viernes, 8 de marzo de 2019

Venezuela: Cultura y Literatura muestran vía final de dictaduras.


Para denunciar, “Prefiero ser un ciudadano sin República, que un republicano sin ciudadanía” dice Fernando Savater; Manuel Borras señala sobre editores y prensa: Vivimos en un contexto donde “La prensa se está sicarizando…” donde “se favorece la información cultural intrascendente” que sólo buscan los clicks de la gente en las ediciones digitales, y donde “El prescriptor es cada vez más
importante y los medios tradicionales no se dan cuenta de que ya no tienen el prestigio de antes” y agrega gran verdad: "Nadie descubre nada, todo esta descubierto. Lo único que debemos es prestar atención para detectar entre todo esto qué es lo bueno y qué es prescindible” [1].
Entonces Gustavo Guerrero nos aclara el importante rol desarrollado en Venezuela de escritores, novelistas, ensayistas, poetas y artistas. Nos señala que gracias a su producción, el libro hoy “es una zona franca”, donde se conectan “realidad, la creación literaria y la industria editorial”, en los que “la literatura responde al reto del regreso autoritario de los nacionalismos” y agrega, que ahora mismo refleja “.. la situación de Venezuela ante la catástrofe migratoria, sin precedentes en América Latina”[2].

n  Libros Novelas, Cuentos, Películas, Arte y militancia artística.
Entre las obras incluidas en este artículo invitamos a leer:

Doña Bárbara – 1929 - gran novela de Rómulo Gallegos. (GALLEGOS, 1929)
Se vive en la hacienda y el miedo sobre la tierra parecen ser de la Venezuela de hoy. Sobre todo desde los hechos ocurridos el 30 de marzo de2017 cuando fue inhabilitada la Asamblea Nacional por decisión del Tribunal Supremo de Justicia, dominado por el Chavismo, en un país que tiene como presidente de gobierno a Nicolás Maduro. A partir de ahí la crisis se ha agudizado y precipitado en los diferentes ámbitos que van desde el político y económico, hasta el social y familiar. La crisis ha hecho que más de dos millones de venezolanos hayan empezado un éxodo por todo el continente y parte del mundo en busca de bienestar. Sin embargo la novela sentencia: “El mal es temporal, la verdad y la justicia imperan siempre”.

País portátil -1968- De Adriano González León.
Esta novela premiada condensa todo lo que significó la lucha armada de la izquierda venezolana que no se avenía con el proceso de democratización de la nación después de la larga noche en que la dictadura de Marcos Pérez Jiménez había sumido al país. Su anécdota es más bien simple: un guerrillero andino debe llevar un maletín hasta una casa donde lo esperan sus camaradas, y lo hace cruzando la ciudad de punta a punta en un autobús urbano mientras el narrador rememora el pasado “heroico” de sus ancestros. Cuando llega, lo aguarda el destino que esperaba a toda la rebelión armada venezolana que intentó emular a los revolucionarios cubanos: el fracaso. Esta novela es la foto de un país que jamás ha perdido su condición de “portátil”.

El culto a Bolívar- De Germán Carrera Damas.
Este título incide en cómo desde su nacimiento Venezuela creó una teología alrededor de Simón Bolívar en la que esta figura se hizo sagrada, intocable, y a partir de su gesta se asumió que la única posibilidad de progreso que tenía el país consistía en retomar las ideas conservadoras de un militar del siglo XIX. Este pensamiento le resultó muy conveniente a la casta militar venezolana, que desde 1830 apenas ha abandonado el poder porque se sienten dueños del país y consideran que sólo un pensamiento y una acción cuartelaria permiten gobernarlo.

Venezuela Imán -1973 - de José Antonio Rial.
Presenta la influencia de la llegada de inmigrantes de Europa de la posguerra a buscar un nuevo horizonte en esa tierra prometedora, llena de riquezas y oportunidades

La montaña y su tiempo – 1973 - De Jacobo Borges. (Ernesto Armitano Editor).
En un libro donde Jacobo Borges reflexiona al país desde la gran montaña y sus habitantes asombran a la ciudad capital.

Del buen salvaje al buen revolucionario -1976- De Carlos Rangel. 
Este es uno de los primeros y más importantes ensayos sobre la “civilización” latinoamericana en el que el célebre pensador venezolano hace una reflexión sobre la discrepancia entre lo que una sociedad es y la imagen que esa sociedad tiene de sí misma. El autor abre la reflexión con estas sugerentes palabras: “Los latinoamericanos no estamos satisfechos con lo que somos, pero a la vez no hemos podido ponernos de acuerdo sobre qué somos, ni sobre lo que queremos ser”. Podría decirse que es la puerta de entrada para entender la historia de la cultura venezolana y latinoamericana.

Monumento – 1975-1980 - De Miguel Von Dangel.
Construida entre los años 1975–1980, esta obra plástica resume la situación particular de Venezuela., la obra está hecha con la cabeza y las patas de un caballo embalsamados por el propio artista. El caballo, en lugar de barriga tiene un barril de petróleo y su posición es la del relincho brioso. Es una imagen estremecedora. Allí están concentradas nuestras dos catástrofes naturales: Bolívar y el petróleo. Un petróleo que salpica a quien lo ve y que refleja también la parálisis cobarde de quien lo contempla. Tal y como sucede actualmente con esa vergonzosa abstracción llamada “comunidad internacional”.

El Estado mágico. Naturaleza, dinero y modernidad en Venezuela -1997- De Fernando Coronil.
Se trata de un trabajo historiográfico, con inmersiones antropológicas, que pone en perspectiva los usos del poder en el país, los cuales generaron el caos que hoy atenaza. Coronil disecciona ciertas pulsiones colectivas devenidas atavismos al parecer irresolubles: el impacto de la inusitada riqueza petrolera en una sociedad agraria y pre-moderna (aún lo seguimos siendo en muchos aspectos), las marrullerías del populismo, el sojuzgamiento indirecto de la población mediante coerciones paternalistas. Un estudio riguroso que propone una lectura de las mentalidades venezolanas vinculadas no solo con el mundo político, sino, por igual, con el conglomerado humano que se supone construye una sociedad.

Las crisis de la Venezuela contemporánea -1998 - De Manuel Caballero.
A mediados de 1998 (previos al triunfo de Hugo Chávez en las elecciones de aquel año), Caballero publicó este libro donde deja clara su posición de pensador en líneas como: “Hay (…) gentes atraídas, regular o circunstancialmente por opciones autoritarias: o que llama la atención es que se trate de hombres de cultura. No nos referimos, por supuesto, a esos autoproclamados intelectuales y hasta ‘escritores’ cuya obra ni ellos mismos conocen. En un programa de TV el 4 de febrero de 1994, una señora se presentó como ‘escritora’ para mostrar que Chávez sí había tenido contacto con civiles (y hasta escritores) antes de su intentona. Cuando se le preguntó por su propia obra, ella mostró las actas que cuidadosamente había llevado de las reuniones de los conspiradores: parecía no tener idea de la diferencia entre ‘escritor’ y ‘escribiente” (p. 149). El pasaje muestra cuál fue el papel que la mayoría de los “intelectuales” venezolanos asumieron cuando el teniente-coronel irrumpió en el imaginario público. Sin embargo, lo más interesante del trabajo de Caballero es la minuciosa pesquisa que realiza sobre las causas que llevaron a Hugo Chávez al poder cuando aún era apenas un potencial candidato que recorría el país buscando adeptos. Quiere decir, Caballero sabía, como resultado de su investigación histórica, lo deja claro en el libro, que íbamos derecho a la situación que hoy padecemos.

Un regalo para Julia -1998- De Francisco Massiani.
Donde nadie después de leer un texto tan encantador como este de mediados de los setenta, se esperaba personajes venezolanos tan oscuros como los de hoy.

100 años de perdón -1998- De Alejandro Saderman.
En este filme queda retratada mucha de la idiosincrasia del venezolano y de sus clases gobernantes. En él sobresale la chacota, el facilismo, lo mediocre; rasgos constantes y muy visibles. No es una pieza política, pero acaso por ello la revela (a la política) de manera ostensible, pues muestra el material humano de un cuerpo social que no cree en civilidades ni en reglas, sino en el pleno disfrute de toda ilegalidad.

Lluvia - 2.005- De Victoria de Stefano.
Escrito a comienzos del Chavismo, en apariencia, la historia privada de una escritora que escribe un diario en “el cuarto propio” de su casa, el primer piso es para la cocina y para algunas visitas ocasionales como la de su jardinero. Sobre todo cuando se presenta una lluvia tempestuosa. Las primeras trazas de que la escena nacional van camino a un derrumbe lo atisba la escritora en los paseos habituales que hace por los alrededores. Una urbanización de clase media y de clase media alta. La escritora sorprende avisos reiterados de venta en las fachadas de algunos chalets y la figura de un mendigo que se erige casi como centinela en la iglesia cercana.

Un hombre de aceite – 2008- De José Balza.
En esta breve novela de Balza se realiza el prodigio sinóptico de demostrar el país petrolero, con todas sus corrupciones y bajezas, sus dudas y lujos, sus alegrías y perversiones a través de la vida de un alto funcionario de la empresa estatal, Petróleos de Venezuela, S. A. (PDVSA); y cuando se dice país petrolero se dice también el país todo, porque el siglo XX fue para Venezuela el siglo en que ató su destino a la riqueza que proporciona el hidrocarburo: y cuando este deje de ser valioso, quién sabe qué tipo de valor tendrá el país. Una novela que es la foto nítida de un país bendecido y corrompido por el oro negro.

La Herencia de la tribu. Del mito de la independencia a la revolución bolivariana – 2009 - De Ana Teresa Torres
Se trata de un ensayo que le ofrece al lector algunas claves esenciales para entender la situación de Venezuela, recontextualizando la ideología Chavista en la historia y en el imaginario histórico del país.   Trata de ordenar lo que somos y vamos siendo, desde nuestros mitos fundacionales hasta nuestro delirante presente. Es un recorrido por nuestra historia, que va y viene analizando lo fáctico y lo imaginado, los hechos y las ansias, buscando encontrar una anatomía interior de Venezuela.

La rebelión de los náufragos – 2010 - De Mirtha Rivero.
Investigación periodística sobre la defenestración de Carlos Andrés Pérez, el primer presidente reelecto en Venezuela, a quien Hugo Chávez y sus correligionarios intentaron deponer con dos intentos de golpe de Estado. Al final, Pérez es juzgado por un tribunal civil acusado de malversar fondos secretos. El libro reconstruye con mesura y rigurosidad el período político anterior al arribo al poder de la “revolución bolivariana” y explica algunas de las causas que precipitaron la colonización del imaginario nacional por la antipolítica y por un puñado de conmilitones ahíto de ideas nacionalistas, religiosas y mal digeridas de la historia.

El cuaderno de Blas Coll – 2010 - De  Eugenio Montejo.
Los deberes son cóncavos, los derechos son convexos. Un libro que desentraña un país desde una mirada críptica que encierra lo que somos acudiendo para ello a símbolos inquietantes. Lo que parecen líneas inscritas en lo humorístico desde el molde o desde el determinismo es, en realidad, una denuncia poética y dolorosa: sólo un país como este necesita “inventarse una lengua”. Un idioma que lo acote como tierra que agrede. Un habla que nos diga de otra forma. El cuaderno de Blas Coll de Montejo es de múltiples y necesarias lecturas.

En rojo – 2011 - De Gisela Kozak Rovero  
En rojo cuenta eventos ocurridos a múltiples personajes cuyas existencias transcurren en la Venezuela del nuevo milenio. El hilo conductor de estos relatos es revelar el entramado secreto de un período histórico extremadamente tenso y apasionante en el que han predominado los grandes discursos, los movimientos de masas y la experiencia descarnada de la invasión de la vida privada por los sucesos de la vida colectiva. Más que un libro de cuentos o una novela, se trata de una narración coral que evidencia la potencia, el sufrimiento y la dolorosa belleza de una época feroz”. (Oscar Marcano).

Caracas muerde -2012- De Héctor Torres.
Héctor Torres ha creado con mano diestra un mosaico de horror, tristeza y sangre que es también un retrato inmisericorde y real de la Caracas de ahora mismo. Una Caracas que conserva rasgos de la vieja ciudad antaño acogedora y amable que no se decide a abandonarnos. Por estos relatos pasan oficinistas, motorizados locos, humildes comerciantes, adolescentes asesinos, dulces muchachas de sonrisas color carmín, policías corruptos, hombres y mujeres acorralados por la vida que decidieron sobrevivir a la ciudad de todas las formas posibles. Cada texto es una especie de flash que ilumina un determinado momento de agobio cotidiano, tal como lo expresa en algún momento el narrador de estas páginas: ‘A Caracas no se la habita, se la padece’. De esta manera, el narrador se convierte también en testigo y relator de su entorno, dándole cabida en el texto a una serie de personajes y situaciones que simbolizan un aspecto de la vida urbana. Todos de alguna manera reflejos de una violencia colectiva”. (Manuel Cabesa).

Apaciguamiento -2012- De Miguel Ángel Martínez Meucci.
Este es un libro publicado en el año 2012. Es una de las más lúcidas reflexiones sobre cómo se consolidó la Revolución Bolivariana en los años 2001–2004, el período de mayor enfrentamiento político durante el primer mandato de Hugo Chávez. Martínez Meucci utiliza el concepto de “apaciguamiento” propuesto por Henry Kissinger para explicar no sólo el afianzamiento de Chávez en el poder, sino, más importante aún, las razones de la debacle opositora de entonces…y de ahora.

El Estado descomunal- 2013- Conversaciones con Margarita López Maya, de David González.
Donde se va describiendo la compleja -y a veces incomprensible- realidad que vive Venezuela

El Chavismo como problema- De Teodoro Petkoff.  
Teodoro Petkoff es una figura legendaria de la política de la segunda mitad del siglo XX. Ex guerrillero, político, economista y periodista aguerrido, fue de los primeros en denunciar el totalitarismo de la Unión Soviética con un libro que le costó la “excomunión” por parte de Leonidas Brezhnev. Se trata de Checoslovaquia: el socialismo como problema, publicado en 1969.  Cuarenta años después, con el mismo impulso crítico pero con toda la experiencia acumulada en ese tiempo, Petkoff adaptó su propio título a los tiempos de la actual dictadura Chavista. Es un repaso indispensable para captar la vena autoritaria que define al Chavismo desde su origen. El pensamiento de Petkoff sigue crispando los nervios de los dictadores de turno. Con sus ochenta y cinco años a cuestas, a Petkoff se le tiene prohibida la salida del país.

Manifiesto País – 2014- WMagazin
En febrero del 2014 los estudiantes venezolanos tomaron las calles para denunciar irregularidades y abusos oficiales. La Sala Mendoza vio la fractura del país y decidió solidarizarse y tomó la decisión de vincular la escritura con las artes visuales. Para ello pidió la colaboración de Lisbeth Salas y su editorial La Cámara Escrita e invitó a una serie de creadores para que escribiesen un manifiesto sobre el país. “A partir del conflicto se creó un proyecto curatorial que generó un espacio para pensar, reconocer y descubrir, seguros en la eficacia de la palabra para generar contenidos”, escribió en la presentación del catálogo Patricia Velasco B.

Un total de 66 escritores e historiadores se sumaron a esta idea que no solo “no” ha perdido vigencia, sino que cobra más relevancia tres años después.

MANIFIESTO: PAÍS es lo inclasificable. Lo que puede ser desmenuzado en incalculables partículas. O enunciado en gruesas palabras. Una lista sin comienzo y sin final. Un catálogo de posibilidades, La tensión entre lo oculto y lo MANIFIESTO. Ni siquiera es posible afirmar que hay un país por persona: a menudo, cada quien porta varios países dentro de sí mismo. El país es cosa ambivalente, materia de titubeos. Hoy se afirma y mañana se niega. Incluso: se suscribe o se repele en un mismo gesto”, escribió Nelson Rivera. La cartografía de esa Venezuela la hicieron, entre otros: Rafael Cadenas, Boris Muñoz, Alberto Barrera Tyszka, Ana Teresa Torres, Ednodio Quintro, Elisa Lerner, Gustavo Guerrero, Israel Centeno, Juan Carlos Chirinos, Juan Carlso Méndez Guédez, Lena Yau, Rodrigo Blanco y Yolanda Pantin.

País - 2014 - De Yolanda Pantin
Poesía reunida 1981–2011. “Al ‘reconocimiento’ de que sí sucede en el país, y esa nación se ha hecho ‘irreconocible’, hoy solo tiene imagen en las ruinas de una historia colectiva que arremete con la fuerza de un deslave. Violencia, indiferencia, mentira, humillación: país ‘tajado’ que hace aún más perentoria la reconstrucción y el reconocimiento del sentimiento de patria, la historia íntima y personal, la memoria que puede contarse con el asombro,  la atención y el ‘miedo aterrador’ característicos de esta voz”. (Marina Gasparini).


Patria o muerte - 2015 - De Alberto Barrera Tyszka.
Premio Tusquets de Novela 2015. Pone en escena diversamente, pero con mucha eficacia, la deriva de una sociedad en vías de descomposición y donde el horizonte de futuro se ha clausurado. La desesperanza, la desesperación y la exasperación de los venezolanos; están escritas asimismo con esa ironía admirable y aguerrida en cuyo fondo se deja leer el deseo de pasar esta página de nuestra historia y volver a juntar los fragmentos de una nación hecha pedazos. Retrato eficaz de la fiebre o epidemia emocional que se apoderó de los venezolanos cuando cundieron rumores contradictorios en torno a la noticia de la enfermedad y posible declive del comandante poderoso. Antes -o al unísono- había venido el declive de la sociedad venezolana y algunos de los personajes lo reflejan fidedignamente. Diversos personajes experimentan en carne propia las contradicciones, los dramas, y las pasiones que despertó la enfermedad y el fallecimiento del más reciente caudillo militar del país.

Simón Bolívar. Esbozo biográfico – 2016 - del historiador Elías Pino Iturrieta.
La historia comienza identificado en el bolivarianismo una de las constantes más trágicas de la historia política de Venezuela. Donde se constituyó como república precisamente a contracorriente del ideal bolivariano y cómo esa “traición” es el “pecado original” que los venezolanos parecen condenados a pagar eternamente. Al menos, hasta que decidan encarar las verdades de su propia historia.

Lo que cuenta la mujer canalla. – 2016 - De Lena Yau[3].
La autora parece escribir sobre un escritorio de páginas atlánticas movibles. En las cuartillas de su poemario o de su primera novela cuida del jabillo que dio jardín a su infancia. La montaña caraqueña en Lo que cuenta la mujer canalla se convierte en exacto poema porque en Lena el intertexto no es solo bella arbitrariedad que sigue fidedigna a la frase original sino una forma de dar luz a su corazón mientras se cumple el arraigo oceánico . Sucede el milagro. Se es poeta en Caracas y escritora en Madrid o viceversa. En suma, es la arboleda desangrada en la emigración que Lena Yau cura a través del poema.

Dinero fácil  -2016- de Hensli Hans Solórzano
Once cuentos vinculados, sobre  el descubrimiento del sexo y de los equı́vocos del mundo adulto. La imagen que arroja el libro, apenas disminuida por pasajes humorı́sticos, es la de un profundo desasosiego: una república abandonada a su suerte en donde a sus ciudadanos tan solo les queda la sobrevivencia y, si hay fortuna, algo de dinero fácil.

Salvoconducto – 2015- De Adalber Salas Hernández.
“Caracas, los que van a morir no te saludan” es el verso con que se el  XXXVI Premio de Poesía “Arcipreste de Hita” que al igual del del libro del buen amor un texto eminentemente autobiográfico donde el canónigo Juan Ruiz combinó lo personal, lo sentimental, lo político y lo social para evidenciar la tiranía que el imperio musulmán ejerció sobre la Península Ibérica durante el medioevo.
Otros despotismos, otras señas biográficas, otras geografías constituyen el asunto de este libro que, no obstante, desde aquel primer verso también instala idéntico tono, entre exhortación y demanda, pero con una vuelta de tuerca: la negativa, por parte de la voz poética, a reconocer el poder de lo externo y, pese a estar sometida a él, desafiarlo, desde un heroísmo de la debilidad dable de fertilizar el discurso y sacudir al lector. Ello, siguiendo la tónica de otros poetas venezolanos como Rafael Cadenas y Caupolicán Ovalles quienes en “Los cuadernos del destierro” y ¿Duerme usted, Señor presidente? hicieron de tal estrategia su bandera.  El autor se hace con este estandarte, abandonado por la literatura venezolana durante años más complacientes, a fin de revivir la militancia contra el poder pero sin perder el tono confesional, imprescindible para no caer ni en el amarillismo ni en la crónica roja.

The Night – 2016- De Rodrigo Blanco Calderón.
El libro es un excelente mosaico humano sobre las grietas que dejó Chávez. “Estamos en una época apocalíptica. El mundo se desploma y se revela otra dinámica”. Pone en escena diversamente, pero con mucha eficacia, la deriva de una sociedad en vías de descomposición y donde el horizonte de futuro se ha clausurado. La desesperanza, la desesperación y la exasperación de los venezolanos; están escritas asimismo con esa ironía admirable y aguerrida en cuyo fondo se deja leer el deseo de pasar esta página de nuestra historia y volver a juntar los fragmentos de una nación hecha pedazos.

La Revolución Sentimental – 2017-  de Beatriz Lecumberri
Muestra las muchísimas facetas de Hugo Chávez del que queda la sensación de que a sus buenas ideas las mató el populismo y su deseo de perpetuarse en el poder, heredado ahora por Nicolás Maduro.

Cuentos  (Tres Tomos) -2017- de Salvador Garmendia
Muy buenos cuentos que retratan la Venezuela de Salvador Garmendia editados en tres tomos, en que entre dos amigos se da una escena violenta no esperada.

Homenaje a John Cazale -2019- De Rodrigo Blanco Calderón
Publicado recientemente en la leída Web venezolana Prodavinci que presenta personajes oscuros e insinuaciones que nos pasan por la mente y que los perseguidos antes de ser capturados, no se hubieran imaginado.

Así que pasen cien años.  De Elisa Lerner,
narradora, dramaturga y cronista. Elisa Lerner, escritora de pulso firme y mirada incisiva, aborda al país desde múltiples ópticas.. Lerner entiende y nos hace entender a Venezuela como sociedad desde la escritura, las artes plásticas, el teatro, la música, la crítica, el cine, la universidad, la política, los usos y costumbres, el consumo y el petróleo. Sorprende la vigencia, tanto en el diagnóstico como en la proyección, de líneas como las que siguen: “Si en Venezuela la política es más astucia que memoria, más astuto y efímero presente que proyección y trascendencia memoriosa es porque, en el fondo, seguimos encadenados a las dictaduras que hemos tenido y que siguen viviendo en nuestra vida democrática, como una perturbadora abstracción”. (1970)

n  Palabras Finales
Cultura y Literatura brindan un reflejo real del fracaso y decadencia de las dictaduras socialistas. Con justa razón, la antropóloga Vena Das, nos sugiere el inequívoco vacío de interés social de los regimenes asociados,  al afirmar: “las rebeliones subalternas sólo producen una noche de amor,... en ningún caso pueden transformarse en una vida de amor” (CORONIL, 2000, p. 4) y no se quedan ahí, sino que, proporcionan elementos para una hipótesis final más avanzada, como en la novela de Rómulo Gallegos (Doña Bárbara), cuando señala, “Es necesario matar al centauro que todos los llaneros llevamos por dentro”,  al referirse a acabar con la barbarie que lleva dentro cada hombre.

Hoy Juan Carlos Méndez Guédez señala que “La dictadura de Venezuela es bastante ignorante y ha destruido la cultura” y que la realidad que agrieta Venezuela ha superado la imaginación de los escritores[4]. Y a la vez, contamos con historias como las de Rodrigo Blanco Calderón, cuya lucidez señalan “la oscuridad que dice haber avanzado sobre Venezuela en los últimos años”, explican que “estamos en una época apocalíptica, en la que el mundo se desploma y se revela otra dinámica”,   cuyas condiciones dan lugar a escribir para “ver, retratar, entender, denunciar y compartir lo que allí ocurre”[5].

Muy a pesar que “Editores y prensa colaboran a la santificación de la mediocridad” (Manuel Borras, 2018), Escritores, novelistas poetas y artistas en Venezuela, han tomado el reto en el que “la literatura es hoy la mejor forma de responder al regreso autoritario de los  nacionalismos” (Gustavo Guerrero, 2018) y donde las palabras como “Caracas los que van a morir NO te saludan” (Adalber Salas Hernández, 2015) nos muestran la verdadera tesón del pueblo que lucha por su supervivencia.

Declaro que no tengo conflicto de interés alguno en el contenido y publicación de este artículo.


[1] Manuel Borras: “Editores y prensa colaboramos a la santificación de la mediocridad” Entrevista Por WINSTON MANRIQUE SABOGAL.  W Magazín. Fecha : 03 de abril del 2018.
[2] Gustavo Guerrero: “Uno de los retos de la literatura es responder al regreso autoritario de nacionalismos”. Entrevista Por WINSTON MANRIQUE SABOGAL. WMagazín. Fecha 24 de agosto del 2018.
[3] Es autora de Hormigas en la lengua (Sudaquia, 2015), Trae tu espalda para hacer mi mesa(Gravitaciones, 2015), Lo que contó la mujer canalla (Kalathos, 2016).
[4] Méndez Guédez: “La dictadura de Venezuela es bastante ignorante y ha destruido la cultura” Entrevista por Winston Manrique Sabogal. Fecha: 6 de febrero de 2018. WMegazín.
[5] Rodrigo Blanco Calderón “Estamos en una época apocalíptica. El mundo se desploma y se revela otra dinámica”.  Entrevista por Winston Manrique Sabogal. Fecha: 19 de junio de 2018. WMegazín.

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