martes, 18 de noviembre de 2014

Descubren cómo es que la gente "experimenta" erróneamente presencias atribuibles a otro mundo

Tomado de smithsonian.com
Publicado en noviembre 2014
Sentir que un fantasma o un ángel está cerca, sería una sensación probablemente causada por un interrupción en la manera en que nuestro cerebro procesa la conciencia de uno mismo y de nuestro mismo sentido de lugar en el espacio.  Unas cosquillas en la parte posterior del cuello, a veces se interpretan como una repentina sensación de que uno no está solo: algunos creyentes en lo paranormal atribuyen estas sensaciones a la presencia de un fantasma, de un ángel o de un ser de otro mundo. Vea el vídeo al final de este artículo o haciendo clic aquí.

Neurocientíficos explican que todo está en el cortex de nuestro cerebro…  
Ahora, un equipo de neurocientíficos suizos han descubierto la manera de “conjurar a los espíritus”, o al menos “la percepción de ellos” en el laboratorio.  La sensación de una
presencia de otro mundo, que han descubierto, en realidad se deriva de señales cerebrales sensoriales motoras confusas, en las que una persona, interpreta erradamente, señales residuales de su propio cuerpo en un espacio descontinuado. En tales casos, explican los investigadores, que el cerebro erróneamente considera a sus propias señales de vida, como señales  provenientes de otra persona o cosa.

El equipo llevó a cabo el estudio del cerebro, de una docena de pacientes que sufrieron de apariciones, un síntoma común en las personas que sufren con alguna forma de epilepsia, esquizofrenia u otro trastorno neurológico. A través del análisis de resonancia magnética se demostró que todos los pacientes en estudio tenían actividad anormal en tres regiones del cerebro. Los investigadores informaron, que estas tres regiones involucraban la auto-conciencia, el movimiento y la propiocepción (el sentido de la propia posición en el espacio).

A continuación, intentaron recrear la misma experiencia neurológica con “voluntarios” sanos. A los voluntarios se les vendaron los ojos y se les pidió que realizaran una serie de movimientos con su brazo mientras estaban conectados a la parte principal de un robot a la vez "robot-esclavo".  Al mismo tiempo, la parte esclava del robot, situada detrás de la persona, imitaba perfectamente los movimientos del participante y trazaba el patrón de movimientos en su espalda. Finalmente, el robot introducía un retardo de tiempo entre el movimiento real y el movimiento reflejado, dando lugar a la creación de una percepción temporal y espacial aislada.

Después de tres minutos, los investigadores les pidieron a los voluntarios participantes que explicaran como se sentían. (Los voluntarios no tenían idea de cuál era el objetivo del estudio). Los investigadores informaron que  varios voluntarios informaron sobre "la sensación de una presencia",  otros contaron hasta cuatro fantasmas en la habitación. Y otros se sintieron tan afectados que pidieron detener el experimento.

Cuando nuestros cerebros representan erróneamente nuestros cuerpos en el espacio, ya sea por enfermedad o por reflejos misteriosos, concluyen los investigadores que "esto a veces puede crear una segunda representación de nuestro propio cuerpo, que ya no se percibe como" nuestro", sino como otra persona, como la de una 'presencia' ".


En el siguiente video de dos minutos diecisiete segundos se puede ver con mayor detalle cómo funciona el experimento: El video explica las experiencias en 1970, de un explorador en la nieve que percibe lo que consideró una experiencia sobre natural cuando descendía en la nieve. este tipo de fenómenos se ha reportado por personas que sufren epilepsia, esquizofrenia y de otros trastornos neurológicos.   Que habiéndose preparado un robot para que refleje el movimiento de una persona, al descordinar los movimientos en espacio y tiempo, las personas sienten como si hubiera otra persona presente que les produjera esa  sensación. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario