sábado, 14 de marzo de 2015

Rompecabezas de Memoria: Lo que todo investigador debe considerar

Tomado de The FBI Law Enforcement Bulletin
Por Brian D. Fitch, Ph. D
Traducción Jorge Contreras

Los seres humanos procesamos información con eficiencia increíble y, en muchos casos nos desempeñamos mejor que sofisticadas máquinas en una variedad de tareas, incluyendo la resolución de problemas y el pensamiento crítico.[1] Sin embargo, a pesar de estas habilidades extraordinarias, la mente humana también está plagada de una serie de deficiencias. Las tendencias naturales de la gente a olvidarse de una cita, pasar por alto detalles importantes, y distorsionar el pasado demuestran las limitaciones inherentes a la mente humana. Sin embargo, la capacidad humana de darnos cuenta, recordar y recurrir a la memoria, juega un rol tan importante y delicado, que a veces damos algo por confirmado y no notamos que esta mal.
Una comprensión clara de memoria, de cómo el cerebro procesa, almacena y recupera la
información es vital para que un investigador pueda separar con habilidad los hechos de la ficción. Es común referirse a la memoria como si fuera un mueble archivador lleno de carpetas individuales, con cada carpeta almacenando los datos y detalles relacionados con un acontecimiento en particular. Cuando un evento ocurre, los sentidos de una persona registran todas las fases del incidente, y luego estas se almacena en el cerebro para su posterior recuperación. Se cree que este proceso funciona como el almacenamiento de una fotografía o una conversación grabada en un sobre sellado. Independientemente del momento en que el sobre se vuelve a abrir y el contenido de la información se retira, nada habrá cambiado. Las imágenes serán mas viejas, más no diferentes, con la descripción del evento tal como precisamente aparece cuando se le deposito por primera vez. La información almacenada en la memoria representa nada menos que una cuenta sin adornos del evento original.

“La memoria humana esta plagada de incongruencias…”

A pesar de la popularidad de esta teoría, la mayoría de los expertos cree que la memoria es mucho más compleja y esquiva. La memoria no transfiere información del mundo exterior al mundo interior "tal como está"; más bien, es un proceso constructivo y reconstructivo influenciado fuertemente por la atención, expectativas, emociones y otros factores de la misma persona, que posteriormente determinarán cómo los procesos cerebrales, van a recordarse, rememorarse y retrotraer los acontecimientos. [2]
Los sujetos a menudo mienten para ocultar su culpabilidad; Sin embargo, hay otras instancias en los que el resultado es una información inexacta debido a los sesgos de memoria, errores o por bien documentados sistemáticos prejuicios. Cuanto más entiende el investigador  las fortalezas y limitaciones de la memoria, mejor serán sus posibilidades de llegar a la verdad.  

EL MODELO DE TRES ETAPAS
La memoria no es un proceso simple. Se trata de una serie de sistemas, cada uno de los cuales opera siguiendo su propio grupo de principios. Tal vez, el paradigma de memoria mejor articulado y bien documentado es el modelo de tres etapas, que sugiere que la memoria es en realidad el producto de tres sistemas diferentes de almacenamiento o etapas: el sensorial, la memoria a corto plazo y la memoria a largo plazo.[3]

Le memoria Sensorial…
La memoria sensorial se refiere al procesamiento perceptivo inicial de estímulos cenestésicos entrantes. Estas memorias contienen impresiones persistentes de información proveniente de los cinco sentidos. Las investigaciones indican que la información en la memoria sensorial se mantiene sólo el tiempo suficiente para que se produzca el análisis perceptual. Una vez completado, la mayor parte de la información se descarta o rápidamente se olvida, al igual que el flash de una cámara. Durante el breve tiempo que la información se mantiene, el cerebro sólo presta atención a los aspectos más destacados. Esa información es adecuada según patrones reconocibles y significados asignados. [4] Sólo las características más significativas son transferidas a la siguiente etapa para un procesamiento posterior .

La memoria de Corto Plazo…
La segunda etapa del modelo, es la memoria a corto plazo, es donde el pensamiento consciente se produce, donde el pensamiento ocurre. Siempre que una persona, recuerda un evento, realiza una adición mental de información, o lee una cadena de palabras, la información para ejecutar estas funciones se mantendrá temporalmente en la memoria a corto plazo. La información contenida en la memoria a corto plazo sigue permanece más tiempo que en la memoria sensorial; Sin embargo, muchos de los datos serán olvidados en los próximos 30 segundos a menos que algún procesamiento adicional ocurra .[5]

Una forma de prevenir la pérdida de memoria a corto plazo es repetir la
información para mantenerla activa, lo que impide que sea desplazada por nueva información. Sin embargo, antes de que el cerebro puede retener la información, debe transferirla a la memoria de la última etapa, la de largo plazo. Al igual que en la primera etapa de la memoria cuando la transferencia de información sensorial se hace a la memoria de corto plazo,  existirán más posibilidades de retener los recuerdos existentes  hasta la llegada de datos nuevos.  

La memoria de Largo Plazo
La memoria a largo plazo es el almacenamiento de información durante largos períodos. A diferencia de la limitada capacidad de memoria a corto plazo, la cantidad de información almacenada en la memoria a largo plazo es ilimitado. Normalmente, cuando la gente habla de la memoria, se refieren a la información mantenida en el almacenamiento a largo plazo.

Los psicólogos distinguen además entre dos tipos de memoria de largo plazo, la procedimental y la
declarativa.[6] La memoria “procesal” representa el cómo saber realizar ciertas actividades, como conducir un automóvil, usar una computadora, o lanzar una pelota de béisbol. La memoria “declarativa” se refiere a los hechos y el conocimiento (por ejemplo, la capital de California, el lugar donde se celebraba un cumpleaños, o como vestía el sospechoso de robo que se recuerda conscientemente. Estos son ejemplos de la memoria explícita en los que la información se almacena  y se recupera de forma explícita.

El modelo de tres etapas de la memoria proporciona una mejor comprensión de por qué las víctimas, testigos y sospechosos a menudo son incapaces de recordar información importante. La falta de un individuo de  notar, codificar, o recordar información puede ocurrir en cualquiera de las tres etapas y por cualquier razón. Estas deficiencias se ven agravadas por el hecho de que la memoria de una persona está influenciado en gran medida por la atención, la emoción, la experiencia, y la profundidad de procesamiento.

PRINCIPIOS DE LA COGNICIÓN
Para entender cómo funciona la memoria, es importante explorar los cuatro principios fundamentales de la cognición: 1) las limitaciones de la atención, 2) las funciones de procesamiento explícito e implícito, 3) la naturaleza constructivo de la memoria, y 4) la profundidad con la que información es procesada. Varios factores relacionados entre sí, más que de uno solo aislado, influyen en cómo las personas procesan, recordar, y retrotrae eventos.

Limitaciones
Atención, es el mecanismo que utilizamos para concentrar nuestros esfuerzos en un estímulo o evento mental,  es similar a otros procesos cognitivos en los que es limitado. Debido a que el cerebro es bombardeado de forma continua con estímulos sensoriales, este selecciona a qué información le prestará atención y que ignorará. Cada vez que el cerebro decide atender un estímulo particular, ya sea consciente o inconscientemente, ignorará información de otras fuentes. [7] Esto se complica aún más por el hecho de que los individuos varían según los tipos de estímulos que encuentran interesante o relevantes y, por tanto, , digno de atención y tratamiento posterior. Es común que personas que experimentan el mismo evento, lo perciban y recuerden de maneras diferentes . Es casi imposible que los testigos o víctimas procesen simultáneamente todos los detalles de un crimen, sin perder o malinterpretar  hechos importantes como la descripción del autor, del arma utilizada, lo que dijo alguien, o sobre otras personas que estuvieron presentes, .

Proceso mental
Algunos de los sistemas mentales utilizados para procesar, almacenar y recuperar la información requieren un esfuerzo deliberado y consciente; otros operan de forma automática y de manera involuntaria.[8]  El Procesamiento explícito por ejemplo, implica el pensamiento consciente y la conciencia de que se está realizando una tarea, como el sistematizar una lista de palabras en la memoria, el estudiar para un examen, la memorización de un número de matrícula o el memorizar la ropa de un sospechoso. Es deliberado y voluntario, las personas eligen intencionalmente a qué prestar atención y qué ignorar, y requiere atención, enfoque y amplios recursos cognitivos. La capacidad de una persona para procesar información de forma explícita es limitada.

Contrariamente, el Procesamiento Implícito se produce fuera de la conciencia y por lo general requiere poco o ningún esfuerzo o atención deliberada, como es el firmar con el nombre de uno o el reconocer a un amigo intimo. Mientras que el procesamiento implícito requiere de pocos recursos cognitivos, la persona que confía en ellos, se puede perder detalles importantes,  que se hubieran  observado y retenido utilizando el procesamiento explícito. 

“La tendencia natural de la gente a olvidar….
Nos demuestra las inherentes limitaciones de la mente humana”

Construcción
La Memoria implica algo más que la transferencia de la información sensorial en el almacenamiento a largo plazo. A diferencia de la información registrada y colocada en un archivador, la codificación de información y la experiencia es un proceso constructivo donde el conocimiento se crea y se recrea en base al aprendizaje previo y a la nueva información. El Aprendizaje previo y el contexto en el que ocurrió influye en la forma en que el cerebro censa materialmente. Hechos y creencias actúan como filtros que ayudan al cerebro, asisten en los estímulos que tienen significado, y descartan el material que no.
Los conocimientos existentes afectan directamente la manera en que la gente percibe la información, reconocer patrones, y asigna significados.[9] En lugar de recordar lo que realmente ocurrió, el cerebro recuerda lo que estaba haciendo en el momento en que la información fue codificada. Los recuerdos también se vuelven a crear en base a nuevos conocimientos, con información reciente desplazando a menudo los recuerdos más antiguos. Esto puede ser un problema para los investigadores, sobre todo cuando las personas son incapaces de recordar el origen o la realidad de la nueva información.   

Profundidad
La habilidad de la persona para recordar la información depende de lo bien que el individuo originalmente haya aprendido el material. La mayoría de los estímulos sólo reciben atención incidental y se procesan a un nivel superficial de la memoria; Sin embargo, otros estímulos reciben deliberada atención y elaboración, mejorando así su transferencia a la memoria a largo plazo.[10]  La Elaboración ocurre cuando el cerebro relaciona los datos ya almacenados en la memoria y los elementos que esta contemplando. La profundidad del  procesamiento sugiere que la refinación más profunda de información  conduce a una mejor memoria. En consecuencia, la información que se procesa de manera deliberada y conscientemente tiene una mejor oportunidad de ser codificado y recordada que aquellos datos que se produjeron de manera superficial.

Un psicólogo e investigador de la memoria demostró cómo estas deficiencias afectan el recuerdo por parte de víctimas, testigos y sospechosos. Como parte de este estudio, los participantes vieron una serie de diapositivas sobre un robo. Un elemento clave en el crimen fue un destornillador utilizado por el sospechoso. Los sujetos leyeron un relato escrito del mismo delito que difería ligeramente de la versión original. El escrito leído se refería a un martillo en lugar de un destornillador utilizado para cometer el robo. En una prueba posterior de memoria, el 60% de los participantes se refirió a un martillo, en lugar de un destornillador, como la herramienta utilizada en el crimen.[11] El mal recuerdo por parte de los sujetos resultó exagerado por el hecho de que ellos le tuvieron confianza a la historia fabricada del delito (la del martillo) , tal como lo hicieron con sus recuerdos en la memoria del evento original (destornillador).

Sesgos y errores
En un mundo ideal, las víctimas y los testigos evalúan, procesan y recuerdan los acontecimientos de manera objetiva, imparcial y libre de errores. La mente humana posee asombrosas capacidades ; sin embargo, también está sujeto a sesgos y errores sistemáticos. Estos incluyen sesgos de confirmación , atención , confianza , orden , y de emoción. 

El sesgo de confirmación
Las personas pueden recoger selectivamente la información de manera que confirman y refuerzan sus creencias existentes, sin tener en cuenta los datos que contradicen o desafían esas ideas. En un experimento, a unos sujetos se les pidió que calificaran la culpabilidad o inocencia de los entrevistados sobre la base de sus respuestas a preguntas presuponiendo culpabilidad o preguntas presuponiendo neutralidad. Los investigadores encontraron que las respuestas simuladas proporcionaron confirmación en las expectativas de los entrevistadores con respecto a si los entrevistados eran culpables o inocentes.[12] Los que fueron preguntados con presunciones de culpabilidad, aun siendo inocentes, s -incluso culpa presuntivos si fueran inocentes, fueron considerados y calificados como más nerviosos y a la defensiva, y con respuestas menos creíbles que al grupo que se les hizo preguntas presuponiendo neutralidad. Esto sugiere que las preguntas  presuponiendo culpa inducen a los sospechosos a  actuar engañosamente, y si son inocente, corroboraran las creencias existentes del interrogador.

Ilusión de Atención
En un conocido experimento, se pidió a los estudiantes contar el número de pases de una pelota de baloncesto entre los jugadores vestidos con uniformes blancos, ignorando a los jugadores que vestían uniformes negros.[13] En medio del vídeo de un minuto, una estudiante disfrazada con un traje de gorila entró en la escena, cruzó por nueve segundos, golpeándose el pecho, y luego salió. Cuando se les preguntó acerca por lo que vieron, la mitad de los estudiantes no se había dado cuenta del gorila.

Este estudio se ha repetido en numerosas ocasiones, en diferentes condiciones, con audiencias diversas, en varios países, siempre con los mismos resultados. Los investigadores refieren a este fenómeno de la falta de atención a un objeto altamente relevante precisamente como la ilusión de atención,  como una forma de exceso de confianza que hace que la gente pierda parte del mundo que les rodea.

Niveles de Confianza
Las víctimas y los testigos a menudo reportan altos niveles de confianza en sus memorias pesar de la abrumadora evidencia contraria. Un área donde las personas reportan niveles particularmente altos de confianza se denomina memoria "fotográfica". La mayoría de la gente puede producir recuerdos vívidos de eventos emocionales en sus vidas; Sin embargo, los estudios no han encontrado relación entre el nivel de confianza de una persona y la precisión de sus recuerdos. En un estudio 44 estudiantes fueron encuestados el día después del desastre del transbordador espacial Challenger y nuevamente 3 años más tarde para probar la exactitud de la memoria fotográfica. [14] A menos del 7%  de los segundos informes acertaron en los detalles de los informes originales. El cincuenta por ciento de los segundos informes fueron incorrectos en dos tercios de las afirmaciones, mientras que el 25 por ciento estuvieron mal en cada detalle importante.  

Orden de la Información
Una serie de factores de tipo, intensidad, prominencia y utilidad afectan la forma en que la gente recuerda y retrotrae información. Un aspecto que influye en el tipo de información que las personas recuerden es el orden del propio material. La capacidad del cerebro para procesar e interpretar la información es limitada, por lo que el orden de los eventos afecta lo que la gente recuerda.[15] En igualdad de condiciones, los individuos parecen prestar más atención a sus primeros y últimos encuentros con personas, lugares y cosas. En pocas palabras, las leyes de la primacía y de lo próximo - pasado significan que las personas tienden a recordar lo primero (ley de primacía) y las ultimas (ley de lo próximo - pasado) impresiones ya que la información recogida en el inicio influencias el conjunto cognitivo de eventos, mientras que los datos obtenidos al final de un encuentro son los más frescos en la memoria del observador. 

“Un claro entendimiento de la memoria
Es vital en la habilidad de un investigador para separar hechos de ficción”


Impacto Emocional
El cerebro evolucionado con la principal función de mantener su huésped vivo. Como resultado, los datos con el potencial para influir en el bienestar o la supervivencia de la persona se proporcionan en primacía sobre otros tipos de entradas. El sistema nervioso autónomo siempre está en alerta ante  cualquier cosa que pueda afectar la seguridad. A la primera señal de peligro, el sistema límbico puede inhibir el funcionamiento de la corteza prefrontal, el área del cerebro asociada con el razonamiento, la planificación y la toma de decisiones. [16] Las emociones fuertes pueden amplificar la capacidad de recordar los aspectos afectivos de una evento. También pueden apagar el procesamiento consciente de la información y hacer más difícil el recordar detalles no emocionales de un incidente.  
  
A pesar de estos sesgos bien documentados, muchas personas siguen confiando en sus capacidades para darse cuenta, procesar y recordar información y eventos. Un área donde esto ha demostrado ser especialmente problemática es la identificación de testigos de los presuntos sospechosos. Los miembros del jurado a menudo ven un nivel testigo de confianza en la capacidad de recordar hechos y reconocer un asaltante en la sala del tribunal como indicadores fiables de la memoria de una persona. Sin embargo, el creciente número de casos de testigos rechazados por los avances recientes en el ADN proporcionan una fuerte evidencia de cuán poco confiable puede ser el testimonio ocular.[17] Mientras que muchos testigos presentan testimonio fiables, precisos y seguros, la identificación errónea por parte de testigos seguros sigue siendo la principal causa de condenas erróneas. De hecho, se estima que el testimonio de testigos presenciales es responsable de más del 75% por ciento de las condenas erróneas eventualmente anuladas por las evidencias en las pruebas de ADN. [18]  

“En un mundo ideal, las victimas y testigos pueden evaluar, procesar y recordar eventos de una manera libre, imparcial y objetiva“


IMPLICANCIAS
La memoria es un proceso constructivo y reconstructivo influenciado por numerosos factores de contexto, estado emocional, orden de la información, y los tipos de preguntas. Demasiado preguntas sugerentes pueden alterar el recuerdo de una persona, haciendo difícil separar su memoria original de reconstrucciones distorsionadas.[19]

La maleabilidad de la memoria y la importancia de la adecuada redacción de las preguntas abiertas se ilustran en las experiencias de cambio del asesinato del presidente Kennedy proporcionada por el "Lady in Red" (Jean Hill), que estaba de pie junto a la caravana del presidente cuando le dispararon. Menos de una hora después del incidente, fue la primera en ser interrogada por un periodista de televisión que le pidió a la Sra. Hills si vio a la persona que hizo el disparo fatal, ella respondió: "No ... yo no vi a una persona que disparara el arma." Noventa minutos más tarde, durante una segunda entrevista, la Sra. Hill, declaró a periodistas que aunque no vio disparar a nadie, oyó "cuatro a seis disparos." Más tarde, ese mismo día, mientras era interrogada junto con otros testigos en la Oficina del Sheriff del Condado de Dallas, Jean Hill declaró a los investigadores que ella notó fusiles, posiblemente disparados por "hombres vestidos de civil". También describió a un hombre corriendo hacia "el monumento." Ella dijo que ella lo siguió por una corta distancia hasta antes de regresar al lugar de los hechos.

En marzo de 1964, aproximadamente 4 meses después del tiroteo, los agentes del FBI entrevistaron a la Sra. Hill, y ella cambió su historia otra vez. Esta vez, ella dijo que escuchó cuatro a seis disparos que ella creía llegaron desde el oeste del Escuela Depósito de Libros de Texas. También describió un hombre vistiendo un impermeable, con un sombrero, corriendo hacia las vías del ferrocarril. Ella declaró que lo siguió, y agregó que un motociclista casi la golpeó en el proceso. Por último, el día siguiente cuando la Comisión Warren interrogó a la Sra. Hill, dijo que estaba "... demasiado aturdida como para moverse, así que no consigue moverse. Me quedé allí, boquiabierta en los alrededores. "Esto contradecía sus anteriores declaraciones y dos fotografías de ella sentándose justo después del tiroteo. Hacia el final de la investigación de la Comisión Warren, la Sra. Hill admitió que sus recuerdos del evento pueden haber sido 
"...cambiados por lo que había oído."[20] El caso de la Sra. Hill ilustra la naturaleza  constructiva y reconstructiva de la memoria y la importancia de la forma como  los entrevistadores deben formular sus preguntas.

CONCLUSIÓN
Siempre que sea posible, los entrevistadores deben evitar preguntas capciosas o sugestivas. Deben utilizar preguntas abiertas que requieran respuestas detalladas y que no ofrecen respuestas incorporadas "por defecto". Las preguntas cerradas restringen la cantidad de información proporcionada, mientras que las preguntas abiertas no permiten supuestos y no restringen sobre las respuestas. Los investigadores pueden utilizar el seguimiento y las preguntas cerradas después de que un entrevistado ha proporcionado tantos detalles como sea posible a través de preguntas abiertas.

Los investigadores deben tener en cuenta los efectos de los sesgos cognitivos y errores de memoria. La limitada capacidad del cerebro en la Atención y el Procesamiento, la fuerte influencia de las emociones, y el orden de los acontecimientos afectan en lo que la gente se fija, en su interpretación y recuerdos. Esto se agrava por la ilusión de la atención, el sesgo de confirmación, y el exceso de confianza. Gracias a una mejor comprensión de estas deficiencias y al estar siempre alerta y atento, los investigadores pueden mejorar la probabilidad de obtener la verdad real.


[1] Deanna Kuhn, “A Developmental Model of Critical Thinking,” Educational Researcher 28, no.2 (March 1999): 16-25.
[2] Daniel L. Schacter, The Seven Sins of Memory: How the Mind Forgets and Remembers (New York, NY: Houghton Mifflin, 2001).
[3] Richard C. Atkinson and Richard M. Shiffrin, “Human Memory: A Proposed System and its Control Processes,” in The Psychology of Learning and Motivation: Advances in Research and Theory , vol. 2, ed. K.W. Spence and J.T. Spence (New York, NY: Academic Press, 1968), 89-195. 
[4] Roger H. Bruning, Gregory J. Schraw, Monica M. Norby, and Royce R. Ronning, Cognitive Psychology and Instruction, 4th ed. (Upper Saddle River, NJ: Prentice Hall, 2003).
[5] Richard M. Shiffrin and Richard C. Atkinson, “Storage and Retrieval Processes in Long-Term Memory,” Psychological Review 76, no. 2 (March 1969): 179-193.
[6] David G. Myers, Psychology, 9th ed. (New York, NY: Worth, 2009).
[7] Mark H. Ashcraft, Cognition, 3rd ed. (Upper Saddle River, NJ: Prentice Hall, 2001).
[8] Kevin B. MacDonald, “Effortful Control, Explicit Processing, and the Regulation of Human Evolved Predispositions,” Psychological Review 115, no. 4 (2008): 1012-1031.
[9]  Bruning, Schraw, Norby, and Ronning, Cognitive Psychology and Instruction, 6.
[10] Fergus I. M. Craik and Robert S. Lockhart, “Levels of Processing: A Framework for Memory Research,” Journal of Verbal Learning and Verbal Behavior 11 (1972): 671-684.
[11] Elizabeth F. Loftus and Hunter G. Hoffman, “Misinformation and Memory: The Creation of New Memories,” Journal of Experimental Psychology: General 118, no. 1 (March 1989): 100-104. 
[12] Carole Hill, Amina Memon, and Peter McGeorge, “The Role of Confirmation Bias in Suspect Interviews: A Systematic Evaluation,” Legal and Criminological Psychology 13, no. 2 (September 2008): 357-371.
[13] Christopher Chabris and Daniel Simons, The Invisible Gorilla: How Our Intuitions Deceive Us (New York, NY: Random House, 2009).
[14] Ulric Neisser and Nicole Harsch, “Phantom Flashbulbs: False Recollections of Hearing the News About Challenger,” in Affect and Accuracy in Recall: Studies of “Flashbulb” Memories, ed. Eugene Winograd and Ulric Neisser (New York, NY: Cambridge University Press, 1992), 9-31.
[15] Elliott Aronson, Timothy D. Wilson, and Robin M. Akert, Social Psychology, 2nd ed. (New York, NY: Longman Publishing Group, 1997).
[16] Daniel Goleman, Emotional Intelligence: Why It Can Matter More Than IQ (New York, NY: Random House, 1995).
[17] Steve McGonigle and Jennifer Emily, “18 Dallas County Cases Overturned by DNA Relied on Heavily Eyewitness Testimony,” Dallas Morning News, October 12, 2008, http://truthinjustice.org/dallas-eyewitness.htm  (accessed December 1, 2014).
[18] Innocence Project, “Eyewitness Misidentification,” http://www.innocenceproject.org/understand/Eyewitness-Misidentification.php  (accessed September 2, 2014).
[19] Elizabeth F. Loftus, “Planting Misinformation in the Human Mind: A 30-Year Investigation of the Malleability of Memory,” Learning and Memory 12 (2005): 361-366.
[20] Peter R. Whitmey, “Jean Hill – The Lady in Red,” http://www.jfkinfo.com/whitmey1.htm  (accessed September 2, 2014). 

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