miércoles, 8 de enero de 2014

Agresiones armadas en instituciones públicas en Estados Unidos entre los años 2000 y 2012

Por  J. Pete Blair, Ph.D., M. Hunter Martaindale, MS, y Terry Nichols, MS
Traducción Jorge Contreras
El 20 de abril de 1999, dos estudiantes de la escuela secundaria Columbine dieron muerte a doce compañeros y a un profesor en Littleton, Colorado. Los agresores armados se suicidaron antes de ser intervenidos por las autoridades. La indignación pública y una profunda introspección de la policía trajo cambios masivos en la forma de responder a este tipo de actos de violencia.[1]  Por desgracia, los incidentes de agresión con armas en escuelas (en ingles Active Shooter evet ASEs) continúan. Posteriormente han ocurrido ataques en la sala de cine Century 21 en Aurora, Colorado, y en la Escuela Primaria Sandy Hook en Newtown, Connecticut.  De las 70 personas victimadas en Aurora, Colorado, 12 fallecieron. En el caso de Newtown, veinte estudiantes de primer grado, seis miembros del personal de administración y la madre del agresor, resultaron muertos. Recientemente, fueron atacados empleados de una Base Naval de Washington en el Distrito de Columbia. El resultado, doce personas muertas en este ataque. Estos cuatro hechos llamaron la atención nacional.
Autor del Artículo
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El alto perfil de estos hechos, ejerce una fuerte presión sobre todo encargado de hacer
cumplir la ley, les demanda responder de manera eficaz, sin embargo, también se requiere información empírica sólida para que los encargados de la ley puedan desarrollar políticas y procedimientos eficaces para contrarrestar estos eventos. Por ello, el objetivo de este artículo es proporcionar dicha información, acompañada de las ideas de los autores con datos, para una respuesta eficaz ante una agresión armada.
Aunque no es una revisión exhaustiva de cada hecho, esta evaluación reconoce un aumento constante de estos hechos, así como un aumento constante en el número de victimas y muertos. La información  demanda que los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley lleven el “equipo necesario” con ellos para enfrentar a un agresor y poner fin a la amenaza y el estar preparados para administrar asistencia médica inmediata a los que resulten heridos y los estabilicen, hasta la llegada de los servicios médicos de emergencia (en ingles emergency medical services EMS).
Adicionalmente, a pesar que en los casos evaluados, los agentes de policia respondieron rápidamente (en un tiempo promedio de 3 minutos), los agresores armados, en el tiempo que tuvieron disponible infligieron un daño devastador. Esta evidencia nos señala que todos los ciudadanos deben tener una idea clara de cómo responder a estos ataques. El soporte proporcionado por el FBI para formar una fuerte conciencia ciudadana, se describe en el procedimiento de respuesta "Corre, Escóndete, Pelea", que ha recibido la aprobación de todas las agencias federales. [2] La información proporcionada sobre el procedimiento de respuesta permite cuando preparados, que todo aquel que pueda ser victima tenga la posibilidad de detener al agresor.

METODOLOGÍA
Estrategia de búsqueda
El gobierno federal define al tirador activo (agresor armado) como "un individuo que activamente participa en el asesinato o intento de asesinato de personas en un espacio cerrado y poblado, por lo general mediante el uso de armas de fuego". [3] Para este estudio los casos fueron localizados a través de una estrategia de búsqueda sistemática. [4] Se hicieron búsquedas en los registros públicos  utilizando una variedad de términos de búsqueda para localizar en el periodo entre el 2000-2012 las noticias que implicaban potenciales hechos en los Estados Unidos. Los incidentes identificados a partir de estas búsquedas fueron entonces evaluados para ver si cumplían con los siguientes criterios: 1) Si el hecho contó con la participación de una o más personas decididas a matar o intentar matar a varias personas en un área ocupada por personas con las que no estaban relacionados, por lo menos una de las víctimas no estaba relacionada con el agresor. 2) El principal motivo de estos hechos parece ser un asesinato masivo, no hay intento de cometer otro crimen. Muchos tiroteos relacionados con pandillas podrían caer dentro de esta categoría, por ello fueron excluidos de este estudio debido a que los tiroteos relacionados con pandillas no se consideran dentro de estos hechos. Finalmente, fueron identificados un total de 110 hechos de tiradores activos a través de este proceso de búsqueda.
Para verificar la integridad de la lista, los autores han verificado los hechos detectados durante el proceso de búsqueda frente a otras listas / colecciones de hechos. En ningún caso se ha encontrado un hecho adicional (que cumpliera con las condiciones) que no habían encontrado a través de la búsqueda en la información  pública. Se considera que la estrategia de búsqueda produjo una lista exacta de los hechos, sin embargo los autores consideran la posibilidad de que algún hecho no se haya tomado en cuenta.
Datos
Fuentes utilizadas para recopilar información sobre los hechos incluyen los informes de los organismos de investigación, los informes suplementarios de homicidios (en ingles suplemental homicide reports SHR) producidos por el FBI, y las noticias. Algunas fuentes de datos no tuvieron información para todos los hechos. Los datos más actuales de SHR sólo cubren hasta 2010. Por este motivo, no fue posible utilizar SHRs para los eventos que se produjeron en los años 2011 y 2012. En general, los acontecimientos recientes están bajo investigaciones en curso, y los organismos de investigación no dan a conocer estos informes. Por lo tanto, los acontecimientos que se produjeron durante 2011 y 2012 fueron codificados a partir de los informes de prensa más recientes.
Para los eventos que ocurrieron entre los años 2000 y 2010, los informes oficiales de la agencia se obtuvieron a través de solicitudes a las autoridades,  basadas en la libertad acceso a la Información (en ingles Freedom of Information Act FOIA). Fuera de estos 84 eventos identificados entre el 2000 y 2010, 42 agencias (50 %) proporcionaron la información pedida. Cuarenta y seis de los 84 eventos (55%) se encontraban en las SHR. Hubo disponibilidad de noticias públicas  para los 110 hechos. En los casos en que se disponía información de múltiples fuentes, existía una alta coincidencia en la información. Dos especialistas en codificación codificaron los hechos para asegurar su confiabilidad. La coincidencia entre ambos fue alta.  
RESULTADOS
Primero se relata la creciente frecuencia de hechos y el número de personas victimadas. A continuación, se presenta información sobre los agresores. Y por último, se describe como concluyeron los hechos.  
Figura 1. Hechos de agresión armada por Año
Características de los hechos
Frecuencia
La Figura 1 muestra la frecuencia de hechos por año. La línea de tendencia de puntos muestra un claro aumento en los últimos 12 años. Esta comprobado que el número de hechos aumentó drásticamente después del 2008. La velocidad a la que ocurrieron estos eventos fue de aproximadamente 1 cada dos meses entre el 2000 y 2008 (5 por año) y crecieron a más de 1 por mes entre el 2009 y 2012 (casi 16 por año). El seguimiento en los agresores también muestran que el aumento en la tasa se ha mantenido en el 2013, más específicamente, hubo 15 eventos. Si bien es posible que este aumento sea el resultado de la estrategia de búsqueda (tal vez, el archivo de los informes de prensa ha mejorado en los últimos años), los autores del artículo consideran que el aumento observado representa un incremento real en el número de hechos en los últimos años. La figura 2 muestra el número de personas victimadas con disparos y el número de personas muertas en cada año. También en este caso la línea de tendencia muestra un aumento definitivo. El seguimiento indica que hubo 72 victimas heridas por disparos y 39 muertas en el 2013.
Figura 2. Número de personas victimadas por disparos y muertas por año
Lugares
Figura 3. Ubicación de los ataques
La Figura 3 ilustra los lugares principales donde ocurrieron los hechos. “Locales comerciales” (según el tipo, por ejemplo, tiendas, edificios de oficinas y fábricas / almacenes) fueron los lugares más frecuentemente atacado. Las “escuelas”, tanto en K-12 y de las instituciones de educación superior, fueron las segundas más atacadas con un 29%. Aproximadamente 1 de cada 5 hechos se produjeron en ambientes al aire libre. La categoría “Otros” incluye lugares, como bases militares e iglesias, que no encajaban en una de las otras categorías. También vale la pena señalar que el 18% de los atacantes fueron móviles durante sus ataques, es decir, el agresor comenzó en un lugar y luego se trasladó a otro sin dejar activamente de atacar. Con frecuencia, los atacantes simplemente caminaron de un lugar a otro cercano, y en algunos casos utilizaron un automóvil para moverse entre los sitios de ataque más distantes.

Figura 4. Tiempo de respuesta de la policía
Tiempo de respuesta de la policía
La figura 4 muestra el tiempo de respuesta de la policía para estos hechos. Esta información no estaba disponible para más de la mitad de los casos identificados. 51 casos incluían estos datos, el tiempo de respuesta promedio fue de 3 minutos, considerado rápido para los estándares de la ley. 

Número de disparos
Figura 5. Número de Disparos por Evento
La figura 5 muestra el número de los asesinados por caso, la mediana es de cinco. Cabe señalar que si el agresor recibe un disparo, en esta evaluación no se le ha incluido en el número de personas que resultaron abatidos o muertos. Como se puede observar en la figura, la mayoría de los hechos están agrupados en el lado izquierdo y no representan situaciones de víctimas en masa. Sin embargo, hay una serie de situaciones de víctimas en masa en la parte derecha de la figura. También vale la pena señalar que en los cinco eventos más grande de víctimas (de la Universidad Northern Illinois en DeKalb, de la Escuela Primaria Sandy Hook ; de la Base militar de Fort Hood en Killeen, Texas; del Politécnico de Virginia, de la Universidad Estatal en Blacksburg, y del Teatro Century 21) la policía estuvo en el lugar de los hechos en unos 3 minutos, sin embargo, un número considerable de personas resultaron heridas de bala o muertas.


Características del tirador (agresor armado)
Perfil del Tirador
Agresores individuales identificados realizaron todos los ataques entre el 2000 y 2012. Los agresores no encajaron en un perfil específico. Mientras que la mayoría (94%) de los tiradores eran hombres, algunos fueron mujeres. También fueron de diferentes categorías raciales y étnicas. El tirador más joven en el conjunto de datos tuvo 13 años y el más viejo 88 años. Ningún otro perfil claro basado en los datos demográficos se pudo observar.  
Relación entre el agresor y las víctimas
El tirador no tenía ninguna conexión aparente (como ser un estudiante / empleado actual o anterior) en relación al lugar del ataque en un 45% de los casos. En el 55% de los incidentes, el tirador tenía una relación con el lugar del ataque.
Armas del agresor 
Figura 6. Armas más poderosas utilizadas
La figura 6 muestra el arma más poderosa que los agresores armados llevaron al lugar del ataque. En alrededor del 60% de los ataques el arma más poderosa utilizada fue una pistola. En el 8% fue una escopeta, y la más poderosa arma utilizada fue un rifle en un 25% de los casos. Loa agresores trajeron múltiples armas en cerca de un tercio de los ataques. Los autores llevaron artefactos explosivos improvisados (en ingles improvised explosive devices IED) al lugar del ataque en un 3% de los casos y llevaban chalecos antibalas en un 5% de los hechos.

Resolución de los hechos
Conclusión de todos los incidentes
Figura 7. Resolución de hechos
La figura 7 muestra cómo terminaron los ataques. Seis informes de los medios para hechos en el 2011 y 2012 no explicaron cómo concluyeron los hechos, por lo que estos eventos fueron excluidos del diagrama de flujo. Si el incidente terminó antes de que los agentes del orden llegaran a la escena, se representa a la izquierda de la línea central. Eventos que terminaron después de que llegara la policía se representan a la derecha de la línea central. Aproximadamente la mitad de los eventos (49%) terminó antes de que la policía llegó a la escena. Esto muestra la velocidad en que  ocurren estos hechos.  
De los casos que terminaron antes de que llegara la policía, el 67%  (34) fue terminado por los agresores que se suicidaron  (29 casos) o por abandonar la escena (5 casos). Con respecto al 33% restante que terminaron antes de que llegara la policía, en (17) de los casos las víctimas potenciales detuvieron al agresor por sí mismos. Más comúnmente sometieron físicamente al atacante en (14 casos), y en 3 casos se trató de personas que le dispararon al agresor  para poner fin al ataque.  
Los Casos que aún estaban en curso cuando la policía llegó son el 51% de los hechos. En éstos casos, los atacantes pararon el ataque cuando la policía llegó en 21 casos (40% ). Lo más común fue que los agresores se suicidaron (15 casos), y hubo 6 casos en los que el agresor se entregó a la policía que llegó.
Los agentes de policía utilizaron la fuerza para detener los agresores en el 60% de las veces (32 casos), cuando el ataque todavía estaba en curso en el momento de su llegada. Lo más común fue que se le disparó al atacante (23 casos). En 9 casos los agentes de policía rindieron al atacante con medios distintos a armas de fuego. 
En 8 de los casos (7%), el atacante le disparó a los agentes de policía y estos respondieron. Si sólo consideramos los tiroteos al momento de llegada de la policía  (53, a la derecha de la línea central), los agentes de policía recibieron disparos en el 15% de los casos. Lo que convierte al tirador activo (agresor armado de estos casos) en el riesgo más peligroso en la aplicación de la ley. 
Respuesta por Agentes de Policía solitarios
Inicialmente, los programas de entrenamiento y agencias instruyeron a sus agentes a formar equipos antes de entrar en una instalación para buscar a un atacante. El trabajar en equipo ofrece a los agentes de policía  una serie de ventajas, sin embargo toman tiempo para prepararse. Conforme paso el tiempo, las agencias comenzaron a sopesar las ventajas y desventajas de formar equipos más pequeños y hasta considerar la entrada de agentes solitariamente en el lugar de ataque. Muchas agencias hoy en día autorizan a los agentes de policía a entrar solitariamente en lugares donde está ocurriendo un hecho.
Los autores del artículo evaluaron los eventos en que agentes de policía solitariamente resultaron desplegados. En muchos casos, la entrada de un solitario agente de policía fue difícil de codificar. La policía y los informes de los medios de comunicación a menudo no contienen suficiente información para determinar si se llevó a cabo la entrada de un agente solitario; no obstante, los autores identificaron 18 casos en que certeramente se llevó a cabo entradas de agentes de policía solitarios. La resolución de los casos se presenta en la figura 8. Durante las entradas de agentes de policía solitarios, los casos estaban en curso, y los agentes de policía probablemente emplearon la fuerza para detener al atacante. Esto muy probablemente fue el resultado de que estos agentes de policía llegaran rápidamente a la escena y entraran en el lugar del ataque en el tiempo de respuesta promedio de 3 minutos para todos los casos y de 2 minutos para los que implican la entrada de agentes solitarios.
Figura 8. Resolución de sucesos con agentes de policía
En total, 13 de los 18 eventos (72%) todavía estaban en curso cuando agentes solitarios llegaron al lugar. De estos 13 incidentes, los agentes del orden dispararon o dominaron físicamente el tirador en 12 casos. Los agentes de policía que ingresaron solitariamente fueron los más propensos a sufrir lesiones durante cada caso. Tres de los 18 agentes de policíaa que ingresaron solitariamente (17 %) fueron heridos. Si solo consideramos los casos en curso en que entraron agentes de policía solitarios (13), los agentes que recibieron disparos y fueron heridos representan el 23%. Si bien la entrada de agentes  solitariamente representó una respuesta más rápida a los ataques, también aumentó el peligro para los agentes de policía que lo hicieron.

Entrenamiento y equipamiento
Preparados para aplicar la fuerza
Los autores del artículo han visto discusiones y mensajes, incluyendo clases de entrenamiento donde los agentes de policía sugieren que el único entrenamiento necesario para responder a un ataque de esta naturaleza es llegar a la escena rápidamente. La creencia es que en la mayoría de los eventos terminarán, o los agresores/sospechosos se suicidarán. Si bien es cierto que 1) el 49% de los eventos terminaron antes que los agentes de policía llegaran y 2) los agresores se suicidaron después de la llegada de la policía en el 14% de las veces, en respuesta los agentes de policíaa utilizaron la fuerza para detener el ataque en un 31% de los casos evaluados. Esto relación de 1 de 3 posibilidades de tener que usar la fuerza establece claramente que simplemente entrenando para aparecer no es lo suficiente. Los agentes deben aprender las habilidades tácticas necesarias para resolver con éxito estos casos. Debido a que no todos los eventos se producen en el interior de instalaciones (18% ocurrió al aire libre), los agentes de policía deben ser capacitados para operar en ambos entornos. En interiores (es decir, en espacios cerrados) las tácticas de combate no son las mismas que en ambientes al aire libre, y el confundir técnicas pueden ser fatal.
Estar dispuesto a utilizar la fuerza también significa tener el equipo necesario para actuar con eficacia. La información obtenida permite apoyar claramente el equipamiento de los agentes con fusiles de patrulla. En muchos sitios, estos casos implican espacios abiertos o pasillos largos que crean escenarios de enfrentamiento más allá de la capacidad de la mayoría de los agentes para enfrentarse de manera efectiva a un agresor armado con una pistola. Se agrega la posibilidad de que los agentes de policía tienen que disparar con precisión a un agresor  en fuga, evitando herir a otros que huyen o a víctimas heridas, entonces la necesidad de rifles de patrulla es más clara. Además, una cuarta parte de los atacantes están armados con rifles. Entonces los agentes deben poseer el poder de fuego por lo menos equivalente al que enfrentarán.
Debido a los tiradores a menudo llevan rifles y con frecuencia disparan a los agentes en estos eventos, los agentes del orden deben usar chalecos antibalas que pueden protegerlos de los disparos de fusil. Esto significa que los agentes deben estar equipados con placas balísticas. La mayoría de las rondas de rifle utilizado por los tiradores activos se puede detener con el tipo de placas III, pero algunos tiradores han disparado munición que solo se detiene  con placas tipo IV. Muchos de los portadores de placas disponibles en el mercado también tienen puntos de fijación en los que se puede llevar a otros equipos, que resultaran útiles durante este tipo de hechos. Esto permite emplear el portador de la placa como una "bolsa para transportar otros equipos", y además de proporcionar una mayor protección.
Algunos organismos recomiendan el uso de escudos balísticos en estos casos. El peligro inherente a estos eventos argumenta en favor de una mayor protección, pero que por lo general demandan una solución de compromiso. Por ejemplo, la mayoría de los escudos están diseñados para utilizarse con las pistolas, lo que requeriría en el agente en renunciar a la ventaja balística de un rifle. También, los escudos portátiles actualmente no están preparados para detener proyectiles de fusil. En los aproximadamente 1 de cada 4 casos en los que el tirador estuvo armado con un rifle, un escudo no ofrecería una protección adicional.
Dispuesto a proporcionar asistencia médica
Existe confusión en un ataque de esta naturaleza, es común diferentes descripciones del agresor, comunicadas a través del teléfono 911 o comunicadas a los agentes. Esto crea a menudo una situación en la que, a pesar de que la policía ha encontrado el cuerpo del agresor o en las que ha encontrado al agresor directamente, no pueden estar seguros de que este sea el único agresor. Además, es común que las personas siguen pidiendo informes de personas con armas de fuego después de que el tirador ha sido enfrentado. En algunos casos, esto se debe a vacíos entre la observación y los informes. La persona que llama vio que el agresor huyó, informó lo que vio varios minutos después. En otros, la persona que llama ha visto que policías respondieron con ropas de civil o uniformes no tradicionales y confundió a los agentes con los atacantes. En otros casos, las personas que llaman simplemente están equivocadas. Independientemente de la causa de la confusión, los agentes de policía en la escena a menudo deben realizar una búsqueda sistemática en el lugar del ataque para confirmar que no haya otro tirador. En un lugar grande donde ha ocurrido un ataque, esta búsqueda puede durar horas.
Esto crea un problema para los heridos que necesitan atención médica porque la mayoría de los proveedores de asistencia de emergencia no entrarán en una escena hasta que se declare que el lugar esta "seguro." Asegurar la escena puede tomar horas. Durante este tiempo, las víctimas pueden sangrar hasta la muerte o entrar en shock y morir. Para combatir este problema, las organizaciones nacionales han adoptado el concepto de Fuerza de Rescate (en ingles Rescue Task Force RTF). [5] Esto implica tener personal de emergencias medicas para que entre en sitios de ataque para estabilizar y extraer a los heridos con rapidez, mientras que todavía puede existir una amenaza balística o explosivos. El personal de emergencias medicas que operan en RTF usan chalecos antibalas y reciben seguridad de agentes del orden. Este concepto representa una mejora significativa en la respuesta de emergencia en estos casos, pero sin duda llevará un tiempo considerable ponerlo en práctica a nivel nacional.
Incluso con una atención medica de emergencia más rápida, los agentes de policía que actúan  enfrentarán situaciones en las que pueden salvar las vidas de las víctimas mediante la aplicación de técnicas adecuadas de control rápido de hemorragias luego de que la amenaza haya sido suprimida. Además, en un hecho con víctimas masivas, el número de heridos puede superar la capacidad de respuesta del personal de emergencia medica. Reconociendo que el objetivo principal de un agente que interviene en estos casos es neutralizar la amenaza, si los agentes tienen algún tipo de formación médica, pueden estar en condiciones de ayudar a los heridos y, posiblemente, salvar vidas. [6] Esta capacitación está actualmente disponible, y los autores de este artículo recomiendan que todos los agentes encargados de hacer cumplir la ley reciban este entrenamiento para maximizar su capacidad de ayudar a los heridos durante estos hechos. [7]
Obviamente, si los agentes van a ser capacitados para proporcionar asistencia médica, entonces necesitan equipos para proporcionar esta ayuda. Numerosos kits para el cuidado de heridas están disponibles comercialmente y pueden ser fácilmente adheridos al soporte de placas. Además, los autores sugieren que todos los agentes llevan torniquetes. Los torniquetes son útiles para detener el sangrado de las extremidades, ya sea causada por una herida de bala u otros traumatismos. En numerosos casos en todo el país, los agentes han salvado no sólo la vida de los demás agentes, sino también a la población civil mediante la aplicación de un torniquete.
Civiles entrenados para reaccionar
La policía, ha hecho un excelente trabajo al responder rápidamente a los ataques de disparos de tiradores activos. A pesar de la dramática mejoría en la capacidad de respuesta de la policía, desde el tiroteo en la escuela Columbine, los ataques han continuado con un elevado número de víctimas. Los cinco ataques con más víctimas desde el año 2000 a pesar que la policía llegara a la escena en 3 minutos, muestra claramente que la capacidad de respuesta de la  policial, aún rápida y eficaz, solo es una parte de la respuesta a los daños causados durante estos ataques.
También son importantes las acciones que la población civil tome para protegerse durante los 3 o más minutos que tarda en llegar la policía. Los civiles deben ser entrenados sobre qué hacer si se produce uno de estos ataques. Una variedad de recursos están disponibles sin costo alguno. Las agencias federales, incluyendo tanto el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias, respaldan el uso de la técnica de entrenamiento “Correr, Esconderse, Lucha” y la explican a los civiles para que puedan protegerse a sí mismos y a los demás a su alrededor.[8] Las agencias de Policía y las comunidades a las que sirven deben trabajar juntos para implementar esta capacitación.
CONCLUSIÓN
La frecuencia de casos de tiradores activos (agresores armados) ha aumentado en los últimos años. Estos hechos también han generado una sustancial cantidad de preocupación pública. Los autores de este artículo esperan que la información facilitada proporcione a los administradores de la policía la información necesaria para lograr mejores prácticas en la respuesta a estos casos, basadas en la evidencia y que estas buenas prácticas contribuyan a salvar vidas.




[1] JP Blair, T. Nichols, D. Burns, y JR Curnutt, Eventos Tirador Activo y Respuesta (Boca Ratón, FL: CRC Press, 2013).
[2] Federal Bureau of Investigation, Critical Incident Response Group, “Active Shooter/Mass Casualty Events,” http://www.fbi.gov/about-us/cirg/active-shooter-and-mass-casualty-incidents (accessed November 22, 2013).
[3] Federal Bureau of Investigation, Critical Incident Response Group, “Active Shooter Event: Quick Reference Guide,” http://www.fbi.gov/about-us/cirg/active-shooter-and-mass-casualty-incidents/active-shooter-tent-card-090513.pdf (accessed November 22, 2013).
[4] Ibid
[5] Department of Homeland Security, Federal Emergency Management Agency, U.S. Fire Administration, “Fire/Emergency Medical Services Department Operational Considerations and Guide for Active Shooter and Mass Casualty Incidents,” http://www.usfa.fema.gov/downloads/
pdf/publications/active_shooter_guide.pdf (accessed November 26, 2013); International Association of Fire Fighters, “IAFF Position Statement: Active Shooter Events,” http://www.iaff.org/Comm/PDFs/IAFF_Active_Shooter_Position_Statement.pdf (accessed November 26, 2013); Joint Committee to Create a National Policy to Enhance Survivability From Mass Casualty Shooting Events, “Improving Survival from Active Shooter Events: The Hartford Consensus,” http://www.naemt.org/Libraries/Trauma%20Resources/
Hartford%20Consensus%20Document%20Final%204-8-13.sflb (accessed November 26, 2013); Joint Committee to Create a National Policy to Enhance Survivability From Mass Casualty Shooting Events, “Active Shooter and Intentional Mass-Casualty Events: The Hartford Consensus II,” http://bulletin.facs.org/2013/09/hartford-consensus-ii/ (accessed November 26, 2013); and Joint Committee to Create a National Policy to Enhance Survivability From Mass Casualty Shooting Events, “Improving Survival from Active Shooter Events: The Hartford Consensus,” http://bulletin.facs.org/2013/06/improving-survival-from-active-shooter-events/ (accessed November 26, 2013).
[6] Joint Committee to Create a National Policy to Enhance Survivability From Mass Casualty Shooting Events, “Improving Survival from Active Shooter Events: The Hartford Consensus.”
[7] Joint Committee to Create a National Policy to Enhance Survivability From Mass Casualty Shooting Events, “Improving Survival from Active Shooter Events: The Hartford Consensus.”
[8] Federal Bureau of Investigation, Critical Incident Response Group, “Active Shooter/Mass Casualty Events”; and Ready Houston, http://www.readyhoustontx.gov/videos.html#rhf (accessed November 26, 2013).

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