Ross Langdon y Elif Yavuz murieron abatidos en los atentados terroristas ocurridos en el centro comercial de Nairobi. Eran dos personas excepcionales, dedicadas en cuerpo y alma a ayudar a gente en problemas.
Él era un brillante y premiado arquitecto que había construido un hospital para luchar contra el VIH/sida en Kenia sin cobrar sueldo alguno. Ella era una especialista en lucha contra la malaria con un doctorado en Harvard y a la que solo le faltaban dos semanas para salir de cuentas, para traer al mundo al primer hijo de la pareja. Todas sus esperanzas e ilusiones desaparecieron al instante en ese recinto keniano.
Las vidas de esta pareja y las de al menos 60 personas más que fueron asesinadas a sangre fría en el centro comercial de Nairobi en un ataque indiscriminado de varios terroristas (se cree que entre 10 y 15) que durante 30 horas provocaron el caos, la destrucción y el dolor en la ciudad.
Langdon empezó sus estudios en la ciudad australiana de Launceston, antes de trasladarse a Sídney en 2001, momento en el cual empezó su exitosa carrera. Allí ganó la medalla de la universidad y tiempo después el Premio Joven a Antiguos Alumnos gracias a sus trabajos en Australia, Europa y África.
No fueron los únicos galardones que recibió; en 2010 ganó un premio europeo como uno de los 10 mejores arquitectos jóvenes. Previamente, en 2008, había fundado su propio estudio de arquitectura en Londres y después la Regional Associates, con oficinas en Melbourne y en la capital británica, que trabajaba fundamentalmente en África; Uganda, Rwanda y Tanzania, algunos de sus últimos destinos.
De hecho, el joven arquitecto había pasado los últimos 4 años en el continente africano y precisamente allí era donde había conocido a Elif. Fue en Kampala, la capital de Uganda, cuando la mujer estaba trabajando en un proyecto para el Banco Mundial.Ross Langdon durante una conferencia (Tedx/Youtube)
En la actualidad vivían en Tanzania, y habían decidido viajar a Nairobi en los últimos días del embarazo para recibir una mejor atención sanitaria. Desgraciadamente, esta decisión fue su perdición.
En un mensaje en Facebook, la madre de Ross, Linden Langdon, dijo que la pérdida de su "precioso hijo", su "adorable pareja" y su "bebé muy amado a solo dos semanas de su nacimiento" era algo "inmensurable, absurdo e insoportable".
Poco a poco, la paz vuelve a reinar en Nairobi. Las autoridades recuperaron el centro comercial y afirman que todos los rehenes han sido liberados. Queda lo más duro, el recuento final de las víctimas de una tragedia que ha tenido en vilo a medio mundo.
Lo que es seguro es que Ross y Elif están entre las víctimas, ambos murieron juntos y abrazados, mientras él ponía su mano en el estómago de ella en un intento vano de proteger a su futuro hijo. Desgraciadamente, no pudo conseguirlo.
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