Para denunciar, “Prefiero ser un ciudadano sin
República, que un republicano sin ciudadanía” dice Fernando Savater; Manuel Borras señala sobre editores y
prensa: Vivimos en un contexto donde “La prensa se está sicarizando…” donde
“se
favorece la información cultural intrascendente” que sólo buscan los
clicks de la gente en las ediciones digitales, y donde “El prescriptor es cada vez más
importante y los medios tradicionales no se dan cuenta de que ya no tienen el
prestigio de antes” y agrega gran verdad: "Nadie descubre nada, todo
esta descubierto. Lo único que debemos es prestar atención para detectar entre
todo esto qué es lo bueno y qué es prescindible” [1].
Entonces Gustavo Guerrero nos aclara el
importante rol desarrollado en Venezuela de escritores, novelistas, ensayistas,
poetas y artistas. Nos señala que gracias a su producción, el libro hoy “es una
zona franca”, donde se conectan “realidad, la creación literaria y la industria
editorial”, en los que “la literatura responde al reto del regreso
autoritario de los nacionalismos” y agrega, que ahora mismo refleja “..
la situación de Venezuela ante la catástrofe migratoria, sin precedentes en
América Latina”[2].
n Libros Novelas, Cuentos,
Películas, Arte y militancia artística.
Entre
las obras incluidas en este artículo invitamos a leer:
Doña
Bárbara – 1929 - gran novela de Rómulo Gallegos. (GALLEGOS, 1929)
Se vive en la hacienda y el miedo sobre
la tierra parecen ser de la Venezuela de hoy. Sobre todo desde los hechos ocurridos
el 30 de marzo de2017 cuando fue inhabilitada la Asamblea Nacional por decisión
del Tribunal Supremo de Justicia, dominado por el Chavismo, en un país que
tiene como presidente de gobierno a Nicolás Maduro. A partir de ahí la crisis
se ha agudizado y precipitado en los diferentes ámbitos que van desde el político
y económico, hasta el social y familiar. La crisis ha hecho que más de dos
millones de venezolanos hayan empezado un éxodo por todo el continente y parte
del mundo en busca de bienestar. Sin embargo la novela sentencia: “El
mal es temporal, la verdad y la justicia imperan siempre”.
País
portátil -1968- De Adriano González León.
Esta novela premiada condensa todo lo que
significó la lucha armada de la izquierda venezolana que no se avenía con el
proceso de democratización de la nación después de la larga noche en que la
dictadura de Marcos Pérez Jiménez había sumido al país. Su anécdota es más bien
simple: un guerrillero andino debe llevar un maletín hasta una casa donde lo
esperan sus camaradas, y lo hace cruzando la ciudad de punta a punta en un
autobús urbano mientras el narrador rememora el pasado “heroico” de sus ancestros.
Cuando llega, lo aguarda el destino que esperaba a toda la rebelión armada
venezolana que intentó emular a los revolucionarios cubanos: el fracaso. Esta
novela es la foto de un país que jamás ha perdido su condición de “portátil”.
El
culto a Bolívar- De Germán Carrera Damas.
Este título incide en cómo desde su
nacimiento Venezuela creó una teología alrededor de Simón Bolívar en la que
esta figura se hizo sagrada, intocable, y a partir de su gesta se asumió que la
única posibilidad de progreso que tenía el país consistía en retomar las ideas
conservadoras de un militar del siglo XIX. Este pensamiento le resultó muy
conveniente a la casta militar venezolana, que desde 1830 apenas ha abandonado
el poder porque se sienten dueños del país y consideran que sólo un pensamiento
y una acción cuartelaria permiten gobernarlo.
Venezuela
Imán -1973 - de José Antonio Rial.
Presenta la influencia de la llegada de
inmigrantes de Europa de la posguerra a buscar un nuevo horizonte en esa tierra
prometedora, llena de riquezas y oportunidades
La
montaña y su tiempo – 1973 - De Jacobo Borges.
(Ernesto Armitano Editor).
En un libro donde Jacobo Borges
reflexiona al país desde la gran montaña y sus habitantes asombran a la ciudad
capital.
Del
buen salvaje al buen revolucionario -1976- De
Carlos Rangel.
Este es uno de los primeros y más
importantes ensayos sobre la “civilización” latinoamericana en el que el
célebre pensador venezolano hace una reflexión sobre la discrepancia entre lo que
una sociedad es y la imagen que esa sociedad tiene de sí misma. El autor abre
la reflexión con estas sugerentes palabras: “Los latinoamericanos no estamos
satisfechos con lo que somos, pero a la vez no hemos podido ponernos de acuerdo
sobre qué somos, ni sobre lo que queremos ser”. Podría decirse que es la puerta
de entrada para entender la historia de la cultura venezolana y
latinoamericana.
Monumento
– 1975-1980 - De Miguel Von Dangel.
Construida entre los años 1975–1980, esta
obra plástica resume la situación particular de Venezuela., la obra está hecha con
la cabeza y las patas de un caballo embalsamados por el propio artista. El
caballo, en lugar de barriga tiene un barril de petróleo y su posición es la
del relincho brioso. Es una imagen estremecedora. Allí están concentradas
nuestras dos catástrofes naturales: Bolívar y el petróleo. Un petróleo que
salpica a quien lo ve y que refleja también la parálisis cobarde de quien lo
contempla. Tal y como sucede actualmente con esa vergonzosa abstracción llamada
“comunidad internacional”.
El
Estado mágico. Naturaleza, dinero y modernidad en Venezuela -1997- De Fernando Coronil.
Se trata de un trabajo historiográfico, con
inmersiones antropológicas, que pone en perspectiva los usos del poder en el
país, los cuales generaron el caos que hoy atenaza. Coronil disecciona ciertas
pulsiones colectivas devenidas atavismos al parecer irresolubles: el impacto de
la inusitada riqueza petrolera en una sociedad agraria y pre-moderna (aún lo
seguimos siendo en muchos aspectos), las marrullerías del populismo, el
sojuzgamiento indirecto de la población mediante coerciones paternalistas. Un estudio
riguroso que propone una lectura de las mentalidades venezolanas vinculadas no
solo con el mundo político, sino, por igual, con el conglomerado humano que se
supone construye una sociedad.
Las
crisis de la Venezuela contemporánea -1998 - De
Manuel Caballero.
A mediados de 1998 (previos al triunfo de
Hugo Chávez en las elecciones de aquel año), Caballero publicó este libro donde
deja clara su posición de pensador en líneas como: “Hay (…) gentes atraídas,
regular o circunstancialmente por opciones autoritarias: o que llama la
atención es que se trate de hombres de cultura. No nos referimos, por supuesto,
a esos autoproclamados intelectuales y hasta ‘escritores’ cuya obra ni ellos mismos
conocen. En un programa de TV el 4 de febrero de 1994, una señora se presentó
como ‘escritora’ para mostrar que Chávez sí había tenido contacto con civiles
(y hasta escritores) antes de su intentona. Cuando se le preguntó por su propia
obra, ella mostró las actas que cuidadosamente había llevado de las reuniones
de los conspiradores: parecía no tener idea de la diferencia entre ‘escritor’ y
‘escribiente” (p. 149). El pasaje muestra cuál fue el papel que la mayoría de
los “intelectuales” venezolanos asumieron cuando el teniente-coronel irrumpió
en el imaginario público. Sin embargo, lo más interesante del trabajo de
Caballero es la minuciosa pesquisa que realiza sobre las causas que llevaron a
Hugo Chávez al poder cuando aún era apenas un potencial candidato que recorría el
país buscando adeptos. Quiere decir, Caballero sabía, como resultado de su investigación
histórica, lo
deja claro en el libro, que íbamos derecho a la situación que hoy padecemos.
Un
regalo para Julia -1998- De Francisco Massiani.
Donde nadie después de leer un texto tan
encantador como este de mediados de los setenta, se esperaba personajes
venezolanos tan oscuros como los de hoy.
100
años de perdón -1998- De Alejandro Saderman.
En este filme queda retratada mucha de la
idiosincrasia del venezolano y de sus clases gobernantes. En él sobresale la
chacota, el facilismo, lo mediocre; rasgos constantes y muy visibles. No es una
pieza política, pero acaso por ello la revela (a la política) de manera ostensible,
pues muestra el material humano de un cuerpo social que no cree en civilidades
ni en reglas, sino en el pleno disfrute de toda ilegalidad.
Lluvia - 2.005- De Victoria de Stefano.
Escrito a comienzos del Chavismo, en
apariencia, la historia privada de una escritora que escribe un diario en “el
cuarto propio” de su casa, el primer piso es para la cocina y para algunas
visitas ocasionales como la de su jardinero. Sobre todo cuando se presenta una
lluvia tempestuosa. Las primeras trazas de que la escena nacional van camino a
un derrumbe lo atisba la escritora en los paseos habituales que hace por los
alrededores. Una urbanización de clase media y de clase media alta. La
escritora sorprende avisos reiterados de venta en las fachadas de algunos
chalets y la figura de un mendigo que se erige casi como centinela en la
iglesia cercana.
Un
hombre de aceite – 2008- De José Balza.
En esta breve novela de Balza se realiza
el prodigio sinóptico de demostrar el país petrolero, con todas sus corrupciones
y bajezas, sus dudas y lujos, sus alegrías y perversiones a través de la vida
de un alto funcionario de la empresa estatal, Petróleos de Venezuela, S. A.
(PDVSA); y cuando se dice país petrolero se dice también el país todo, porque
el siglo XX fue para Venezuela el siglo en que ató su destino a la riqueza que
proporciona el hidrocarburo: y cuando este deje de ser valioso, quién sabe qué
tipo de valor tendrá el país. Una novela que es la foto nítida de un país
bendecido y corrompido por el oro negro.
La
Herencia de la tribu. Del mito de la independencia a la revolución bolivariana – 2009 - De Ana Teresa Torres
Se trata de un ensayo que le ofrece al
lector algunas claves esenciales para entender la situación de Venezuela, recontextualizando
la ideología Chavista en la historia y en el imaginario histórico del país. Trata de ordenar lo que somos y vamos
siendo, desde nuestros mitos fundacionales hasta nuestro delirante presente. Es
un recorrido por nuestra historia, que va y viene analizando lo fáctico y lo
imaginado, los hechos y las ansias, buscando encontrar una anatomía interior de
Venezuela.
La
rebelión de los náufragos – 2010 - De Mirtha
Rivero.
Investigación periodística sobre la
defenestración de Carlos Andrés Pérez, el primer presidente reelecto en Venezuela,
a quien Hugo Chávez y sus correligionarios intentaron deponer con dos intentos
de golpe de Estado. Al final, Pérez es juzgado por un tribunal civil acusado de
malversar fondos secretos. El libro reconstruye con mesura y rigurosidad el
período político anterior al arribo al poder de la “revolución bolivariana” y
explica algunas de las causas que precipitaron la colonización del imaginario
nacional por la antipolítica y por un puñado de conmilitones ahíto de ideas
nacionalistas, religiosas y mal digeridas de la historia.
El
cuaderno de Blas Coll – 2010 - De Eugenio Montejo.
Los deberes son cóncavos, los derechos
son convexos. Un libro que desentraña un país desde una mirada críptica que
encierra lo que somos acudiendo para ello a símbolos inquietantes. Lo que parecen
líneas inscritas en lo humorístico desde el molde o desde el determinismo es,
en realidad, una denuncia poética y dolorosa: sólo un país como este necesita “inventarse una lengua”. Un idioma que
lo acote como tierra que agrede. Un habla que nos diga de otra forma. El
cuaderno de Blas Coll de Montejo es de múltiples y necesarias lecturas.
En
rojo – 2011 - De Gisela Kozak Rovero
En rojo cuenta eventos ocurridos a
múltiples personajes cuyas existencias transcurren en la Venezuela del nuevo
milenio. El hilo conductor de estos relatos es revelar el entramado secreto de
un período histórico extremadamente tenso y apasionante en el que han
predominado los grandes discursos, los movimientos de masas y la experiencia descarnada
de la invasión de la vida privada por los sucesos de la vida colectiva. Más que
un libro de cuentos o una novela, se trata de una narración coral que evidencia
la potencia, el sufrimiento y la dolorosa belleza de una época feroz”. (Oscar
Marcano).
Caracas
muerde -2012- De Héctor Torres.
Héctor Torres ha creado con mano diestra
un mosaico de horror, tristeza y sangre que es también un retrato inmisericorde
y real de la Caracas de ahora mismo. Una Caracas que conserva rasgos de la vieja
ciudad antaño acogedora y amable que no se decide a abandonarnos. Por estos
relatos pasan oficinistas, motorizados locos, humildes comerciantes,
adolescentes asesinos, dulces muchachas de sonrisas color carmín, policías
corruptos, hombres y mujeres acorralados por la vida que decidieron sobrevivir
a la ciudad de todas las formas posibles. Cada texto es una especie de flash
que ilumina un determinado momento de agobio cotidiano, tal como lo expresa en
algún momento el narrador de estas páginas: ‘A Caracas no se la habita, se la
padece’. De esta manera, el narrador se convierte también en testigo y relator
de su entorno, dándole cabida en el texto a una serie de personajes y situaciones
que simbolizan un aspecto de la vida urbana. Todos de alguna manera reflejos de
una violencia colectiva”. (Manuel Cabesa).
Apaciguamiento -2012- De Miguel Ángel Martínez Meucci.
Este es un libro publicado en el año
2012. Es una de las más lúcidas reflexiones sobre cómo se consolidó la
Revolución Bolivariana en los años 2001–2004, el período de mayor
enfrentamiento político durante el primer mandato de Hugo Chávez. Martínez
Meucci utiliza el concepto de “apaciguamiento” propuesto por Henry Kissinger
para explicar no sólo el afianzamiento de Chávez en el poder, sino, más importante
aún, las razones de la debacle opositora de entonces…y de ahora.
El
Estado descomunal- 2013- Conversaciones con Margarita
López Maya, de David González.
Donde se va describiendo la compleja -y a
veces incomprensible- realidad que vive Venezuela
El
Chavismo como problema- De Teodoro Petkoff.
Teodoro Petkoff es una figura legendaria
de la política de la segunda mitad del siglo XX. Ex guerrillero, político,
economista y periodista aguerrido, fue de los primeros en denunciar el
totalitarismo de la Unión Soviética con un libro que le costó la “excomunión”
por parte de Leonidas Brezhnev. Se trata de Checoslovaquia: el socialismo como problema,
publicado en 1969. Cuarenta años
después, con el mismo impulso crítico pero con toda la experiencia acumulada en
ese tiempo, Petkoff adaptó su propio título a los tiempos de la actual
dictadura Chavista. Es un repaso indispensable para captar la vena autoritaria
que define al Chavismo desde su origen. El pensamiento de Petkoff sigue
crispando los nervios de los dictadores de turno. Con sus ochenta y cinco años
a cuestas, a Petkoff se le tiene prohibida la salida del país.
Manifiesto
País – 2014- WMagazin
En febrero del 2014 los estudiantes
venezolanos tomaron las calles para denunciar irregularidades y abusos
oficiales. La Sala Mendoza vio la fractura del país y decidió solidarizarse y tomó
la decisión de vincular la escritura con las artes visuales. Para ello pidió la
colaboración de Lisbeth Salas y su editorial La Cámara Escrita e invitó a una
serie de creadores para que escribiesen un manifiesto sobre el país. “A partir
del conflicto se creó un proyecto curatorial que generó un espacio para pensar,
reconocer y descubrir, seguros en la eficacia de la palabra para generar
contenidos”, escribió en la presentación del catálogo Patricia Velasco B.
Un total de 66 escritores e historiadores
se sumaron a esta idea que no solo “no” ha perdido vigencia, sino que cobra más
relevancia tres años después.
“MANIFIESTO: PAÍS es lo inclasificable.
Lo que puede ser desmenuzado en incalculables partículas. O enunciado en
gruesas palabras. Una lista sin comienzo y sin final. Un catálogo de
posibilidades, La tensión entre lo oculto y lo MANIFIESTO. Ni siquiera es
posible afirmar que hay un país por persona: a menudo, cada quien porta varios
países dentro de sí mismo. El país es cosa ambivalente, materia de titubeos.
Hoy se afirma y mañana se niega. Incluso: se suscribe o se repele en un mismo
gesto”, escribió Nelson Rivera. La cartografía de esa Venezuela la hicieron,
entre otros: Rafael Cadenas, Boris Muñoz, Alberto Barrera Tyszka, Ana Teresa
Torres, Ednodio Quintro, Elisa Lerner, Gustavo Guerrero, Israel Centeno, Juan
Carlos Chirinos, Juan Carlso Méndez Guédez, Lena Yau, Rodrigo Blanco y Yolanda Pantin.
País
- 2014 - De Yolanda Pantin
Poesía reunida 1981–2011. “Al
‘reconocimiento’ de que sí sucede en el país, y esa nación se ha hecho
‘irreconocible’, hoy solo tiene imagen en las ruinas de una historia colectiva
que arremete con la fuerza de un deslave. Violencia, indiferencia, mentira, humillación:
país ‘tajado’ que hace aún más perentoria la reconstrucción y el reconocimiento
del sentimiento de patria, la historia íntima y personal, la memoria que puede
contarse con el asombro, la atención y
el ‘miedo aterrador’ característicos de esta voz”. (Marina Gasparini).
Patria
o muerte - 2015 - De Alberto Barrera Tyszka.
Premio Tusquets de Novela 2015. Pone en
escena diversamente, pero con mucha eficacia, la deriva de una sociedad en vías
de descomposición y donde el horizonte de futuro se ha clausurado. La
desesperanza, la desesperación y la exasperación de los venezolanos; están
escritas asimismo con esa ironía admirable y aguerrida en cuyo fondo se deja
leer el deseo de pasar esta página de nuestra historia y volver a juntar los
fragmentos de una nación hecha pedazos. Retrato eficaz de la fiebre o epidemia
emocional que se apoderó de los venezolanos cuando cundieron rumores
contradictorios en torno a la noticia de la enfermedad y posible declive del comandante
poderoso. Antes -o al unísono- había venido el declive de la sociedad
venezolana y algunos de los personajes lo reflejan fidedignamente. Diversos personajes
experimentan en carne propia las contradicciones, los dramas, y las pasiones
que despertó la enfermedad y el fallecimiento del más reciente caudillo militar
del país.
Simón
Bolívar. Esbozo biográfico – 2016 - del historiador
Elías Pino Iturrieta.
La historia comienza identificado en el
bolivarianismo una de las constantes más trágicas de la historia política de
Venezuela. Donde se constituyó como república precisamente a contracorriente
del ideal bolivariano y cómo esa “traición” es el “pecado original” que los
venezolanos parecen condenados a pagar eternamente. Al menos, hasta que decidan
encarar las verdades de su propia historia.
Lo
que cuenta la mujer canalla. – 2016 - De Lena Yau[3].
La autora parece escribir sobre un escritorio
de páginas atlánticas movibles. En las cuartillas de su poemario o de su
primera novela cuida del jabillo que dio jardín a su infancia. La montaña
caraqueña en Lo que cuenta la mujer canalla se convierte en exacto poema porque
en Lena el intertexto no es solo bella arbitrariedad que sigue fidedigna a la
frase original sino una forma de dar luz a su corazón mientras se cumple el arraigo
oceánico . Sucede el milagro. Se es poeta en Caracas y escritora en Madrid
o viceversa. En suma, es la arboleda desangrada en la emigración que Lena Yau
cura a través del poema.
Dinero
fácil -2016- de Hensli Hans Solórzano
Once cuentos vinculados, sobre el descubrimiento del sexo y de los
equı́vocos del mundo adulto. La imagen que arroja el libro, apenas disminuida por
pasajes humorı́sticos, es la de un profundo desasosiego: una república abandonada
a su suerte en donde a sus ciudadanos tan solo les queda la sobrevivencia y, si
hay fortuna, algo de dinero fácil.
Salvoconducto
– 2015- De Adalber Salas Hernández.
“Caracas, los que van a morir no te saludan” es el verso con que se el XXXVI Premio de Poesía “Arcipreste de Hita”
que al igual del del libro del buen amor un texto eminentemente autobiográfico
donde el canónigo Juan Ruiz combinó lo personal, lo sentimental,
lo político y lo social para evidenciar la tiranía que el imperio musulmán ejerció
sobre la Península Ibérica durante el medioevo.
Otros despotismos, otras señas biográficas,
otras geografías constituyen el asunto de este libro que, no obstante, desde
aquel primer verso también instala idéntico tono, entre exhortación y demanda,
pero con una vuelta de tuerca: la negativa, por parte de la voz poética, a
reconocer el poder de lo externo y, pese a estar sometida a él, desafiarlo, desde
un heroísmo de la debilidad dable de fertilizar el discurso y sacudir al
lector. Ello, siguiendo la tónica de otros poetas venezolanos como Rafael
Cadenas y Caupolicán Ovalles quienes en “Los cuadernos del destierro” y ¿Duerme
usted, Señor presidente? hicieron de tal estrategia su bandera. El autor se hace con este estandarte,
abandonado por la literatura venezolana durante años más complacientes, a fin
de revivir la militancia contra el poder pero sin perder el tono confesional,
imprescindible para no caer ni en el amarillismo ni en la crónica roja.
The
Night – 2016- De Rodrigo Blanco Calderón.
El libro es un excelente mosaico humano
sobre las grietas que dejó Chávez. “Estamos en una época apocalíptica. El mundo
se desploma y se revela otra dinámica”. Pone en escena diversamente, pero con mucha
eficacia, la deriva de una sociedad en vías de descomposición y donde el
horizonte de futuro se ha clausurado. La desesperanza, la desesperación y la exasperación
de los venezolanos; están escritas asimismo con esa ironía admirable y
aguerrida en cuyo fondo se deja leer el deseo de pasar esta página de nuestra
historia y volver a juntar los fragmentos de una nación hecha pedazos.
La
Revolución Sentimental – 2017- de Beatriz Lecumberri
Muestra las muchísimas facetas de Hugo
Chávez del que queda la sensación de que a sus buenas ideas las mató el
populismo y su deseo de perpetuarse en el poder, heredado ahora por Nicolás
Maduro.
Cuentos
(Tres
Tomos) -2017- de Salvador Garmendia
Muy buenos cuentos que retratan la Venezuela
de Salvador Garmendia editados en tres tomos, en que entre dos amigos se da una
escena violenta no esperada.
Homenaje
a John Cazale -2019- De Rodrigo Blanco Calderón
Publicado recientemente en la leída Web
venezolana Prodavinci que presenta personajes oscuros e insinuaciones que nos
pasan por la mente y que los perseguidos antes de ser capturados, no se hubieran
imaginado.
Así
que pasen cien años. De Elisa Lerner,
narradora, dramaturga y cronista. Elisa
Lerner, escritora de pulso firme y mirada incisiva, aborda al país desde
múltiples ópticas.. Lerner entiende y nos hace entender a Venezuela como
sociedad desde la escritura, las artes plásticas, el teatro, la música, la
crítica, el cine, la universidad, la política, los usos y costumbres, el
consumo y el petróleo. Sorprende la vigencia, tanto en el diagnóstico como en
la proyección, de líneas como las que siguen: “Si en Venezuela la política es
más astucia que memoria, más astuto y efímero presente que proyección y
trascendencia memoriosa es porque, en el fondo, seguimos encadenados a las
dictaduras que hemos tenido y que siguen viviendo en nuestra vida democrática,
como una perturbadora abstracción”. (1970)
n Palabras Finales
Cultura
y Literatura brindan un reflejo real del fracaso
y decadencia de las dictaduras socialistas. Con justa razón, la antropóloga
Vena Das, nos sugiere el inequívoco vacío de interés social de los regimenes
asociados, al afirmar: “las
rebeliones subalternas sólo producen una noche de amor,... en ningún caso
pueden transformarse en una vida de amor” (CORONIL, 2000, p. 4) y no se quedan ahí,
sino que, proporcionan elementos para una hipótesis final más avanzada, como en
la novela de Rómulo Gallegos (Doña Bárbara), cuando señala, “Es
necesario matar al centauro que todos los llaneros llevamos por dentro”,
al referirse a acabar con la barbarie que
lleva dentro cada hombre.
Hoy Juan Carlos Méndez Guédez señala que “La
dictadura de Venezuela es bastante ignorante y ha destruido la cultura”
y que la realidad que agrieta Venezuela ha superado la imaginación de los
escritores[4].
Y a la vez, contamos con historias como las de Rodrigo Blanco Calderón, cuya
lucidez señalan “la oscuridad que dice haber avanzado sobre Venezuela en los últimos
años”, explican que “estamos en una época apocalíptica, en la
que el mundo se desploma y se revela otra dinámica”, cuyas
condiciones dan lugar a escribir para “ver, retratar, entender, denunciar y
compartir lo que allí ocurre”[5].
Muy a pesar que “Editores y prensa colaboran a la
santificación de la mediocridad” (Manuel Borras, 2018), Escritores,
novelistas poetas y artistas en Venezuela, han tomado el reto en el que “la
literatura es hoy la mejor forma de responder al regreso autoritario de
los nacionalismos” (Gustavo
Guerrero, 2018) y donde las palabras como “Caracas los que van a morir NO te saludan”
(Adalber Salas Hernández, 2015) nos muestran la verdadera tesón del pueblo que
lucha por su supervivencia.
Declaro que no tengo conflicto de interés
alguno en el contenido y publicación de este artículo.
[1] Manuel Borras: “Editores y prensa colaboramos a la
santificación de la mediocridad” Entrevista Por WINSTON MANRIQUE
SABOGAL. W Magazín. Fecha : 03 de abril
del 2018.
[2] Gustavo Guerrero: “Uno de los retos de la literatura es
responder al regreso autoritario de nacionalismos”. Entrevista Por
WINSTON MANRIQUE SABOGAL. WMagazín. Fecha 24 de agosto del 2018.
[3] Es autora de Hormigas en la lengua (Sudaquia, 2015), Trae tu
espalda para hacer mi mesa(Gravitaciones, 2015), Lo que contó la mujer canalla
(Kalathos, 2016).
[4] Méndez Guédez: “La dictadura de Venezuela es bastante ignorante
y ha destruido la cultura” Entrevista por Winston Manrique Sabogal. Fecha: 6 de febrero de 2018.
WMegazín.
[5] Rodrigo Blanco Calderón “Estamos en una época apocalíptica. El mundo
se desploma y se revela otra dinámica”.
Entrevista por Winston Manrique
Sabogal. Fecha: 19 de junio de 2018. WMegazín.
No hay comentarios:
Publicar un comentario