viernes, 8 de noviembre de 2013

Algunos políticos descienden tanto como sus discursos, otros permanecen inalterables

Este 22 de noviembre, se cumplirán 50 años del magnicidio del presidente John F Kennedy (JFK), cuando participaba en un desfile vehicular en el estado de Texas. En esta nota resaltamos líneas de algunos de sus notables discursos políticos. 
La finalidad compararlas con los contenidos de los discursos locales a los que estamos acostumbrados. 

De JFK “no sabemos si pudo haber cambiado la historia”, sin embargo si conocemos “que sus palabras se mantienen inalterables en el tiempo”. Al modo de ver de alguno, entre los que me incluyo, un ejemplo para todo político.

En términos de “contenido”,  los medios, se encargan de mostrarnos las desviaciones que ha sufrido el contenido y el discurso político de nuestros días. Hoy fondo y forma ha dejado de apuntar a los magnos objetivos colectivos para dar paso a hipótesis de ataque y defensa de la farándula politiquera local.  Aquí unas líneas en la que estoy seguro podrán encontrar diferencias…

El 5 de julio de 1960, John F. Kennedy, al aceptar la nominación del partido demócrata
declaró “el pueblo americano espera de nosotros algo más que llantos de indignación y ataques, los tiempos son demasiado graves, los desafíos son urgente, y las vallas tan altas para dejarnos llevar por las pasiones habituales del debate político, o  para maldecir la oscuridad del pasado, sino para encender una luz que nos lleve a un futuro seguro y sano.  Como dijo Winston Churchill al asumir el cargo hace unos veinte años: si abrimos una pelea entre el presente y el pasado, estaremos en peligro de perder el futuro. (…) Debemos considerar que hay naciones jóvenes, y que en ellas,  hay hombres jóvenes que están entrando en la política, que por ser jóvenes no están vinculados a las tradiciones del pasado, y que no están ciegos a los odios y rivalidades, que bien estos hombres, podrían desechar las viejas consignas, delirios y sospechas."

El 12 de setiembre de 1960, John F Kennedy en su discurso sobre su postura religiosa, hoy con la connotación mundial de alguna guerra tildada de “santa”, afirmó  "…Mientras que la cuestión religiosa es necesaria y adecuada,  el tema principal (…) es que tenemos problemas mucho más importantes que afrontar (…) a las amenazas se suman , una América con demasiados barrios pobres, con muy pocas escuelas, y hasta la luna y el espacio exterior demasiado tarde.  Estos son problemas reales que deciden las campañas. Y no son los temas religiosos, la guerra, el hambre, la ignorancia y la desesperación no conocen barreras religiosas.  Pero como soy católico (…) es necesario para mí afirmar una vez más (…)  Yo creo en una América donde la separación de iglesia y estado es absoluta, donde ningún prelado católico le diga al presidente (en caso de que ser católico) cómo actuar, y ningún ministro protestante diría a sus feligreses por quién votar, o donde una iglesia o escuela de iglesia concede todos los fondos públicos o preferencia política, y donde a nadie se le niega un cargo público por su religión. (…) Creo en una América oficialmente ni católica, protestante ni judía; donde ningún funcionario público ni solicitare o aceptare recibir instrucciones sobre las políticas públicas del Papa, el Consejo Nacional de Iglesias o cualquier otra fuente eclesiástica; donde ningún organismo religioso pretenda imponer directa o indirectamente (…) un acto contra otros."

Finalmente las líneas del discurso que no llegara a pronunciar pues estaban programadas para la noche de aquel día en que fue asesinado, el 22 de noviembre de 1973

"…Tampoco son necesarios los fanáticos,  ni los débiles de corazón. Y nuestro deber como Partido no es solo el partido, sino la nación, y, de hecho, toda la humanidad. Nuestro deber no es la conservación del poder político, sino la preservación de la paz y la libertad.  Así que no seamos mezquinos siendo nuestra causa tan grande. No nos peleamos entre nosotros, cuando el futuro de nuestra nación está en juego.  Pongámonos de pie junto con renovada confianza en nuestra causa - unidos en nuestra herencia del pasado y nuestras esperanzas para el futuro - y así  esta tierra que amamos dará lugar a toda la humanidad hacia nuevas fronteras de paz y abundancia."

1 comentario:

  1. MI QUERIDO JORGE,CREO QUE POR ESO LO ELIMINARON,POR SU IDEALISMO, QUE ERA PELIGROSO PARA LOS FINES ECONÓMICOS DE LOS INTERMINABLES PODEROSOS QUE SEGUIRÁN CONTROLANDO EL MUNDO.
    LO IMPORTANTE ES,CITANDO A ANATOLE FRANCE:"LA UTOPÍA ES
    EL PRINCIPIO DE TODO PROGRESO Y EL DISEÑO DE UN FUTURO MEJOR". Y A ELLA,NO LA PODRÁN ELIMINAR JAMÁS.
    CONSÉRVATE BUENO.

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