martes, 18 de noviembre de 2014

”Iinterestelar”, la película y las elecciones estadounidenses de mitad de período del 2014. Una tensa analogía entre el Film y eventos actuales

Comentario Jorge Contreras[1]
Habíamos comentado en este blog en un anterior artículo titulado “Cine de Horror, la inseguridad de la audiencia sometida”, la real posibilidad de manipulación masiva en el cine. Hoy Matt McKenna nos trae este interesante artículo en el que hace un paralelismo entre los fines del film “Interestelar” y las elecciones estadounidenses. Una interesante analogía a considerar, que los invito a leer.
Por Matt McKenna
El film “Interestelar” de Christopher Nolan podría haber sido anunciado como una superproducción de ciencia ficción ambientada en la gran nada del espacio exterior, sin embargo el mensaje de la película está claramente dirigido a preocupaciones más terrenales. Mientras “Interestelar” intenta distraer al público interesado con adivinanzas sobre el espacio, el tiempo y la naturaleza de la realidad, la película al mismo tiempo, nos trae a casa, una crítica de la política estadounidense y en particular contra las elecciones de mitad de mandato del 2014. De hecho, se ha rumoreado que el estreno se retrasó hasta el  5 de noviembre, un día después de las elecciones de medio término, sólo para que la película no sea vista como un descarado intento de influenciar en los electores.

¿Cómo puede una película que trata de salvar al mundo a través de viajes espaciales, ser tan política?
Bueno, tenga en cuenta que el conflicto principal en “Interestelar” involucra a personajes
principales que consideran “con cuanto tiempo cuenta la humanidad puede luchar en una Tierra moribunda antes de ser forzada a colonizar un nuevo planeta y asegurar la supervivencia de la especie humana.”  
Como se puede imaginar, la mayoría de los miembros de la audiencia encontrarán paralelismos con las recientes elecciones de medio término, un poco obvias,  ya que los personajes están destinados claramente a representar a los electores estadounidenses, a quienes se les pide considerar el tiempo que su gobierno puede luchar en un ambiente político moribundo,  antes de verse obligados a romper con la toxicidad resultado del bipartidismo y asegurar la supervivencia de la democracia en los Estados Unidos. La buena noticia es que la película es bastante optimista, y la mala noticia es que tal vez no debería de serlo.

Cooper, interpretado por Matthew McConaughey, es el protagonista de hablar calmo, y el hombre del renacimiento Interestelar: es un fabuloso ingeniero, piloto de una increíble nave espacial, y en el momento en que comienza la trama de la película, también es un excelente agricultor. Esta batería de habilidades le viene muy bien a Cooper, quien es respetado por agricultores y científicos, y que incluye detalles intrincados sobre el cultivo de maíz durante la plaga mundial en curso y la habilidad increíblemente específica de cómo reprogramar un avión no tripulado militar indio rebelde. Por tanto, es por una casualidad afortunada (o es así?!) que Cooper termina después de trasmitir un mensaje a una instalación secreta( NORAD) que se entera que la Tierra se convertirá pronto en un lugar inhabitable. Cooper entonces es ordenado a volar una nave espacial a través de un agujero de gusano y localizar un nuevo planeta,  cualquier planeta que sea 1) para enviar a la gente de la Tierra o 2) para hacer crecer un montón de bebés probeta y reiniciar la especie humana.

En este punto, es probable que uno ya haya puesto los ojos sobre los paralelismos políticos manifiestos de la trama. Inclusive desde el mismo comienzo de la película, Nolan deja caer toques de la politizada naturaleza de la historia.

En primer lugar, separa a los personajes en “republicanos y demócratas”. Los maestros de ciencia temerosos y los agricultores por ejemplo, son claramente los republicanos. Sus cualidades positivas incluyen seriedad y pragmatismo, pero sus cualidades negativas incluyen la credulidad y la inclinación por el dogma - que no creen ya en la ciencia porque miopemente se centran  exclusivamente en el cultivo de maíz suficiente para alimentar a sus comunidades. Por el contrario, los astronautas encargados de la búsqueda de un nuevo planeta habitable, son, evidentemente, los demócratas. Sus cualidades positivas incluyen una fuerte motivación para salvar a la raza humana, pero sus cualidades negativas incluyen cinismo extremo - casi todos los astronautas creen que deben renunciar a los seres humanos que viven actualmente en la Tierra y en su lugar, deben reiniciar la humanidad en otro planeta.

Nolan deja en claro que no le gusta ninguno de estos dos grupos y, a través de las fallas en los caracteres partidistas de la película, describe como es qué las elecciones, como la más reciente,  son tan díscolas y poco útiles en la mejora de la calidad de nuestro gobierno. El hijo de Cooper, interpretado por Casey Affleck, personifica los defectos de los republicanos: Hacia el final de la película, obstinadamente se niega a escuchar a un médico que le advierte que si no se mueve a su familia a una nueva ubicación, el polvo en su granja va a matar a sus hijos.
La desconfianza de este carácter del consenso científico, refleja la desconfianza de consenso científico de los republicanos, lo que provocó al partido desacreditar injustamente la administración Obama en los Estados Unidos en su respuesta a la epidemia de Ébola.

Del mismo modo, el profesor Brand, interpretado por Michael Caine, personifica los defectos de los demócratas: Un punto importante de la película gira en torno a la ofuscación de su propia investigación sobre las ondas gravitacionales. La ofuscación de Brand refleja la ofuscación de Jonathan Gruber en los detalles de la Ley de Cuidado de Salud Asequible, una política empujada principalmente por los demócratas. A través de estos gestos inconfundibles al debate de política pública actual, Nolan resalta el punto que, tanto en el sistema político bipartidista americano como en la película ”Interstelar”, el incentivo para derrotar al otro lado, abruma la obligación de representar la realidad con cualquier tipo de fidelidad.

De hecho, es triste comparar como “los seres humanos terrestres de I nterestelar  deben dominar los viajes espaciales  a través de cinco dimensiones con el fin de sobrevivir a la plaga que está destruyendo los ecosistemas del planeta” con “los ciudadanos en la vida real en América que requerirán de un gran impulso para evitar el ciclo de partidarismo que está destruyendo nuestra república”. Clamando en voz alta, vivimos en un país en el que el Congreso tiene un índice de aprobación de apenas el 15% y sin embargo el 95% de los operadores tradicionales ha sido reelegido.

¿Cómo puede ser que los votantes elijan continuamente las mismas personas y a partidos que dicen que están haciendo un trabajo terrible?
La respuesta en que “nuestras elecciones” al igual que “las cosechas de maíz en la película Interestelar”, están siendo destruidas por la plaga.  El destrozo en las elecciones estadounidenses,  se debe a la seducción atractiva de la “política de identidad”, en la que el principal criterio para nuestro voto ya no es una predicción de lo bien que el candidato se presentará y desempeñara en oficina, sino más bien cuando pensamos que nuestro candidato se desempeña bien en un debate escasamente relacionado sobre cuestiones tangenciales.

Entonces, ¿qué piensa Nolan que deberíamos hacer acerca de nuestra frustrante situación política?  Claramente, él cree que estaríamos mucho mejor si viéramos el problema de la política de la misma forma en que Cooper, el protagonista de “Interstelar”  ve los problemas de su vida, como individuos que no pertenecen a ninguna de las partes del debate, pero que están interesados en hacer mejor las cosas. Terrible, incluso esto signifique votar a favor de un tercero. Y sin dar a conocer nuevos obstáculos, podemos afirmar que la película hace creer que los estadounidenses serán capaces de hacer la transición, salvarse, partiendo de zombis iniciadores  para llegar a solucionadores de problemas.
Al final, la película no es tan grande, y quizás no deberíamos confiar en ella.



[1] Jorge A. Contreras Ríos, DNI 09582230, ICAC Nº 897, administrador, licenciado en ciencias militares, abogado, magíster en ciencias militares, magíster en derecho penal, estudios de doctorado en derecho penal.

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