que  eso se estaría dándose  acá. Que va acompañada de la mediatización del poder militar, del fracaso de proyectos, economía incluida, de la ausencia de producción y de autosostenimiento, y que todo ello da paso a un "empoderamiento de la política". Lo cierto es que para el común de los peruanos lo que presenciamos es el continuismo histórico de un Imperio Inca que continua su fragmentación ahora camino hacia el derrumbe, y al que estamos llegando con abismales puntos de vista de diferencia entre los sectores peruanos,

Debemos reconocer que todo puede ser el resultado de un Estado disfuncional, de una clase política sin concepción de estado, tan informal que nos muestra que puede estar con Dios y con el diablo, a una descentralización ineficaz e ineficiente y que todo ellos está dando lugar al fenómeno anarquista. 

En ese contexto, ha surgido la informalidad. Informalidad que queremos corregir con estándares de otros países que con nuestros escasos recursos  no podemos soportar. La educación es tal que cada quien vive su propia telenovela. En estas elecciones, presenciamos las grandes diferencias, mientras en Lima algunos candidatos proponían  jardines y monorrieles en municipios,  en nuestros municipios aislados de la selva los pobladores buscan protección en los países fronterizos ante la ausencia del estado". 

No solo no nos damos cuenta de la informalidad, sino que pensamos que el Perú solo esta donde pisamos. Pronto entenderemos que esta manera de pensar ni sirve, ni nos va salvar.

Seguiremos con el Centralismo a medias?, continuaremos con los procesos incompletos e incompetentes?.  El Perú aun tiene opción en la confrontación de ideas, antes que una confrontación revolucionaria. Por lo pronto un buen paso sería comenzar a enderezarnos por el bien de todos....



[1] Jorge A. Contreras Rios, DNI 09582230, ICAC Nº 897, administrador, licenciado de las fuerzas armadas, abogado, magíster en ciencias militares, magíster en derecho penal, estudios de doctorado en derecho penal.

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