lunes, 27 de julio de 2015

España: conceden autorización previa a almacén temporal centralizado (ATC) de residuos nucleares

"Es una urgente necesidad que los almacenes temporales centralizados
solucionen el almacenamiento nuclear en cementerios informales"
Fuentes: El País, Sociedad
Un Nuevo Almacén Nuclear (Almacén temporal Centralizado ATC) similar al de Holanda ha sido aprobado en España. En Holanda, el Habog, nombre con el que se le conoce lleva 11 años operando  en el municipio de Borsele y su operación se proyecta a más de 100 años.  Fue pintado por el artista William Verstraeten con un llamativo color naranja y sobre su fachada, enormes caracteres verdes muestran la fórmula de la teoría de la relatividad de Einstein: E=mc². Será repintado el fondo cada 20 años, con
una tonalidad más suave, de forma que en el 2113 sea blanco, significando que el material original almacenado allí dejó de ser radioactivo. Considerado un modelo de almacenamiento del futuro, dado que la especial situación geográfica de Holanda no se permitiría el lujo de un desastre, por ello, el diseño se ha hecho a prueba de terremotos de magnitud 6, inundaciones de más 10 metros sobre el nivel del mar, vientos huracanados y hasta del impacto de un avión militar F-16. Otros países con ATC son Alemania, Bélgica, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia, Suecia y Suiza.


El Harbog Holandés...
La estructura del almacén es asombrosamente sencilla. Hay un área de recepción, a donde llegan los bidones con los residuos procedentes de la central en funcionamiento, de otra que cerró en 1997, de reactores de investigación y otras instalaciones industriales y sanitarias. Protegida por muros de hormigón de 1,7 metros de grosor, los residuos pasan a la zona de procesado, donde un robot abre los bidones. Esos muros, explica Codée, aseguran que la radiactividad no saldría de allí en caso de accidente. La instalación está siempre abierta a visitas y organiza periódicamente exposiciones. La última, de fotografía.


El ATC español...
Decidido a fines del 2011, al Gobierno de Mariano Rajoy le bastó dos Consejos de Ministros para seleccionar el emplazamiento del almacén nuclear que acoja los residuos radiactivos de todas las centrales españolas, un tema pendiente desde hace décadas. Irá a Villar de Cañas (Cuenca), un pueblo de solo 436 habitantes, con tres bares, una sucursal de la Caja Rural, cinco cuadrillas de albañiles, y una larga historia de paro y emigración, de calor tórrido en verano y frío seco en invierno. La instalación, que solo en la construcción costará unos 700 millones de euros, irá probablemente a un terreno seco a las afueras del pueblo.

EL lunes 27 de julio, El pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha concedido este lunes la autorización previa al almacén de residuos nucleares previsto en Villar de Cañas (Cuenca). Las dudas sobre los terrenos y la falta de una caracterización completa de la parcela elegida por el Gobierno en 2011 no han sido suficientes para que se rechazara el permiso, que supone el reconocimiento oficial de la "idoneidad del emplazamiento". Cuatro de los cinco consejeros han votado a favor de la autorización, que impone una serie de condiciones para comenzar las obras.
Este primer permiso, sin embargo, no supondrá que las obras comiencen ya. El CSN tendrá que decidir más adelante sobre la autorización de construcción una vez que se cumplan una serie de condiciones.

A través de un comunicado, el CSN ha asegurado que "la evaluación técnica realizada constata que el emplazamiento propuesto no presenta fenómenos excluyentes". El CSN impondrá a esta instalación un plan de seguimiento "a lo largo de la vida de la instalación", prevista en 60 años. Además, Enresa deberá "completar" los estudios de caracterización. Según ha resaltado el CSN, la autorización lograda solo permitirá a Enresa "iniciar las obras de infraestructuras preliminares, externas, por ejemplo las vías de acceso, a la zona donde se ubicarán los principales edificios del ATC".

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