La situación mundial ha llegado a un nivel de riesgo tal, que
en todos los países sin excepción se reconoce la labor del soldado y el
policía, como única respuesta de los estados contra los infortunios del
desastre y la violencia.
Lo vemos a menudo cuando el presidente demócrata Barack
Obama de Estados Unidos rinde tributo a los soldados caídos en Irak o
Afganistán, lo hemos leído en los diarios de Francia, el 8 de mayo último en
circunstancias en que el presidente Nicolás Sarkozy y el candidato electo
Francois Hollande, ambos de extremos políticos diferentes, brindaron homenaje
al soldado desconocido, y lo vemos a menudo en nuestro Perú, durante los últimos
años en la guerra contra el terrorismo y el narcotráfico.
La seguridad ciudadana
es una necesidad….
Uno de los síntomas preclaros de atender a la necesidad de
seguridad, se refleja en como las naciones han optado por mantener en el tiempo
una fuerza militar y policial, lo que a facilitado el atender sus necesidades
futuras en mayor o menor grado. Lo mismo, contraria y opuestamente se desdice
de aquellos que no han tenido a bien el desarrollo de una fuerza propia.
El Perú no está alejado de esta situación, algunos gobiernos
se dieron maña para convivir con la violencia interna y el crimen organizado
por más de 25 años. Lo más critico es que en los últimos años los políticos de
turno en el gobierno no invirtieron en fuerza militar, optaron por desarrollar
una fuerza policial que se sustentara solo con apoyo exterior (caso de la Policía
y la DEA), y como consecuencia de ello la fuerza militar, fue de más a menos, llegando al presente
sin ley de servicio militar, con un presupuesto mínimo y sin adquisiciones. En
otras palabras y con otras intenciones, lo que podría ser el sueño del “paraíso
para el crimen organizado”.
Los síntomas son
graves….
Hoy estamos presenciando que el VRAE y el Huallaga no son el
único mal, hay otros síntomas graves en escena, 1) el trafico de drogas es una
industria criminal que se expande y amenaza otras áreas, 2) hay zonas dedicadas
al contrabando, 3) parte de la sociedad informal se
organiza e invade terrenos, con fines diversos, de vivienda, de minería y de
lavaderos de oro.
4) Los grupos políticos organizados en frentes y sindicatos,
hacen paros, destruyen propiedades, bloquean transito vehicular, comunicaciones,
causan perdidas de vidas, se dan el lujo de utilizar los fondos del estado para
sus intereses, detener proyectos y hasta dar treguas al gobierno.
Como diría el actual
premier, se requieren especialistas y técnica….
Para encontrar soluciones, se requiere experiencia, que el común observador no ve.
¿Como estaremos?, para que luego, de lo sucedido entre enero y mayo de este año, que incluye varios helicópteros, militares y policías caídos, civiles secuestrados, un alto representante del llamado ministerio de justicia y derechos humanos llegue a declarar parsimoniosamente, que aún se esta evaluando la posibilidad de solicitar facultades legislativas para legislar en materias de seguridad y defensa.
Sin duda, anecdótico...
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