La destrucción de las imágenes de la Virgen no son simples
actos vandálicos ni hechos casuales y aislados, que deben quedar registrados
como simple anécdota, son daños llevados a cabo a imágenes religiosas producto
de un ensañamiento violento en el que podría estar presente un mensaje y una
condena al discurso católico.
Algunos
antecedentes….
En noviembre del 2008, la destrucción y pintado
de rojo de imágenes de vírgenes en Managua, Nicaragua, fue el resultado de
una crisis post electoral cuando la Comisión Episcopal censuró el resultado de
las elecciones ante la denuncia de fraude del Frente Sandinista de Liberación
Nacional (FSLN). Posteriormente Lery Neiva, vicealcalde de Managua,
identificado con el FSLN, explicaría que la destrucción habría sido un acto de
respuesta ante el intento de manipulación con estatuas al pueblo cristiano
nicaragüense.
En mayo de 2011, el arzobispo de Mérida, Baltazar Porras consideró
que las destrucciones y ataques a diversas imágenes de vírgenes, que ocurrieron
en Venezuela teñían un móvil político. En
Yaracuy y Barquisimeto, Venezuela diversas imágenes fueron destrozadas. En
el caso de Barquisimeto,
las imágenes fueron pintadas de rojo, les cortaron las manos, decapitaron y hasta le
dispararon a una imagen en el pómulo izquierdo.
Las referencias de los párrafos anteriores se tornan mas siniestros
y asumen una naturaleza política cuando la información planteada por algunos arqueólogos como el
brasileño Darcy Ribeiro quienes explican que las imágenes religiosas
constituyen parte de la conquista y del genocidio indígena como
consecuencia de la llegada de los conquistadores europeos.
La corriente
feminista extrema a su vez considera que la imagen de la virgen es
reduccionista, cuya determinación obedece a la necesidad de construcción de
un modelo de niña buena, recatada, impoluta que se autocensure y no de
problemas. Esta corriente proclama
que las mujeres tienen sus propias decisiones y no dependen de una moral
castrante ni draconiana que las paralice. Sin embargo, nos corresponde aclarar,
que esta corriente a pesar de sus conceptos, no ha sido fuente de participación
en la destrucciones de imágenes.
En Lima…
Luis
Bambarén, monseñor, declaró que la reciente destrucción de la estatua de la
Virgen de Fátima en el distrito de Miraflores, el último domingo 11 de marzo, por un joven seguidor de la secta de
Testigos de Jehová no es la primera vez, se debería a enseñanzas y odios
inculcados, y que el autor ya ha
perpetrado hechos similares en Surco, Villa El Salvador y Chiclayo.
El lunes 12 de marzo, agentes miembros
del Serenazgo de la municipalidad de Santiago de Surco detuvieron a un sujeto
semidesnudo que daño una urna e intento destruir una imagen de la virgen de
Fátima en el parque Nº 3.
El miércoles 14 de marzo, agentes miembros
del Serenazgo de la municipalidad de Barranco, informaron de la destrucción de
una imagen de la Virgen del Carmen en el Parque de La Familia. Los
fragmentos fueron encontrados entre matorrales y fuera de la gruta en que
reposaban.
Las noticias anteriores han generado una reacción en las
cadenas de redes sociales que mantiene un buen numero de tweeters
sobre las destrucciones en la red, o en los sitios de
Facebook correspondientes.
Corolario...
Esta claro que ante las vírgenes destruidas, no hay imágenes
pintadas, ni cercenadas, ni baleadas, como en otros casos, sin embargo subsiste
la trama de un mensaje alrededor de la fe mariana y temas relacionados, la intención no esta clara aún, sembrar la idea de un “final de los
tiempos”, o de un “castigo divino”, “promover un mensaje que lleve al conflicto
social utilizando las imágenes en estos distritos”, en sí una trama que las
autoridades deben relacionar con las situaciones conflictivas actuales.
Las autoridades deben prestar atención, especialmente si estos hechos ocurren en determinados lugares y circunstancias que coinciden con el traslado de un convicto importante, a un penal que lleva el nombre de la "Virgen de las Mercedes"
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