Una mirada al gráfico nos muestra lo que sería un
diagnóstico de resultados de la estrategia del gobierno en la lucha contra el
clan de la coca de los Quispe Palomino,
la predica ideológica del otrora Sendero a pasado a un segundo plano,
importa ahora el negocio de la droga, resultados positivos son una realidad en
las operaciones contra el lavado de capitales y los decomisos de envíos de
droga, el clan armado se mantiene en el terreno, donde se ha
preparado y pertrechado, sin embargo esta aislado e inmóvil. Los asaltos a
vehículos de pasajeros en estas zonas podrían ser un indicador de
desaprovisionamiento, por lo que ingresar a su área es darles ventaja. La
atención nos atrae al VRAE y nos separa del Huallaga y otras zonas.
Debemos reconocer que el actual Gobierno, aunque un tanto
apresurado, y con una estructura conformada por intereses políticos de sectores
opuestos, a los que se han agregado algunos funcionarios con antecedentes de
crimen y corrupción, ha dado muestra de decisión política contra el crimen
organizado y está dirigiendo a las Fuerzas de Seguridad. También reconocemos que este gobierno
esta llevando la inclusión social a niveles nunca antes alcanzados
La actividad política
no facilita las cosas, trae consecuencias…
Nuestra visión política nacional y recursos, no ha variado en los últimos años,
transcurre carente de objetivos a largo plazo y es más una eterna lucha
política partidaria, por una izquierda o por una derecha, para ver quien cambia
el modelo y se hace cargo de la administración del estado.
Hace un buen tiempo vemos que primero esta la lucha política,
después los objetivos nacionales y la sociedad. Las consideraciones a futuro
sobre las actuales inundaciones, desastres, cambio climático están fuera de
todo plan La oposición, en su
intento de forzar el timón hacia la izquierda ha instituido la protesta y el
conflicto. El nuevo contexto y mensaje de la izquierda es más que dañino,
porque cuando se busca dominar se incurre en falacias. Crear el caos, (rechazar
proyectos, tomar favoritismos, dar plazos) y polarizar la sociedad seria la estrategia del momento, para más
adelante hacerse cargo del país.
Para ello constatamos con tristeza, que se aprovecha toda
norma, derechos humanos y tribunales internacionales. El interés está más en sentenciar
a opositores, que a los que cometen graves violaciones por la causa. No hay
interés en sancionar los atentados a la vida, especialmente si estos comprometen
la libertad de acción política.
Así escuchamos pedir sanción para los héroes liberadores de
la operación Chavín, acusándolos de dar muerte a los terroristas, de ser
golpeados por el narcotrafico pero no inclinar la balanza para erradicarlo, de rechazar
proyectos, sin hacernos responsables de las muertes ocasionadas en las
protestas, o de no pedir la pena de muerte, porque ello significaría alejarnos
de las ventajas de una institución internacional que satisface otras
necesidades. A esta lucha, también
se unen los diversos medios de prensa y redes sociales del país, cada cual con
sus propios intereses. El sensacionalismo es la estrategia común aún cuando
cause desinformación
Producto de la misma visión dual, los comandos militares, la
estrategia y la táctica siguen un singular derrotero, cambian según cada
gobierno, cambian ministros y generales a cargo de la Defensa y de la
inteligencia, no por su especialidad o experiencia, sino por su familiaridad
con los políticos de turno. Oficiales de experiencia son desechados, pasados al
retiro, antes de tiempo, mientras que los favorecidos reciben puestos para los
que nunca estuvieron preparados. A ello se añade similar tratamiento con los presupuestos
de defensa que no son estables.
El origen del terror
es más claro…
El marxismo maoísmo de Sendero Luminoso finalizó con la
captura de sus lideres en el año 1992. Los rezagos no han alcanzado una
reconstitución, la guerra del campo a la ciudad, ahora se ubica en el campo, en
las plantaciones de droga.
Han establecido su propia base social, con abierta y
declarada violación de los derechos constitucionales elementales.
Tienen organizado muy bien la defensa del terreno y su
interpretación requiere de
analistas más de combate que policiales, en la actualidad el foco de atención
esta en el VRAE (Ayacucho – Cusco) y no se conoce de la situación en otras
zonas.
Están controlados por clanes familiares, armados, que
trabajan en comunicación con contactos en las ciudades, representan al nuevo crimen
organizado y se dedican al trafico de drogas y sus variadas modalidades.
A buen entendedor pocas palabras, el diagnóstico está a la
vista. Los actores de la guerra interna, ambos el gobierno y sus fuerzas armadas y la oposición, perdieron calidad.
El próximo 17 de mayo cumpliremos 32 años de guerra y violencia interna
y seguimos aceptando denuncias internacionales que las defienden.
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