Por Jorge Contreras
Después de 12 años en el poder, el partido de los
trabajadores recibe el rechazo generalizado. El mensaje de las protestas del
ultimo domingo exige la intervención militar, ante una economía en recesión y
elevados niveles de corrupción, cuyas entuertos son internacionales, atraviesan
varias fronteras. A la voz de "No tenemos políticos sino
ladrones", los ciudadanos brasileros mezclados entre personas
comunes y profesionales, se pronuncian contra el desprestigio de las instituciones. Las críticas alcanzan el
sector salud, educación, economía. La sentencia: "No quieren al gobierno
fuera de del poder, lo quieren fuera del país".
■ Mayoritarias demostraciones…
EL domingo 16 de agosto, según el diario Folha
de S.Paulo, se calculan unos 200 mil
manifestantes. En Sao Paulo se congregaron más de 135 mil personas, según datos
de Datafolha. En Brasilia informes de la policía detallan 25 mil personas. Las
movilizaciones se llevaron a cabo en
unas 200 ciudades, incluyendo Bello Horizonte, Rio de Janeiro y Salvador. .En
Rio de Janeiro la mayoría de los miles en la multitud vistió la camiseta del
Brasil.
■ Síntomas y medidas del gobierno son
rechazadas con fuertes mensajes…
Los mensajes
empleados son fuertes “Altos
impuestos sin nada en retorno estamos tocando fondo”. “Nunca un gobierno robo tanto en la
historia”. "Un sistema de salud en el que nos tratan como animales",
"En protección y seguridad el servicio es peor, a pesar que las
víctimas han aumentado, el servicio es
solo estadístico, con números". "Nos proporcionan una pobre educación,
creen que somos estúpidos",
■ Otros se inclinan por medidas de democracia
directa…
Unos promueven peticiones para forzar al congreso a
debatir medidas anticorrupción. Otros promueven el retiro de los políticos que
han facilitado la concentración de poder en unos pocos. Otro grupo demanda la
intervención militar. Otros acusan a la presidenta Dilma Rousseff piden su denuncia y destitución, por "Vender el sueño que Brasil podía
cambiar" y que se ha convertido en "Terminator la
exterminadora del futuro de los brasileños”.
■ Los partidos políticos son facciones
criminales…
El partido de los trabajadores ha estado en el poder 12
años y es acusado de institucionalizar la corrupción. El escándalo de Petrobras
lidera los robos millonarios y detenciones de más de 50 políticos entre
funcionarios públicos. Las investigaciones involucran al presidente Lula
responsable por el anterior periodo de gobierno. Acusan a los políticos, de que
están dejando todo para que lo resuelva el próximo gobierno.
Lo cierto es que con una economía que espera contraerse
aún 2% este año, con una inflación del orden del 10%, y con los índices de
desempleo crecientes, el malestar se ha
tornado en furia contra la elite política
y el presidente se mantiene en un digito de aprobación. ◆
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