domingo, 30 de noviembre de 2014

India: En transición apoyo legal a transexuales. Varia marco actual legislativo de leyes prejuiciosas y discriminativas.Un cambio a favor de la dignidad.

Tomado de Perspectives
El último 15, el activista hijira[1] Laxmi Narayan Tripathi descendió por las escaleras del Tribunal Supremo de la India, abrumado por lo que acababa de oír. Un tribunal de jueces compuesto por KS Radhakrishnan y AK Sikri invirtió la larga costumbre política de excluir activamente de la vida pública a aquellas personas consideradas fuera del género "hombre-mujer".

Desde la época colonial, estas personas han sido degradadas como eunucos[2], sin acceso a cargos políticos de autoridad, desposeídos de sus bienes y medios de vida, y finalmente
criminalizadas. Los jueces neutralizaron esta práctica ancestral al reconocer el derecho fundamental de los ciudadanos a elegir su propio género. Y demandaron a la capital y a los estados el aprobar estas opciones en las actas de nacimiento, pasaportes, formularios de solicitud para las universidades, tarjetas de racionamiento, en el uso de instalaciones públicas y baños, en una palabra, acceso a toda la gama de servicios nacionales.

Más radicalmente, los jueces insistieron en que los representantes elegidos deben crear planes para incorporar a las personas de transgénero en los regímenes de acción afirmativa[3] de la gigantesca India. "Hay un creciente reconocimiento", escribió el tribunal en la motivación de su sentencia, "la verdadera medida de desarrollo de una nación no es su crecimiento económico; sino el crecimiento de la dignidad humana”.

Tripathi, el activista que ha vivido los últimos 16 años luchando en pro de la justicia transgénero, lloró después de escuchar la decisión del jurado. "Sentí que ninguna otra persona de mi género volvería alguna vez a pasar por lo que yo he pasado y sufrido", declaró. "Uno de los más grandes pilares de la democracia en este lado del mundo nos había devuelto nuestros derechos."

El veredicto decisivo entre la Autoridad Nacional de Servicios Legales versus la Unión de la India marca un cambio fundamental en las normas establecidas en el país para reconocer y acoger a las comunidades marginadas en la corriente política y social.

En gran medida, la acción afirmativa se persigue  a través de reservaciones en las posiciones en las  instituciones educativas y en el empleo público, y estas reservas se conceden en gran medida sobre la base de “Varna”[4] y “jati”[5]. La generación de programas federales y estatales del gobierno así como las resoluciones de la Corte Suprema han confirmado la primacía de la casta en la búsqueda de la acción afirmativa, incluso cuando los beneficiarios no son legalmente hindúes. Al reconocer que las personas transexuales son discriminadas por su identidad de género, y que la concesión de que la discriminación los constituye en una clase distinta, el tribunal, ha sacudido este consenso. Ahora parece más plausible que otros factores además de la casta o etnia puedan convertirse en sustento para otras demandas de acción afirmativa de parte de diferentes tipos de grupos.

La primera parte de este reconocimiento-jurídico legal de las identidades de género adicionales a las de hombre o mujer, es comparable a decisiones similares de gobiernos y tribunales de todo el mundo. Las segundas políticas de acción afirmativa para los que se identifican como parte del sector transgénero, es quizás única en la India. Con todas sus radicales implicancias, el juicio aun deja sin respuesta algunas cuestiones espinosas. La comunidad transgénero en el Asia del Sur se entreteje a través de complicados hilos de casta y género. La reciente sentencia no aborda específicamente cómo es que la estructura de las reservaciones en la India, que ha sido construida en su mayor parte para empoderar a una variedad de identidades de casta, ahora tendrá que adaptarse a una comunidad aparentemente constituida por la diferencia de género. No queda claro a los ojos de la ley si, a los propósitos y efectos de la acción afirmativa, la comunidad transgénero incluirá a personas que simplemente se identifiquen como tales.

Para entender sus futuras interpretaciones y el impacto, este trascendental juicio debe ser colocado en la larga historia de definición y delimitación de las personas que no son ni hombre ni mujer en la India. En la época pre-colonial, hijras y jogappas[6], ambos fueron funcionarios rituales a  dioses y santos del subcontinente, y se encontraban en la amplia gama de grupos de base e iniciados, que aceptaban personas de orígenes heterogéneos que habían abandonado la seguridad de sus comunidades étnicas y familias. Las fuentes históricas del siglo XVIII tienden a no detenerse en el origen étnico o la diferencia corpórea en su menciones de los hijras. El término "hijra" de por sí es árabe, y significa "salir de la propia tribu por detrás", sugiere apatía hacia las inevitables historias de castas y pasados individuales.



[1] En la cultura del subcontinente indio, el término hijra (pronunciado /jishra/) define a los miembros de un tercer sexo, intermedio entre los géneros masculino y femenino. La mayoría son varones o intersexuales, pero algunas son mujeres. La mayoría de las hijiras se refieren a sí mismas en femenino y suelen vestir como mujeres.
[2] Un eunuco es un varón humano castrado.
[3] En el contexto de acción afirmativa no hay diferencias entre leyes motivadas por perjuicios o leyes que discriminan a minorías sociales   Adarand Constructors, Inc. v. Pena, 515 U.S. 200, 227 (1995) (holding that all racial classifications. También ver Jurisprudencia en la Protección de la Igualdad  Suzanne B. Goldberg, Equality Without Tiers, 77 S. CAL. L. REV. 481 (2004).
[4] Varna es el término para las cuatro amplias familias en el que la sociedad hindú tradicional se divide. Los cuatro varnas son: 1) los brahmanes: sacerdotes, maestros y predicadores; 2) los kshatriyas: reyes, gobernadores, guerreros y soldados; 3) los Vaishyas:. ganaderos, agricultores, empresarios, artesanos y comerciantes; y 4) los Shudras: obreros y proveedores de servicios.
[5] Jāti son los miles de clanes, tribus, comunidades y sub-comunidades en la India.
[6] Una secta de tercer género menos conocido en la India es la jogappa del sur de la India (Karnataka y Andhra Pradesh), un grupo similar asociado a la prostitución. El jogappa están conectados con la diosa Yellamma (Renuka), e incluyen tanto los transexuales y homosexuales.

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