lunes, 11 de noviembre de 2013

“Mejorar el Código de Ética”, un proyecto que señala que la Seguridad Ciudadana está llegando al Congreso

En el Perú, los delitos y faltas de autoridades oficiales carecen de un sistema de registro. Solo se registran aquellos casos que llegan al Poder Judicial.

En el Congreso, el procesamiento de faltas y delitos adolece de defectos. El resultado ante una falta o delito, es un proceso largo, tedioso, irrelevante, moroso, oneroso para los fines institucionales, y en el que la sanción impuesta da la impresión de ser negociada por los bandos intervinientes, disminuida y luego de un tiempo olvidada.

El proyecto de ley vendría a ser una solución limitada de lo que constituye la verdadera dimensión problemática referida a las faltas y hasta delitos de las autoridades oficiales en todos sus estratos, no solo de los congresistas.  Por lo pronto, las estadísticas reales ponen en
tela de juicio otros sistemas, como el de selección de candidatos a congresistas, del cual nadie se ocupa.

El Proyecto….
El presidente de la Comisión de Ética del Congreso, Humberto Lay, anunció que se prepara un proyecto de ley para modificar el Código de Ética del congreso. 

Este proyecto, buscaría entre otros objetivos...
  • Eliminar “vacíos y ambigüedades” que permiten faltas
  • Establecer un procedimiento más expeditivo y no tan engorroso para el tratamiento de las faltas
  • El levantamiento del fuero inmediato
  • Uniformar el desencuentro existente entre la normatividad de la Comisión de Ética y el de la subcomisión de acusaciones constitucionales
  • Una Sanción efectiva y severa.  Según el congresista Humberto Lay, “Para las faltas muy graves, el procedimiento debe de ser mucho más expeditivo e inclusive conllevar al desafuero del congresista”, "el que una simple suspensión de 120 días sea el tiempo máximo de sanción, hace que “la imagen del Congreso se vea perjudicada”

Los casos...
  • El caso del congresista Urtecho es una prueba de las faltas y delitos en el Congreso.  Quedarse con el sueldo de trabajadores de su despacho, encargar labores domésticas al personal del Congreso, apropiarse de una donación de 621 sillas de ruedas para discapacitados y utilizar comprobantes de pago aparentemente falsos para que se le reembolse gastos por más de S/.243.000.
  • El caso del congresista Chehade quien habría utilizado su posición para influir en la policía en beneficio de un particular.
  • El caso de la congresista Celia Anicama, quien pirateaba señales de cable para revenderlas "Robacable",
  • El caso del congresista Eulogio Romero, quien tendría vínculos con la minería ilegal "Comeoro".
  • El caso de las mentiras en las Hojas de Vida de los congresistas Wilder Ruiz, Federico Pariona, Emiliano Apaza y Alejandro Yovera quienes habrían mentido en sus hojas de vida.
  • El caso de vinculación al proxenetismo, del congresista Néstor Valqui
  • El caso del congresista Walter Acha, quien fuese acusado por su jefa de prensa de haberla violado.
  • El caso del congresista Rubén Condori, quien le robara el voto a otra congresista "robavoto" (según él porque “se le salió el niño”).

  • A fines del 2011, se estableció que la suspensión de parlamentarios se interrumpe durante el receso. Por lo que cinco congresistas suspendidos, se reintegraron y cobraron sus sueldos.
  • Los casos de los congresistas "mataperro", "robaluz", "comepollo", "lavapiés" y "planchacamisas".
  • El caso de la congresista Nancy Obregón, denunciada por vínculos con el narcotráfico y el terrorismo.

Las conclusiones están a la vista:
  • La seguridad ciudadana está ausente en el congreso
  • Existe multiplicidad de casos en los que congresistas, invocando su investidura oficial y parlamentaria, avalan indirectamente o directamente transgreden las normas establecidas.
  • Ante la ausencia de estadística, el escándalo de los casos, pone en tela de juicio el sistema de selección de candidatos a congresistas.



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