sábado, 13 de agosto de 2011

Una breve experiencia de la Participación Ciudadana


Mi Comité de Participación Ciudadana….
Corrían los días del mes de agosto del año 1999, año del II aniversario de creación de la Dirección Nacional de Participación Ciudadana de la Policía Nacional del Perú, su director el General Enrique Yépez Dávalos llevó a cabo las organización de los comités en Lima, en  el distrito, Pueblo Libre tenía 107 comités formados, entre ellos, estaba el del parque al que tuve el la ocasión de presidir.

La oficina de participación ciudadana de la comisaría de Pueblo Librea, era pequeña, en ella solo trabajaban dos sub oficiales y una empleada civil  que se daban tiempo para organizar, citar, reunir y coordinar charlas de seguridad en el distrito.  Era el tiempo en que los policías “como en antaño”, cada par, conocían su barrio y a sus vecinos, y con los que se coordinaba la reacción ante la delincuencia, que por lo general venía de otros sitios. Muy pocas veces en nuestro comité vimos al comisario, quizás por tener otras responsabilidades, sin embargo, la presencia de los agentes de la oficina de Participación Ciudadana fue permanente y dejó constancia de su interés.

Habían Comités de Participación Ciudadana y Comités Vecinales
Recuerdo que en nuestro barrio, el comité de participación Ciudadana llegó a instalar tres sirenas, donadas todas, que eran operadas por vecinos, quienes alertaban de la presencia de gente extraña en las noches, o de pandillas, o de jóvenes intentando beber licor en el parque. Los vecinos eran los ojos de la vecindad, las señoras pasaban la voz y los hombres acudíamos prestos a la emergencia. Los presidentes de los comités fuimos vecinos voluntarios que teníamos el compromiso de velar por el resto, los vecinos nos conocíamos y estábamos alerta ante personas y vehículos extraños.

Antes de comenzar el trabajo del comité habíamos tenido un promedio de robo de una casa por mes  y casi la mayoría de vehículo en las calles era abierto sin misericordia, por lo que habíamos decidido detener los robos.  Los presidentes de los comités y sus miembros eran seleccionados de entre los vecinos priorizando los criterios de seguridad. Era una realidad, que no todos participaban, pero una gran mayoría salía al toque de la sirena para ver que pasaba mientras que otros se encargaban de llamar a la policía. 

Ese mismo año, la Municipalidad de Pueblo Libre y su alcalde a la cabeza dirigían sus propios Comités Vecinales y su Serenazgo,  estos simplemente estaban y actuaban distanciados de la organización de los comités de participación ciudadana organizados por la Policía Nacional. Los comentarios de la mayoría eran que los criterios de selección en la municipalidad priorizaban las “relaciones políticas partidarias sobre la seguridad”.  A mi modo de ver personal, independiente, los alcaldes buscaban asegurar el trabajo vecinal con sus correligionarios y esta prioridad iba en desmedro de la seguridad pues se entendía por el resto como que  “buscaban asegurar el apoyo a la municipalidad y asegurar una probable reelección”.

Ahora la Policía Nacional será la asesora de los alcaldes para la seguridad en las calles.
En recientes declaraciones el Ministro del Interior, Oscar Valdez, ha declarado que la Policía Nacional debe ser el asesor de seguridad de los alcaldes. El Policía, el comisario, es el técnico que debe asesorar adecuadamente el empleo de todos los recursos materiales y humanos, es el que debe aconsejar al alcalde los planes de operaciones que deben llevarse a cabo, debe ser el asesor de seguridad.[1]

También ha declarado el Ministro que como resultado de la primera reunión sostenida con los alcaldes de Lima y Callao la intención es hacer una conjunción de esfuerzos, objetiva, para mejorar el sistema de seguridad ciudadana.[2]

Comentario Final
  • Es nuestro deseo común que estas  intenciones del Ministro de Interior no sean aprovechadas priorizando intereses políticos sino de seguridad. De ser así, la organización de los nuevos comités de seguridad ciudadana podrá ser mas efectiva, sino , todo lo contrario, podría conllevar a la polarización de los vecinos.
  • Quizás esto a futuro pueda significar sustento a la improcedencia de la reelección de alcaldes, pues ellos contarían con una ventaja de organización de comités si decidieran volver a postular, como ya ha sucedido en algunos distritos.

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