viernes, 14 de octubre de 2016

Perú: Transfuguismo ¿Patrón depredador en gobiernos?

Un hombre deja de ser representante político
Si hace lo contrario o no hace nada
de lo que sus electores quieren
Dejarlo con el poder obtenido para beneficio de otros
seria como promover una contradicción política
y estafar a la voluntad popular que lo eligió[1]

El patrón de tránsfugas políticos en el Perú no es nuevo, es complejo y demanda un análisis detallado, sus tendencias actuales superaron las del patrón depredador del lobo y las ovejas. El peor caso histórico de
transfuguismo en el Perú es por violencia y terror. Es el caso del terrorista Abimael Guzmán, que en esta nota ampliamos.

<Los Tránsfugas del terror….
Abimael Guzmán se inició en el PCP Bandera Roja posteriormente pasó a formar el PC MLM PG “Sendero Luminoso”; luego de ser derrotado, sus residuos conformaron el Movimiento por la Amnistía y Derechos Fundamentales[2] (MOVADEF), al negárseles la posibilidad de participar en política cambiaron al Frente de Unidad y Defensa del Pueblo Peruano[3] (FUDEPP )y recientemente se presentan como la Asociación de Familiares de Víctimas de Genocidio[4] (AFADEVIG), que busca la participación política y amnistía general.

Víctor Polay Campos, inicialmente del APRA pasó al APRA Rebelde y posteriormente llegó al Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA).  Hoy algunos de los seguidores como Abel Gilvonio,  sobrino de Nestor Serpa, María Elena Foronda, ambos congresistas, Oscar Mollohuanca, Manuel Benza Pflucker, Guillermo Bermejo Rojas, entre otros, han pasado a formar parte del Frente Amplio (FA), y del Movimiento “ Tierra y Libertad”, como es el caso de Carlos Honres Yglesias[5],

En la década de los 60s, Luis de la Puente Uceda y Walter Palacios Vinces del APRA Rebelde pasaron a ser parte del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), apoyado posteriormente por Ricardo Napurí, Ricardo Letts, Edmundo Murrugarra, Javier Diez Canseco, Agustin Haya de la Torre, Eduardo Figari, Oscar Dancourt, Julio Cesár Mezzich en el MIR y en el Ejercito de Liberación Nacional ELN.

En congruencia con las palabras de Mahatma Gandhi “Amenazar al lobo, no ayuda a las ovejas,  Las ovejas deben aprender a no caer en las fauces del lobo”el Perú necesita una Ley que evite el transfuguismo, que supere la contradicción política que se origina cuando un representante político renuncia a representar a los electores por los que fue elegido y opta por usar el poder en sentido contrario. Otorgar legalidad al empleo del poder obtenido por voto popular en sentido contrario es avalar la estafa política.  Claro esta que esta ley debe dejar abierta la posibilidad de causas nobles y supremas, como nos lo prueban los casos históricos del transfuguismo de San Martín, Simón Bolívar, Hipólito Unanue y Pavón, Mateo García Pumacahua, que se distinguen por sus elevados ideales libertarios y que en todo  caso, son de aprobación general y/o mayoritaría.



[1] Los Partidos políticos son instrumentos de mediación entre los electores y los cargos públicos y cuando se llega a situaciones de máxima discrepancia entre el cargo público y el partido, por el que accedió aquel, lo lógico es que el titular del escaño, en cualquiera de sus modalidades, abandone, se vea obligado a renunciar a su puesto y ceda a favor del siguiente de la lista electoral.

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