miércoles, 26 de noviembre de 2014

Líderes y mensajes

Tomado de Delanceyplace.com
Por Jorge Contreras[1]
La inestabilidad, el desequilibrio social demandan líderes capaces. Aislando la importancia de establecer “lo que quieren las comunidades”, “atender y despejar sus temores”, “rechazar las ambiciones”, a los líderes les interesa el “emitir el mensaje más correcto”. Este artículo presenta a los presidentes  Lyndon Johnson y Ronald Reagan, ambos ganadores en abrumadores éxitos electorales en la historia política, con  personalidades imponentes en la América de la posguerra, sin embargo con estilos personales radicalmente diferentes.

¿Estar en control? [2]
Lyndon Johnson fue uno de los ejecutivos más hiperactivos que pisara la Casa Blanca, buscando siempre dejar huella en cada aspecto de su administración, sin importar cuán grande o pequeño el tema. Al principio de la presidencia de Johnson, James B. Reston, corresponsal en Washington de The New York Times, mostró hasta qué punto el presidente Johnson influía en la Casa Blanca. Reston escribió, " Johnson tiene tres teléfonos en su coche, con cinco circuitos, y lo más  sorprendente de todo es, que es capaz de hablar por los cinco a la vez, mantener una conversación en el asiento trasero, y dirigir el tráfico al lado. En su corto tiempo como presidente, Johnson ha hecho de todo, solo le faltó cortar el césped de la Casa Blanca." Según "Conversaciones grabadas de Johnson" revelan un presidente que
insistió personalmente en seleccionar y aprobar de todo, la ubicación de los objetivos de bombardeo en Vietnam, el gasto en partidas de billones de dólares, los estilos de peinados de las secretarias en las oficinas contiguas. Quería estar involucrado en todo. En una ocasión, al enterarse que un asesor de la Casa blanca no lo despertó en la noche para informarle de una "derrota" administrativa en el Capitolio, Johnson muy molesto le increpó. "Si estás sangrando en esa colina", 'Yo quiero saberlo, para sangrar contigo."


En la historia moderna, Ronald Reagan fue un presidente cuya forma de trabajo fue diferente a la de L. Johnson.  Lo primero que aprende un actor son los beneficios de una buena noche de sueño. Desde sus primeros días en política, Reagan se mostró muy confiado en sus propias habilidades como ejecutivo. Había alcanzado fama en una carrera en la que tuvo constantemente que ceder el control, a  productores, directores, jefes de estudio, diseñadores de maquillaje, operadores de cámara, agentes de prensa, críticos y a millones de anónimos extraños que se formaban opiniones de él mientras lo veían a través de distantes pantallas. Cuando empezó. su carrera política a mediados de la década de los 60s, no le costó mucho adaptarse rápidamente a los quehaceres de candidato político. La mayoría de los candidatos primerizos luchan por adaptarse a una existencia en la que deben entregar el control de sus vidas a otras personas. Reagan lo había hecho por años. El comprendió a diferencia de Johnson, que estar en control y tener éxito no siempre es la misma cosa.

"Reagan como presidente a menudo daba la impresión que estaba vagamente consciente de los apremios de su propia administración. Los estadounidenses se acostumbraron a un líder que le gustaban las siestas, las largas vacaciones y días cabalgando en su rancho en la montaña cerca al Pacífico. En ocasiones, sus colaboradores se preocuparon por el acumulativo efecto en la prensa en relación a su toma de decisiones, se preguntaban si deberían informar a los periodistas sobre aspectos de detalle relacionados al régimen de trabajo. El presidente Reagan les aconsejaba guardar silencio; en el largo plazo, siempre sentía mejor el aparecer sobre todo. Reagan, al igual que Johnson, era ranchero, sin embargo, a diferencia de Johnson se inclinó por evitar la mugre del pantano.

Mejor mensaje en Persona…..
"Cada uno, a su manera, fue un dotado artista y narrador que podía cautivar a su audiencia. Sin embargo, ambos destacaron de manera diferente. Johnson fue “mejor en persona”. Fue siempre abrumador, y sus conversaciones impactaban por la representación e influencia de su rol. Se involucraba y relataba historias de Texas, que por lo general le permitían señalar la importancia de una decisión. Hizo buen empleo de su gran talla y circunferencia. Y utilizo todas las metáforas estereotipadas de la política, desde la postura amistosa, al sutil convencimiento del opositor, desde el toque positivo en la espalda, hasta llegar a la persuasión gentil, fueron cosas que Johnson dominó y le permitieron salirse con la suya. Sus más grandes facultades fueron su sensibilidad para intuir la emoción humana, su capacidad inigualable para detectar la ambición de las personas, así como determinar sus más oscuros temores. Cuentan que el gobernador de Alabama George Wallace, uno de los veinte más notorios "demagogos raciales" del siglo, resultó hipnotizado con Johnson, en una apasionada conferencia sostenida en la Oficina Oval, en 1965, en medio de una tensa disputa por protestas raciales en el estado natal de Wallace.  "Diablos", declararía Wallace luego de la reunión, “si me hubiera quedado un poco más" habría salido convencido de los derechos civiles".

Mejor mensaje en Pantalla…
Por el contrario, "una conversación con Reagan, era generalmente agradable y completamente superficial. En sus primeros días como político, a menudo sus partidarios se despedían decepcionados luego de encontrarse con el candidato Reagan. Les contaba chistes, los hacía reír de corazón, y los hacia participar a todos. Pero ninguno recordaba si había dicho algo sustancioso. El problema no era que Reagan era una calabaza vacía;.. más bien, él luchaba para conectarse con la gente cuando esta se acercaba a él. Incluso sus propios hijos se encontraban distantes a los ojos de su padre cuando lo saludaban. Él era amable, pero daba la impresión que se reunía con todos por primera vez.  "Era “mejor cuando el público lo observaba”. Y “mejor aún si lo observan a través de una pantalla de televisión”, desde la comodidad de sus propios hogares. En esos momentos, llegaba a ser genial. ...

Evitar el mensaje equivocado...
"La televisión se fue apoderando de la política desde los 60s. Cualquier persona que haya vivido el periodo de los Kennedy lo sabe. Johnson lo vio  y trabajó incansablemente para adaptarse, pero nunca con mucho éxito. Como presidente, se mostró obsesionado a través de sus conferencias de prensa televisada, acompañado de un elenco de expertos para mejorar su dicción, su postura, su anteojos. Sin embargo su problema fundamental fue: Presentarse ante  una cámara de televisión. Nunca pudo lograr en TV, lo que hacía en persona. En persona podía ver a su público y adaptar su personalidad. Ante la TV sin embargo  introdujo una posibilidad aterradora: Le mostró a la gente, su imagen tal como se la veía el mismo".



[1]  Jorge A. Contreras Ríos, DNI 09582230, ICAC Nº 897, administrador, licenciado en ciencias militares, abogado, magíster en ciencias militares, magíster en derecho penal, estudios de doctorado en derecho penal.
[2] Landslide: LBJ and Ronald Reagan at the Dawn of a New America, Autor: Jonathan Darman, Editora: Random House Copyright 2014 by Jonathan Darman. Pages xxiv-xxvii

No hay comentarios:

Publicar un comentario