martes, 15 de julio de 2014

Stephen King tenía razón: los teléfonos celulares pueden causar su muerte ... y la de sus hijos

Tomado de Green Builder
Publicado por Cati O'Keefe
Traducción Jorge Contreras
Este artículo lo reproduzco porque en mi caso constituye una experiencia de vida. Hace un par de años, por diversas razones hablaba por celular unas cuatro veces al día, entre 20 y 30 minutos diarios cada vez.  El año pasado me detectaron una hinchazón inusual de una glándula salival de aproximadamente cinco milímetros a la altura de la mandíbula izquierda, luego de diversos exámenes detectaron que era benigno, se descartó el cáncer y me opere quedando bien. Ahora entiendo que todo se debió a la influencia del campo electromagnético  del celular. Este artículo lo explica. Los invito a leerlo. También explica que el efecto en los niños es más dañino debido a que ellos dependiendo su edad, tienen menor grosor en la capa de su cráneo.

Zonas muertas: Quizás la ficción de Steven King sobre los teléfonos celulares no sean tan riesgosas como los peligrosos que representan en la vida real

A todos nos ha pasado los de las zonas muertas…
Absortos en una conversación con nuestros teléfonos celulares, nos molestamos cuando la llamada se corta. Sin embargo estas zonas muertas podrían ser más bien  lugares más seguros para los seres humanos, según informes recientes relacionados a los peligros de las
tecnologías inalámbricas.

Un informe del Instituto Nacional para la Ciencia, Derecho y Políticas Públicas (INCDPP)  titulado "Una llamada de Alerta a la Salud Pública: El lado oscuro de la revolución inalámbrica", detalla las consecuencias de salud por la exposición a la radiación de las microondas de los teléfonos móviles, de las antenas vecinales, redes celulares, routers inalámbricos, teléfonos portátiles, y otros dispositivos. A ello se suma  otro informe de expertos de la EMF, a fines del verano pasado, que trata sobre "Teléfonos celulares y tumores cerebrales".

Adicionalmente, un creciente cantidad de evidencia sobre los efectos nocivos de la exposición a los campos eléctricos –a los de 60 ciclos por segundo, con alternancia de tensión de corriente alterna de negativa a positiva,  emanada de los cables eléctricos en nuestros hogares, junto a la exposición a los campos magnéticos de las tuberías de agua- se suman a la preocupación de los seres humanos quienes,  nos encontraríamos, bajo los efectos de estos estados de sitio eléctricos.


"La radiación electromagnética [EMR] tiene potencial para convertirse en la toxina más polémica de nuestra vida", asegura Rob Metzinger representante de “Tecnologías seguras para la vida” de Canadá. "Ciertamente, en nuestro negocio diario apreciamos un creciente interés público en comprender este tipo de contaminación."

Lloyd Morgan, autor principal de "teléfonos celulares y tumores cerebrales" añade "La exposición a radiación del teléfono celular está considerada el mayor experimento de salud humana llevado a cabo, sin consentimiento informado y tiene unos 4 mil millones de participantes inscritos", "La ciencia ha demostrado un aumento del riesgo de tumores cerebrales por el uso de teléfonos celulares, así como un mayor riesgo de cáncer en los ojos, tumores en las glándulas salivales, cáncer testicular, linfomas de Hodgkin y leucemia, a los que el público debería estar informado".

El lado oscuro del “estar siempre conectado”
Para agravar el capricho celular esta el Wi-Fi, o los routers inalámbricos de Internet. La seductora promesa de ser capaz de trabajar de manera remota desde cualquier lugar del mundo ha capturado la imaginación de los profesionales de negocios. Numerosas imágenes de personas atendiendo su correo electrónico en la playa se han grabado en nuestra psique colectiva. Todos pensamos, que somos capaces de trabajar y llevar negocios desde nuestros escritorios remotos, si no desde Hawai.

Las escuelas se han añadido a esto, también. Como señala el informe "de Alerta", el hecho de que las escuelas, en este país, estén utilizando cada vez más redes inalámbricas para acceder a Internet, en lugar de conexiones físicas cableadas aumenta el tiempo de exposición a radiación de niños durante su vida. Varios países fuera de los Estados Unidos, están recomendando el uso limitado del teléfono celular y la conexión Wi-Fi para los niños, entre ellos Alemania, Rusia, India, Bélgica y Finlandia. Es evidente que los Estados Unidos está aún detrás de la curva en este tema.

A fines de la primavera pasada, Francia prohibió los teléfonos celulares en las escuelas primarias y se ha convertido en el primer gobierno europeo en anunciar públicamente una propuesta de prohibición absoluta de algunos aspectos del teléfono móvil. El proyecto de ley tiene por objeto prohibir la publicidad a los niños menores de 12 años y la venta de teléfonos celulares para niños menores de seis años. En París se está eliminando el Wi-Fi de las bibliotecas, y la Universidad de Lakehead, en Ontario, Canadá, ha prohibido el Wi-Fi en todo su campus.

Magda Havas profesor asociado de estudios ambientales y de recursos en la Universidad de Trent en Canadá, autora del informe de "Alerta" explica "Somos adictos". "Los teléfonos celulares están siendo mal empleados como una forma de mantenerse en contacto permanente. Se suponía que iban a ser utilizados para negocios o situaciones de emergencia, pero la gente los está utilizando en sus casas porque son muy convenientes. Y ahora los niños los están usando. Darle a un niño un teléfono celular es como darles un paquete de cigarrillos".

Y por qué no pegamos un grito en el cielo? Porque "Hay una gran cantidad de poder interesado en ignorar el lado negativo de la tecnología inalámbrica, señala Larry Ráfagas consultor de “Racha Ambiental”. Esta relacionada con el hecho de que esta industria vale 4 trillones de dólares anuales.

Oram Miller, biólogo e inspector ambiental certificado añade "Y nada se oye acerca de estos problemas en medios americanos". "La prensa europea y asiática está llena de informes sobre este tema. Una revisión anual publicada por la Universidad de Albany, en Nueva York, asegura que el informe titulado Bio Iniciativa, asegura que los llamados "límites de exposición seguros" establecidos por el gobierno estadounidense son demasiado indulgentes por varios miles de unidades en exceso".

¿Cuál es el resultado en la Salud?
“Racha Ambiental” y otros pintan un panorama problemático global sombrío. "El ambiente está lleno de las transmisiones digitales. Si las señales fueran de color azul, no seríamos capaces de ver a través de ellas. Las señales también están tomando nuestros cuerpos para trasladarse. "Los efectos sobre la salud corren amplia y profundamente, y se van acumulando con el tiempo.

Es necesario entender cómo funcionan los campos electromagnéticos en nuestro organismo.
Los campos electromagnéticos (CEM) son términos que describen las exposiciones creadas por las tecnologías alámbrica e inalámbricas. La exposición ambiental a los CEM artificiales interfieren en los procesos biológicos fundamentales, y causan malestar o enfermedad. Hoy en día, todo el mundo está expuesto a campos electromagnéticos de baja frecuencia proveniente del cableado eléctrico, de los aparatos electrónicos, y de las líneas eléctricas.  También son nocivas las ondas portadoras de baja frecuencia que transportan información en ondas de radio generadas por dispositivos inalámbricos, como teléfonos celulares, teléfonos inalámbricos y redes Wi-Fi y Wi-Max.


Con los campos electromagnéticos de baja frecuencia, el cuerpo detecta las señales magnéticas y los ve como una amenaza. Estos campos comprimen las membranas celulares, que se hacen más delgadas y restringen el movimiento de nutrición de las células y de sus desechos fuera de las células. Si esto sigue así el tiempo suficiente, puede comprometer órganos y causar que las células mueran. Este efecto es más pronunciado en el llamado "campo cercano" en torno a un teléfono celular, que se extiende a 5 1/2 longitudes de onda, o alrededor de 6 -7 pulgadas del teléfono cuando está transmitiendo. Si nuestra cabeza está dentro de ese campo todo el tiempo cuando estamos en una llamada, los efectos se van acumulando.

Expertos de EMF señalan a un número alarmante de personas sufriendo de hipersensibilidad electromagnética, a quienes se les refiere a menudo como el síndrome de “los canarios en la mina de carbón”.

Sus síntomas incluyen irritabilidad, insomnio, fatiga, dolor crónico, dificultad para concentrarse, mala memoria a corto plazo, depresión, ansiedad, irregularidades cardiovasculares, náuseas, trastornos de la piel, y trastornos de los ojos y los oídos. Aunque prácticamente no reconocida en algunos países, la hipersensibilidad electromagnética es una discapacidad "compensable" en el sistema sanitario de Suecia.

Debido a que estos síntomas también son los mismos para una serie de otras enfermedades, ha sido difícil en el pasado rastrear a los CEM. Sin embargo, las quejas son generalizadas, y el reciente lanzamiento de los teléfonos móviles 3G ha causado quejas del público casi inmediatas de la enfermedad, según un estudio de los Laboratorios TNO de Física y Electrónica de los Países Bajos.

La historia sobre los campos eléctricos, no se debe confundir con los campos magnéticos, también causados ​​por el cableado de electricidad de las casas en las que la polaridad de la corriente alterna en los cables en paredes y suelos, así como en los cables de alimentación, pasa de positivo a negativo a 60 veces por segundo (60 Hz). Esto causa una rápida, poderosa atracción alterna y repulsión de los iones y electrones en cada uno de los trillones de las células de nuestro cuerpo, en especial durante la noche mientras dormimos. Esta agitación sutil nos impide conseguir un buen descanso, ya que suprime la melatonina producida por la glándula pineal, una hormona que promueve el sueño profundo. Sin descanso, el organismo no puede curarse a sí mismo durante la noche, que es la finalidad del sueño.

"Se estima que alrededor del 3% -5% de las personas-tal vez hasta un 30%-se vean afectadas por la radiación de radiofrecuencia (RF) y 120 voltios de electricidad de corriente alterna", asegura Miller. "Esta gente no puede ir al Starbucks, bibliotecas [y otros lugares donde se ofrece conexión Wi-Fi], y no tendrá una buena noche de descanso en sus propios dormitorios." Muchos otros están igualmente afectados, pero ellos y sus médicos aún no saben que la causa es el CEM constante a su alrededor.

La casa un Santuario
La mala noticia: No hay una nada que puedan hacer los constructores para evitar las influencias inalámbricas. La buena noticia? Los constructores pueden diseñar y construir sus viviendas como un santuario de salud y calma.
 
Stephen King NovelHorror Celular autor Stephen King explora los peligros del uso de teléfonos celulares y los beneficios de evitar la contaminación del EMF en su novela del 2006 el celular.

"Estamos tratando en nuestra profesión, no sólo de ayudar a las personas que son sensibles a los CEM, sino también para ayudar a los arquitectos y constructores en el diseño de espacios de vida y trabajo, que reduzcan  la exposición de los ocupantes a los CEM de todo tipo. Creemos que todo el mundo se vera perjudicado por la exposición a esta "sopa" cada vez mayor de exposición a los CEM ", dice Racha Ambiental

El arquitecto Richard Bialosky es uno, entre un número creciente de profesionales de la construcción que abordan la cuestión de los CEM en los hogares. De hecho, su casa védica en Vero Beach, Florida, ganó un premio en el año 2008 como “El constructor verde de la casa verde”. El ha construido con protección contra las señales inalámbricas, así como contra otros campos electromagnéticos y de electricidad.


Si deseas conocer sobre construcciones de casas a prueba de los efectos de los campos electromagnéticos y magnéticos puedes seguir la segunda parte de este articulo en este enlace.

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