viernes, 26 de agosto de 2016

Perú: el lobbismo desde el gobierno, un ángulo aún inimaginable

La sucesiva descalificación de lideres de alto nivel
por corrupción y lobby,
nos podía llevar al origen de la madeja”.

En sentido general, “Lobby y corrupción” son dos maneras de obtener la ayuda del sector publico a cambio de algún favor. En países como el nuestro, una gran verdad constituye el afirmar, que
el lobbying[1] es un sustituto o un complemento de la corrupción (CAMPOS & GIOVANNONI, 2006, p. 1).  No se requiere de mucha lógica para imaginar, que en países como el nuestro, con economías en transición, con grandes niveles de corrupción, “darle continuidad al sistema”, es tan verdaderamente insano como “darle continuidad a los esquemas de lobby y corrupción”.

En los últimos años, en el Perú, se ha dado a conocer, “el nivel de confianza más bajo en políticos” de toda América latina.  Esto ha influenciado en las audiencias, a ir descartando políticos. Y este “ir apartando políticos”, de las esferas del mas alto nivel,  no solo, nos ha ido acercando al ovillo de la madeja, donde yace el origen del poder económico y la influencia externa (BARRAGÁN, 2011, p. 161), sino que también nos esta llevando a cambios que nadie esperaba.

Es claro que el lobby local, no es como el caso entre Israel y la Política Exterior de los Estados Unidos, cuyo análisis algunos pueden encontrar desconcertante  (MEARSHEIMER & WALT, 2006, p. 1 y ss).  El lobby en Perú, es una versión más modesta, donde la corrupción puede tomar la forma de soborno directo, mientras el lobby, más elegante, puede presentarse como la incorporación de un personaje a un equipo, un contrato de asesoramiento, una contribución de campaña, el apoyo a un proyecto, una ley.

De la misma manera, en cuanto a objetivos finales,  la corrupción puede buscar efectos inmediatos (a través de un simple acto) mientras el lobby, más estratégicamente (podría buscar efecto en todos los actos después de cambiar una ley a su favor).  Hasta en su combate son diferentes, cuando las autoridades combaten la corrupción, suelen endurecer las normas, sin embargo no pueden hacer nada contra los lobbies que influencian sobre las leyes.

Quizás por ello, esta creciendo el sentimiento de que cada ley, norma, se sustente desde el punto de vista de su perspectiva económica “en beneficio del país”.

<Tendremos a un lobbista en el gobierno?
A sus 77 años, el nuevo presidente de Perú, es reconocido por algunos políticos, como un histórico lobbista,  y conocido inversionista en Chile, en su primera sesión de consejo de ministros local, dio a conocer que entre sus siete mandamientos, incluyó el “no a la corrupción”, los cual, nos parece la mas grata noticia nunca antes escuchada.

Sin embargo, considerando el asentamiento del lobby en nuestro país, "recientes declaraciones publicas desde el gobierno", podrían pasar de ser simples notas graciosa  a otras más folclóricamente controvertidas, en relación al lobby,

Los casos aquí los reproducimos:
PPK: “Jalar no quiere decir transfugar” al referirse a congresistas de la oposición.
En este sentido, considerando que en paises como el nuestro “El lobby y la corrupción son sustitutos[2] (CAMPOS & GIOVANNONI, 2006, p. 2)”, humildemente disentimos, consideramos que es lo mismo.

PPK: “….contar con Absalón Vásquez (exministro de agricultura), o con el asesoramiento de Máximo San Román (exvicepresidente)…..ambos ex pertenecientes a su actual oposición“
En este caso, con el lobby, o con sobornar burócratas, se puede lograr que los políticos trabajen para cambiar las reglas a nuestra ventaja”
(CAMPOS & GIOVANNONI, 2006, p. 3)

PPK: dio a conocer “…las mascotas familiares en el desfile”, como parte de algunas instituciones.
En este punto, no nos referirnos a ¿cuando se hizo?, ¿quien hizo esto posible? con ¿cuanta oportunidad?, o ¿que tan casual fue?, solo precisamos su similitud con el lobby, en el punto siguiente: “A diferencia de la corrupción, el Lobby se adhiere a otros gracias a las influencias.”(CAMPOS & GIOVANNONI, 2006, p. 3)

<Perú, el ángulo necesario…
En las actuales circunstancias, consideramos que para el gobierno, lo que debería contar: “es el interés general”. 
Que, tomando en cuenta este  “interés general”, las declaraciones del gobierno o sus representantes, hechas públicas por los medios,, aún con perspectiva lobbista, como las mostradas en este articulo, deberían “ajustarse” o “armonizar” con el interés general,  y dejar de lado los intereses particulares. (PINEDA CACHERO, 2011, p. 98).Al país no le interesa quien “se jala congresistas” o quien “contrata a tal por cual”, porque no es el interés general.
Caso contrario, tendríamos que recurrir, graciosa y folclóricamente, a optar por la creación de un “Tribunal Anti Lobby” que supervigile a los representantes oficiales, porque parece que desde el Estado nadie lo esta notando. O ¿no?.

Trabajos citados

BARRAGÁN, A. I. (2011). Reseña sobre Lobby y Comunicación, Lobbying como estrategia comunicativa, Libro de CASTILLO ESPARCIA, Antonio. Questiones Publicitarias , I (16), 161-164.

CAMPOS, N. F., & GIOVANNONI, F. (2006). Lobbying, Corruption and Political Influence. The Institute for the Study of Labor (IZA) , Research Center. Bonn: IZA Institute.
MEARSHEIMER, J. J., & WALT, S. M. (2006). THE ISRAEL LOBBY AND U.S. FOREIGN POLICY. Harvard University and the University of Chicago, Department of Political Science. London: London Review of Books Vol. 28, No. 6 (March 23, 2006).
PINEDA CACHERO, A. (2011). Lobbies y grupos de presión: de la política a la comunicación. Una fundamentación teórica. Universidad de Sevilla , Departamento de Comunicación Audiovisual, Publicidad y Literatura de la Universidad de Sevilla . Sevilla: Departamento de Comunicación Audiovisual, Publicidad y Literatura de la Universidad de Sevilla .



[1] El término lobbying procede del ingles lobby (literalmente “vestíbulo”) referido a la realidad política estadounidense en 1830 cuando los representantes de los grupos de presión andaban por los pasillos del congreso y las asambleas legislativas estatales esperando poder hablar con los representantes políticos e influir en sus decisiones (MILBRATH, Lester, W (1979) "Cabildeo político", en Enciclopedia internacional de las Ciencias Sociales, Madrid, Aguilar, Pág. 109.
: 109). Sam Black retrotrae los orígenes del termino a la Inglaterra del Siglo XVII para describir el vestíbulo donde el publico y el parlamento ingles podían entrevistarse, aunque destaca el rápido desarrollo de la practica en Estados Unidos: Ya en enero de 1982, el lobby se describía en The Times (de Londres) como una institución reconocida en Washington D.C.” (1998:297)
[2] Año 1999, estudio de investigación en 4000 firmas en 25 economías en desarrollo.

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