lunes, 19 de septiembre de 2011

Dos representantes diplomáticos Peruanos asesinados este año

Fuente: Centro de Derecho Internacional y Comparado
(consejo a los alumnos)

Representantes Diplomáticos Peruanos asesinados este año, en circunstancias por demás extrañas, ameritan una investigación concluyente, demandan análisis y un plan para determinar los diversos aspectos en juego, ante la presencia de signos de riesgo y agresividad inusual.

Como se recuerda, Sergio Alonso del Castillo Cebreros, (30) segundo secretario de la Embajada Peruana en Rusia,  fue encontrado muerto luego de desaparecer en año nuevo después de salir de una discoteca en Moscu, Rusia; al caso de este diplomático, ahora se le suma la muerte del especialista en armas, Técnico del Ejército, Rodrigo Castillo Córdova, (40) auxiliar del agregado de defensa de la Embajada de Perú, asesinado con arma blanca  en la ciudad de Ramla, cerca a Tel Aviv, Israel, en esta última, en donde la única oficina de relaciones exteriores en el medio oriente es la peruana.

Es muy “poco lo que se puede determinar” en el contexto de una investigación internacional llevada a cabo por países cuyas intenciones serán “mantener las relaciones”.

Lo que no deja de ser anecdótico, es que estos casos ocurran a los cargos que representaban las víctimas de estos casos, en países donde, nuestros rasgos étnicos coinciden, por esos avatares del destino,  a los rasgos de ciudadanos considerados acérrimos enemigos,  y que en ambos casos, están relacionados al Islam.  Esto, sin considerar que ambos apelliden Castillo, un apellido de ascendiente y connotación española.

En el caso de Moscu, enfrentando un terrorismo de origen islámico, no solo, los gobiernos y sus fuerzas de seguridad están influenciados, sino todos y cada uno de los miembros de esta sociedad que han perdido y pierden día a día a sus seres queridos. Así que la amenaza a la vida está en las calles, puede provenir de cualquiera, y con autoridades que por razón de las circunstancias en las que viven, tienden a proteger a su propia gente.

El caso de Israel, es similar y de xenofobia particular, es un país de inmigrantes bajo la influencia de un gobierno nacionalista, con una fobia anti Islam y un permanente estado de conflicto inter etnias (judío – palestino), y donde los casos de ataques con arma blanca son numerosos.

Estamos seguros que nuestras autoridades, han considerado estos aspectos para determinar las pautas de conducta y residencia en los países donde tenemos presencia, pues no solo es el caso de mantener buenas relaciones, sino obtener una relación de provecho para el país, y también  sobrevivir, especialmente luego de determinar si el riesgo de mantener relaciones es equivalente al riesgo que representa que se nos acaben los representantes y diplomáticos.



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