martes, 9 de agosto de 2011

Disturbios y conflictos generalizados nos marcan la necesidad de la inclusión social y de una nueva postura legal contra los disturbios y protestas.

Violencia racial en Londres. Sábado 6 de agosto 2001, por la noche
Policía en Operación “Tridente” da muerte a un africano relacionado al tráfico de armas
Resultado: Incendio en Tottenham, 35 policías heridos, 160 arrestados, disturbios en varias ciudades, millones en perdidas.



Las experiencias de los disturbios y conflictos generalizados en la última década, notoriamente conocidas en los casos recientes en Londres[1],[2], Paris[3], Grecia[4], así como el de un elevado numero de conflictos en Perú[5], que en julio pasado alcanzaron la cifra de 214, nos muestran el efecto resultante de la frustrante situación económica mundial, y la correspondencia directa con las actitudes del sentir colectivo ante la perdida de expectativas.
  • Los conflictos son desde ya una experiencia real, un indicador que nos enseña día a día, que estamos expuestos a más resultados de violencia, crimen y los daños a la propiedad sino se atienden las necesidades de inclusión social, que bien este gobierno ha dado muestras de intención al ponerlos por delante.
  • La violencia generalizada de los casos internacionales ha causado un notorio “mutis” en los organismos dedicados a los derechos humanos, y coloca sobre la mesa, evidencia clara y una premisa lógica, que “en caso de no ser más inclusivos socialmente, todos estamos expuestos a más violencia”.
  • Por ello, siguiendo el camino de la experiencia,  es más que necesario,  imprescindible diríamos, tomar medidas, para evitar que la protesta pacifica ese método de solución humana, tome la forma de conflicto social descontrolado.“cualesquiera sean los motivos de la violencia”, y/o “quien tiene la razón”.
  • Esto esta comenzando a llamar la atención de gobiernos serios, que ya están viendo que los conflictos descontrolados son una situación que requiere ser enmendada para prever un futuro mejor, que la protesta pacifica, quizás ya es un método arcaico, en estos tiempos, vulnerable a dar paso a la violencia y se requiere proponer una formula más moderna, proactiva, inmediata, legal y con la fuerza necesaria para llegar a una solución, que pueda ser escuchada y lleve a una decisión por los gobiernos, sin el riesgo de cruzar ese delgado limite entre calma y violencia descontrolada que afecta vidas y propiedades, y que solo debería estar del lado del crimen.
  • Una nueva postura con respecto a las protestas también contrarrestaría la “exacerbación adicional a la violencia” producto de la influencia de las modernas redes sociales y sus intereses.


El delito, la protesta pacifica y el conflicto social descontrolado, poniendo los puntos sobre las ies.
  • Los Delitos y las faltas son actos ilegales,  afectan la vida,  la propiedad de las personas o del estado. 
  • La protesta pacifica[6] es un acto político, por lo general contra la decisión o indecisión política de un gobierno.
  • El Conflicto Social como fenómeno de violencia descontrolada, que causa daño a la vida y a la propiedad es ilegal y punible[7].
  • La experiencia nos muestra que los conflictos sociales no solo han desplazado a la protesta pacifica, sino que algunas entidades oficiales del gobierno las confunden y las nombran como si el conflicto fuera igual a la protesta pacifica. Hace un buen tiempo, lo notamos sin reconocerlo, es origen común de perdidas a la vida y daños a la propiedad.
  • La experiencia también nos muestra que los promotores de las protestas pacificas que se tornan en conflictos sociales descontrolados, se declaran inocentes de los resultados, y no se declaran responsables de daños y perdidas, que por lo general refieren a agitadores y saqueadores.


Los autores,  el crimen y el conflicto
  • La defensa contra el crimen es diferente a la defensa contra el conflicto social
  • El Estado no cuenta con medios de solución efectiva ante un conflicto social de violencia descontrolada.
  • La experiencia nos muestra que las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional son eficaces en la lucha por la seguridad nacional y contra el crimen, más no contra los conflictos sociales generalizados. (de origen político, indígena  o ambiental en nuestro caso). Los militares encargados de contener una agresión como la policía o el ejército están expuestos no solo a los efectos del conflicto, sino también a un acto criminal como resultado de acciones propias, provenientes de algunas de las razones siguientes, 1) peligro a la vida propia, 2) impotencia de proporcionar una respuesta ante una fuerza superior y 3) decisión conciente y anormal de causar castigo al grupo agresor.  
  • La policía nacional, por lo general encargada de conducir la defensa ante el crimen cuenta para ello con su razón de conciencia y las armas a su disposición. En los conflictos sociales, donde el conflicto es causado por intereses políticos diferentes al crimen, la policía actúa y defiende “sin juzgar” y las armas empleadas solo sirven de contención, permiten la defensa propia limitada y no sirven de nada contra daños y crímenes a la propiedad privada y a la propiedad pública.
  • En el otro extremo, los individuos encargados de promover un conflicto social por lo general son personas maduras, organizadas, que actúan altamente motivadas. En los grupos promotores del conflicto, el crimen aparece como complemento a los disturbios principales, 1) Habrá agitadores, con interés exacerbar el conflicto, atentando contra la vida de las personas, 2) Habrá saqueadores con interés de robar para su propio beneficio y 3) Habrá saqueadores con interés de destruir la propiedad. Ante esta situación, la policía nacional, en el marco de un conflicto tiene limitada capacidad de respuesta, peor aún, la experiencia nos muestra que el ciudadano y el estado, la propiedad pública o privada no cuentan con medios de defensa y esta predestinadas a sufrir daños y perdidas.


Las redes sociales son un mecanismo que facilita la criminalización generalizada
  • La experiencia nos muestra que las redes de Internet son un campo de conflicto aparte, donde cada individuo, usando una identidad falsa, expresa sin temores sus deseos de rechazo y violencia.
  • Adicionalmente, las redes sociales son “mecanismos de exacerbación de violencia” debido a que adquieren valor en la recolección de detalles y evidencias visuales.
  • Finalmente, los afamados mecanismos de búsqueda Web han declarado para beneplácito de algunos y desesperación de otros que no han tenido reparos en proporcionar sus “datos y evidencias de una región” a los organismos de inteligencia de “otra región”[8].



[6] Constitución Política del Perú. Artículo2, inciso 21, Toda persona tiene derecho: A reunirse pacíficamente sin armas. Las reuniones en locales privados o abiertos al público no requieren aviso  previo. Las que se convocan en plazas y vías públicas exigen anuncio anticipado a la autoridad, la que puede prohibirlas solamente por motivos probados de seguridad o de sanidad públicas. http://www.tc.gob.pe/legconperu/constitucion.html

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