jueves, 24 de agosto de 2017

El Poder Judicial

Como resultado de las acciones en Política Criminal y de Justicia del Gobierno actual,  que incluyen 1) la declaración que este gobierno no se va a dedicar a  perseguir a los anteriores; al 2) Proyecto de
Ley para control del Consejo Nacional de la Magistratura, órgano que decide sobre la elección de magistrados; a la 3) la modificación constitucional para extender los periodos de detención y a 4) Una nueva Ley anticorrupción, que establece limites a la retroactividad; las criticas giran en torno a que “este gobierno busca terminar una “gran transformación socialista”, detenida por la corrupción de anteriores regímenes, y para ello, requiere controlar jueces y proteger a aliados involucrados”.
Esperamos equivocarnos, y por ello, a manera de reflexión, los invitamos a leer el articulo que no pierde actualidad. “El Poder Judicial” del Dr. Lolas,  publicado  en el diario Expreso el 7 de marzo del 2004 y en el libro Magistratura[1].

El Poder Judicial
Por José Lolas Miani
< Se ha convertido en lugar común hablar de la crisis de justicia. Eso demuestra lo endémico, y profundo del problema que es casi consustancial  con nuestra historia republicana. “En los juicios intrincados se rebusca un juez para que anule un sumario, fragüe otro y pronuncie una sentencia donde quede absuelto el culpable y salga crucificado el inocente. Si por rarísima casualidad se topa con un juez integro y rebelde a toda seducción (masculina o femenina) entonces se recurre a una serie de recusaciones, hasta dar en el maleable y venal (…) Para calcular la independencia de los areópagos nacionales, basta rememorar cómo sentenciaron en los grandes litigios financieros (…) Nada extraño que semejantes hombres no sean instrumentos de la justicia, sino herramientas del poder”.

<“Nada patentiza el envilecimiento de una sociedad que la relajación de su Magistratura. Donde la justicia desciende a convertirse en cuna de ricos y poderosos, ahí se abre campo la venganza individual, ahí se justifica la organización de mafias y camorras(…) El Juez causa el daño sin arrastrar las consecuencias, parapetándose en los códigos  y atribuyendo a deficiencias de la ley los excesos de la malicia personal. Una Corte de Justicia es una fuerza irresponsable que desmenuza la propiedad, la honra y la vida, como las piedras de un molino trituran y pulverizan el grano”.

<“Si nada vive tan sujeto a la deformación profesional como el abogado, ya se concibe lo que puede ser un administrador de justicia, a los 15 o 20 años de ejercicio (…) Y la deformación no se confina en lo físico: a fuerza de oír defender lo justo y lo injusto, con igual número de razones, el magistrado concluye  por encerrar la justicia en una simple interpretación de la ley, así que un artículo del código le sirve hoy para sostener lo contrario de lo que ayer afirmaba (…) Las leyes por muy claras y sencillas que nos parezcan, entrañan oscuridades y complicaciones suficientes para servir al hombre honrado y al bribón, quien sabe más al bribón que al honrado”.

<“Y volvemos a decirlo: el pantano de la Magistratura no admite drenaje. Desde el excelentísimo de la Suprema hasta el usía de Primera Instancia, todos los Magistrados llevan en su frente la misma inscripción: Nadie me toque”.

<Estas duras palabras fueron escritas en 1902, hace más de cien años, por Manuel González Prada. Sin embargo, pese al tiempo transcurrido, siguen en lo esencial teniendo vigencia y ponen de relieve cómo no hemos podido solucionar el problema de la administración de justicia.

<El propio escritor recordó que en 1864, el entonces subsecretario de negocios extranjeros de Gran Bretaña, Mr. Layard, denunció en la Cámara de los Comunes que en el Perú un súbdito inglés “había tenido la desgracia de caer en las garras de lo que solo por cortesía puede llamarse Corte de Justicia”.

<¿Que diría don Manuel al ver que “no se investiga y procesa a quien se debiera” de la misma forma cómo se excarceló a los miembros de la mafia montesinista? ¿Al presenciar cómo jueces tuercen la ley e ignoran las sentencias del Tribunal Constitucional para permitirles la semilibertad y la forma en que algunos políticos defienden este proceder de la justicia?

Hoy como en 1902, ciertos magistrados – que se resisten a la reforma y la empantanan y “se enfrentan a posturas que buscan una reforma quizás a su favor” – parecen más, parafraseando a González Prada, herramientas del poder antes que instrumentos de la justicia. También a algunos se les podría señalar que están “parapetándose en los códigos y atribuyendo a deficiencias de la ley los excesos de la malicia personal”.    

<Vladimiro Montesinos fue un producto típico de ese Poder Judicial. Conociendo sus entrañas, usó la corrupción para controlarlo políticamente. “Hoy hay otros intereses” De esta forma, a los problemas añejos se suma ahora el desquiciamiento de diez años de mafias haciendo tabla rasa de la justicia. Por eso, hoy la reforma y depuración del Poder Judicial, con participación de la sociedad civil, es mas urgente que nunca.  No puede haber democracia si el organismo que arbitra  los conflictos sociales, deja de ser el fiel de la balanza y es ciego a todo lo que no sea justicia. =

Nota: Palabras en negrita añadidas a este articulo por el autor del blog.
Deseo declara que esta publicación no obedece a interés político alguno.



[1] LOLAS MIANI, J. (2007). El Poder Judicial. In V. MALPARTIDA CASTILLO, & A. PAREDES GALVÁN (Ed.), Magistratura "Un poder sin poder", encrucijada y disidencia (Primera Edición 2007 ed., Vol. 000434). Lima, Lima, Perú: San Marcos. Pág. 164 y 165.

No hay comentarios:

Publicar un comentario