domingo, 21 de julio de 2013

Narcotráfico ¿En que fase estamos?


La iniciativa de Mérida….
Según Nelson Arteaga Botello[1], desde los 90s, para enfrentar a los grupos de narcotráfico, el gobierno de México implementó una serie de políticas de seguridad en diferentes campos y niveles. En 1995 se dieron las normas que establecieron las bases para el sistema de seguridad nacional. Fue lanzada como una cruzada contra el crimen y la delincuencia, enfocada en actualizar las deficiencias en tecnología e inteligencia contra el crimen [2].

Al igual que en el Plan Colombia, la iniciativa de Mérida  tuvo como idea principal el reforzamiento de la interceptación electrónica de comunicaciones,  vigilancia y otras tecnologías de espionaje,  en el territorio Mexicano, en conexión con los sistemas en los Estados Unidos y Canadá (Fyke and Meyer 2008) [3]. La meta de está iniciativa  era reducir la asimetría de capacidades existente entre las agencias de seguridad Mexicana (Policía, Inteligencia y Ejército) y los narcotraficantes, a través del reforzamiento con armas, equipamiento avanzado de informaciones y programas para controlar las fronteras e intercambiar información.

En si comprendía un paquete de normas y medios que involucraba a los gobiernos comprometidos.  El entrenamiento sería proporcionado por agentes judiciales de Estados Unidos y contratistas privados (Freeman 2008). La iniciativa de Mérida también intentaba balancear la asimetría en la administración de seguridad en Centroamérica  y expandir las capacidades de las fuerzas de seguridad comprometidas para cubrir otros aspectos del crimen organizado.

En México, la consideración de la presencia militar como elemento central en cada fase de operaciones no solo era para combatir a las organizaciones armadas criminales, sino también para sustituir cuerpos enteros de la policía que habían sido desmantelados debido a conexiones con el narcotráfico [4].

Uno de los mayores problemas en este escenario fue la posibilidad de un aumento en las violaciones de derechos humanos [5].

Graham (2012) muestra que uno de los elementos claves para dirigir las estrategias militares contra el crimen, es pensar y actuar en términos de “espacios de combate” (y no campos de batalla) un concepto definitivamente militar que comprende absolutamente todo, temporalmente y geográficamente. En el que no hay frente definido ni retaguardia,  ni inicio ni final, donde todo se concibe como importante y no solo lo anteriormente limitado al campo de batalla. En el caso de México, el combate a las drogas se abrió con esta concepción a ser desarrollada en dos fases. La primera fase fue establecer a todo el país como un “espacio de combate” incluyendo la participación de la población y en la que militares  y policías demostraban la presencia y fuerza del estado. La segunda fase consistió en diluir la fuerza del estado, en una proporción acorde a las necesidades, esto es por ejemplo cuando había imprecisión para identificar personas dejar un numero intrusivo y profundo, expandiendo el “espacio de combate” de acuerdo a cada sitio, espacio y experiencia de la vida de las ciudades.

La experiencia en México y Centroamérica es que  posteriormente tuvieron que considerar la vigilancia sobre la población como un todo con la finalidad de detener la violencia.

La situación Peruana…
Ya habíamos comentado en nota de este mismo blog, que el Perú se encuentra en un momento critico, según el informe mundial de drogas del 2012, en el 2011 la producción nacional de cocaína pura sobrepasaba la producción de Colombia  y el Perú se ubicaba como el mayor productor en el mundo. Los centros de producción de droga según este reporte se mantienen en los valles del Huallaga y el VRAE.

Cabe mencionar que la violencia que se genera en el campo o en las ciudades es completamente diferente a la de otras zonas y está relacionada con las características propias de la sociedad.

El Plan Colombia y la iniciativa de Mérida constituyeron acciones estratégicas destinadas a neutralizar el trafico ilegal de drogas que fluía de los centros de producción a su lugares de distribución en Norteamérica. Se considera que la aplicación de estos planes, influyeron en las variaciones que experimentaron los centros de gravedad de la violencia de todos los países involucrados. México es uno de los países que atrajo la atención mundial debido a la violencia que generaron los grupos allí establecidos.  Un reciente informe nos da a conocer que hoy día  habría en México  unos 20 grupos de narcotraficantes diezmados, recompuestos y en lucha entre ellos mismos, resultantes de los siete cárteles  iniciales.

Con el reciente reporte mundial de drogas de las Naciones Unidas, se da a conocer que el mercado de la cocaína ha declinado en los Estados Unidos como producto de las operaciones de interdicción (Plan Colombia e Iniciativa de Mérida) y se concibe que las rutas del Atlántico tendrían una mayor importancia que las rutas del pacifico. El eje de distribución a Europa se habría incrementado y Brasil, entre otros países  sería el nuevo  intermediario de la distribución de droga hacia Europa.   Como consecuencia de estudios realizados relativos al narcotráfico, los Estados Unidos habrían disminuido su apoyo al Perú en las operaciones contra el narcotráfico,  debido a que la droga producida en el Perú hoy se dirige en un 70% a Europa.

A diferencia de la estrategia aplicada en México, no se divisa al menos abiertamente el tipo de estrategia para enfrentar el fenómeno del trafico de drogas. Existen si políticas aplicadas en diversos ejes. Operaciones Policiales, Cultivos Alternativos, quizás un error sea el no dar a conocer la estrategia de tal manera que la  población identifique su rol.

Con respecto a los espacios dedicados al combate al tráfico de drogas, los  militares no asumen  papel en el rol de la lucha contra el narcotráfico, esta actividad está a cargo del Ministerio de Interior y de las unidades especializadas de la Policía Nacional. La actividad contra este flagelo se da a conocer solo por los medios de prensa cuando publican notas relacionadas a este tema.

Un indicador de riesgo político en nuestro país, fue dado a conocer en el 2011 por la presencia de  parlamentarios con antecedentes cuestionables, incluyendo antecedentes de tráfico de drogas.

También estuvo presente el riesgo de infección cultural a la llegada de telenovelas y una gran cantidad de películas de DVD que relatan a la colectividad el drama oscuro y violento de la vida de los narcotraficantes, sicarios y otros, influencia que en otros países ha alcanzado altos niveles de sintonía.

El riesgo del compromiso social está presente y consideramos que se incrementa en circunstancias en las que la misma población carece de información.  En mayo de este año, un caso de gravedad es el de una patrulla que efectúo disparos sobre un vehículo de pasajeros hiriendo de gravedad a varios de ellos.

Finalmente desde las ultimas semanas de Junio y hasta el día de hoy se han producido importantes hechos relacionadas a las operaciones contra el trafico ilegal de drogas, primero están los variados comunicados dan que cuenta de operaciones que se han llevado a cabo para destruir pistas de aterrizaje clandestinas en Ucayali, el Huallaga central, en el VRAE y otras zonas selváticas  y segundo, la actuación del Poder Judicial que dio a conocer la detención de la congresista Nancy Obregón, parlamentaria que representó a varios grupos de cocaleros del Huallaga, por estar comprometida en actividades del trafico ilegal de drogas.  

La pregunta entonces flota en el ambiente.
Si bien en el caso de la congresista no se conocían sus actividades, y apenas se determinaron se le abrió un proceso, en el caso de las pistas de aterrizaje 
¿Nadie las había visto con anterioridad?

Huelgan comentarios….


Referencias
Freeman, Laurie (2008) “Déjà vu la política antidrogas en la relación México- Estados  Unidos”,  Foreign Affairs en Español, (8) 3, pp. 15-23.
Fyke Joel and Maureen Meyer (2008), “No todo lo que es oro brilla y no todo lo que brilla es oro ¿Amenazas para México?”, Foreign Affairs en Español, (8) 3, pp. 25-31.
Graham, Stephen (2012) “When life It self is war: On the urbanization of military
and security doctrine,” International Journal of Urban and Regional Research
(36)4, pp.136-155.


[1] Nelson Arteaga Botello, es un PhD en Sociología de la Universidad de Alicante, España. Desarrolla la docencia en la Facultad Latinoamericana de  Ciencias Sociales (FLACSO) de la Universidad Panamericana de México.
[2] El objetivo fue implementar el sistema nacional de información que tenia 50 millones de huellas digitales, reconocimiento facial y data antropomórfica de cinco millones de personas.
[3] Incluía un presupuesto de 400 millones de dólares del Gobierno mexicano para la adquisición de reconocimiento facial por Internet, espionaje de teléfonos móviles, así como la adquisición de programas para controlar a distancia computadoras y directorios con contraseñas. Referencia: http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2012/08/120803_narcotrafico_mexico_espionaje_internet_ant.shtml
[5] Con el respeto debido en este campo en particular, se puede ver el reporte “En nombre de la lucha contra la delincuencia, un estudio sobre las violaciones en los derechos humanos preparado por un grupo de organizaciones sociales que observaron el desarrollo de los militares y la policía en Mexico. El reporte se puede descargar de  la Referencia: http://www.equidad.scjn.gob.mx/IMG/pdf/En_nombre_de_la_guerra_contra_la_delincuenciasp.pdf

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