En el 2011, la
violencia de la guerra contra las drogas en América, se mostró en México
La ejecución años antes del Plan Colombia, seguida de la
iniciativa de Mérida en México, constituyeron acciones estratégicas destinadas
a neutralizar el tráfico ilegal de drogas entre las zonas de producción y laboratorios andinos ubicados en Colombia, Perú y Bolivia hacia sus
puertos de distribución en el norte de America y Europa.
En el caso de Norteamérica, debido a que la rutas de
distribución seguían un patrón sur - norte, el trafico ilegal influenció en el traslado
del centro de gravedad de la violencia que rodea estas actividades, de Colombia
hacia México, donde están ubicados los mayores grupos de crimen organizado
(carteles) e involucraron a otros países centroamericanos, donde se
establecieron estructuras intermedias en este esfuerzo ilegal de introducir drogas
derivadas de la coca hacia el norte, según los informes de las Naciones Unidas,
en el corredor
Centroamérica, México, Estados Unidos.
Los indicadores de
violencia aún son parte de los titulares de prensa..
En México, aumentaron los asesinatos selectivos y masivos, aparecieron
victimas abandonadas en las calles y tumbas masivas clandestinas, se detectó rutas
de envío de droga a través de aire, mar y tierra, que incluían el empleo de
lanchas rápidas, submarinos y hasta túneles sofisticados a lo largo de la
frontera Estados Unidos – México, construidos exprofesamente para estas
ilícitas actividades.
El nivel de militarización en México, alcanzó niveles sin
precedentes, el gobierno y las
Fuerzas de Seguridad aún llevan operaciones de control interno de dimensiones
regionales. Durante el año 2011,
el alarmante número de victimas de la violencia incluía autoridades, agentes
del orden, población civil, inmigrantes de paso hacia los Estados Unidos y
miembros de las bandas mexicanas de crimen organizado.
A pesar que en México se han alcanzado resultados positivos
como la captura de cabecillas y la desarticulación de estructuras locales,
también hay aspectos negativos de procedencia interna como el descubrimiento de
redes de policía locales, regionales y de colaboradores con el crimen
organizado, así como aspectos de procedencia externa, como son la venta ilegal
e ingreso de armas provenientes de vendedores de las ciudades norteamericanas
colindantes a México, algunos, con el conocimiento de autoridades oficiales en
Estados Unidos.
Según las Naciones
Unidas, los datos de producción, consumo y trafico prevalecen…
Según el informe
2011 de las Naciones Unidas, sobre la situación de drogas a nivel mundial,
las tasas
de consumo a nivel mundial prevalecen, manteniéndose como los
principales mercados de consumo el de Estados Unidos con un consumo calculado
en los 157 toneladas anuales (36% del consumo mundial) seguido de Europa
Occidental y Central donde se calcula un consumo de 123 toneladas anuales. En
cuanto a producción, durante el 2010, la producción descendió en
Colombia y en contraste aumentó en las regiones de origen, Perú incluido. Finalmente,
respecto a las incautaciones, el mayor número de estas fue en las zonas de producción
y no en las zonas de consumo, concluyendo que estas, se han desplazado, desde
las zonas de consumo hasta las zonas de producción.
La actual situación
requiere atención pues representa riesgos…
En la actualidad, los primeros resultados de la
militarización y control en las rutas de México y Colombia, así como de las
intervenciones en las zonas de producción, nos traen nuevos indicadores de
violencia a los que es necesario prestar atención pues representan la
posibilidad de un traslado del centro de gravedad del trafico de drogas y de la
violencia hacia nuestro país.
Un primer punto es el riesgo político, nunca antes tuvimos
mayor presencia de personajes y representantes del congreso con antecedentes
por trafico de drogas, o con un pasado cuestionable, por regiones. A ello se
suma las renuncias recientes a participar en el gobierno, de algunos lideres de
los grupos productores de coca, ¿será acaso porque han cambiado las condiciones
ante los arrestos hechos?, ¿es que existe ahora un nuevo modelo de desarrollo e
intereses?.
El riesgo de violencia lo constituyen el visible y abierto
incremento de casos de asesinato por encargo (sicariato), las amenazas a la
seguridad en los penales y los casos de fugas registradas de los mismos. Este
aumento de la violencia acompañado del empleo de armas y distribución de droga en
las calles (bien podrían ser indicadores de interés en un trafico de drogas
local, en aumentar los niveles de consumo, que complementan el aumento en los niveles
de producción) y como reacción a la interceptación de individuos y vehículos transportando drogas
al exterior, en aeropuertos y carreteras.
Tampoco se puede dejar de considerar las consecuencias que
traerán las recientes capturas de Artemio y otros, entre protectores del
trafico de drogas y terroristas en el Huallaga y VRAE, que hará aparecer nuevos
intereses y grupos en pugna por por el control.
En todo caso, es necesario prestar atención a la violencia y
tomar un diagnostico temprano y
continuo sobre el estado del tráfico de drogas, en las urbes, en colegios, barrios y penales, así como a la
aparición de nuevas zona de producción y puertos de salida, pues son síntomas
silenciosos que representan violencia a futuro.
Esto es para evitar cuestionamientos como el de Sinesio
López, el otrora asesor del gobierno, quien en su artículo “La Dictadura de la Técnica” en
referencia a un proyecto minero asiente que el Gobierno tiene diversos insumos
para tomar la decisión que juzgue conveniente y que uno de ellos, aunque
limitado, es el veredicto y racionalidad de los técnicos o la pregunta del ex
ministro Giesecke que en una entrevista contesta que no podemos estar ante una
dictadura de la técnica o “¿Vamos a sacar la tropa para que la gente entienda
que lo técnico está bien?”.
Pues desde esta esquina, creemos que si, que tenemos que
considerar no solo el veredicto y la racionalidad de los técnicos, sino también
considerar sacar las tropas para evitar que se produzcan daños, no vamos a
esperar que se produzca un incendio en un campamento minero, para dañar “lo
técnico”, como lo ocurrido en los almacenes del Ministerio de Educación donde
los afectados son la misma población.
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