Publicado en: Opinión el 01/05/2016
Los invito a leer este interesante artículo
de la señora abogada y escritora, Thays Peñalver, en el que nos revela, algo
que todos conocemos y algunos no tienen muy claro, la “influencia de Cuba en Latinoamérica”,
en especial en el caso de Venezuela, las razones por las cuales, Venezuela no fue
parte de la influencia de la Unión Soviética y pasó a ser parte de la
influencia de Cuba, el impresionante papel que Venezuela ha representado para la
economía de Cuba y lo que representa la decisión de Cuba, de apertura
a las
relaciones con los Estados Unidos. Sin duda
un articulo que todas las sociedades latinas deberían revisar.
■
Por: Thays Peñalver, abogada
y escritora.
¿Por qué Fidel no suelta a Venezuela?
“Una revolución desvergonzada, que vive
de las remesas que envían del Imperio, aunque traicione a Maduro no puede dejar
de chupar lo que sea”
■ Pocos conocen la historia de que uno de
los primeros expulsados de Venezuela por órdenes de Fidel Castro, fue Norberto
Ceresole, quien aunque pasó a la historia como un neonazi de la ultraderecha,
en realidad era un ultra comunista y operador latinoamericano de la KGB en
tiempos de la extinta Unión Soviética. Ceresole,
trató de convencer nada menos que a Chávez de que debía dejar de lado a la Isla
y buscar como centro de poder a Rusia porque Cuba no le daría “Poder (a Chávez)
sino que se lo chuparía, porque Cuba era un vampiro que te chupa el poder, lo
poco que tú tienes. Te lo chupa para sobrevivir”. Porque “Fidel es Drácula”.
■ Para entender esto es necesario viajar en
el tiempo cuando la ayuda soviética tanto en subvenciones como en ayuda
directa, sin contar la ayuda militar en 1971, solo para Cuba, anualmente fue de
4.133 millones de dólares, una cifra promedio que por su cuantía, cualquier
lector desprevenido pudiera encontrar como similar a la proporcionada por Hugo
Chávez a la Isla. Pero cuatro mil millones de 1971 son equivalentes a 24.197
millones de hoy, que es una cifra fantástica para la época. Es una cifra tan
formidable, que Venezuela en 1971 recibía por petróleo una cantidad de dinero
similar (4.053 millones de dólares) para atender dos millones de almas más que
en Cuba, siendo entonces considerada Venezuela una nación rica y próspera.
■ A
ese gigantesco financiamiento, hay que añadir lo que la C.I.A. consideraba como
“ayuda incuantificable” como el caso de los miles de doctores rusos que fueron
a “ayudar a compensar el déficit de doctores” que Castro asumía como problema,
las gigantescas campañas sanitarias y de vacunación o los miles de entrenadores
deportivos que pasaron por la Isla, sin contar claro está con los cientos de
ingenieros y expertos rusos, alemanes, búlgaros, húngaros que hicieron la mayor
realización hollywoodense y que cautivó a los incautos revolucionarios del
Trópico de Cáncer hacia abajo.
■ Y si a esto añadimos las declaraciones de
los más eminentes científicos deportivos rusos, encabezados por el bioquímico y
vicepresidente del Instituto de Medicina Deportiva de la época, Michael
Kalinski quien proporcionó las
evidencias del mayor programa de uso de esteroides masivo y patrocinado por el
Estado Soviético a partir de 1970 o el
caso de los 190 ex atletas olímpicos de Alemania del Este, en su mayoría
ganadores de medallas de oro olímpicas, que están demandando a la empresa
farmacéutica Jenapharm, como la culpable de haber suministrado los esteroides
desde 1960 para que sus entrenadores los obligaran a consumirlas, solo “para
demostrar la superioridad del comunismo”, nos encontraríamos con una isla tan
sobredimensionada por la propaganda -solo para demostrar la “superioridad
comunista”- que Cuba terminó convertida en el Walt Disney World Revolucionario,
en el mundo Maravilloso de Fidel, en una Isla de la Fantasía pero regentada por
enanitos.
■ Por eso cuando Nicolás Maduro llegó a
estudiar a la isla, así como los cientos de incautos revolucionarios venezolanos
que hoy creen que Venezuela será la Cuba de la fantasía soviética, podía
percibir escuadrones enteros de aviones de combate de última generación,
mientras en Venezuela habían retazos de aviones, excedentes de la segunda
guerra mundial y otras reliquias de las primeras generaciones de aviones
subsónicos de reacción y en buena parte de América Latina aun se encontraban
operando aviones de hélice. Por eso era impresionante la visual de los
visitantes cuando además de aquel poderío de aviones de combate eran vistos en
los desfiles junto a cientos de tanques, por mucho los mejores en toda
Latinoamérica, integrados en escuadrones de combate así como artillería que
harían palidecer a cualquier ejercito suramericano. Acto seguido, los
maravillados idiotas latinoamericanos abordaban las limosinas blindadas de
Fidel Castro, algunas veces incluso con él adentro, hasta llegar al gigantesco
Palacio de la Revolución y escuchar un discurso de Fidel sobre las 30 medallas
ganadas en las olimpiadas.
¿Qué como terminó todo?
■ Cualquier
revolucionario podría ver que Cuba hoy no es un ejemplo para nadie, vive hoy
desvergonzadamente de las remesas de los cubanos en el imperio, es decir de la
“escoria” de los “traidores” que de acuerdo con el Gobierno Estadounidense se encuentra
cercano a los 6 millardos (2 millardos de dólares, sumado a los bienes y
artefactos que envían a la Isla por 3,5 millardos mas). Vive del turismo
capitalista que le proporciona otros 2 millardos, y para vergüenza mundial,
vive como el ultimo esclavista, de exportar mano de obra esclava que le supone
otro millardo mientras que el resto, el 43% del intercambio comercial, proviene
de Venezuela. Así de mal terminó el experimento cubano, que depende de los
cubanos emigrados, de la mano de obra esclava, del imperialismo y en más del
40% de Venezuela, a la que chupa como un vampiro.
■ Fidel Castro chupó, ajustados a
inflación, 43 mil millones de dólares de Venezuela solo en petróleo, cada
médico o empleado cubano costó más de un millón de dólares y como bien lo
explican sus anuarios, recibió otros 17 millardos en exportaciones de bienes,
para un total de 60 millardos que se conozcan. Pero lo cumbre del caso, es que
esos dólares que recibió, los tiró a la basura, los utilizó únicamente para
sostener su rumbo nefasto a la catástrofe. Porque incapaz de cambiar, incapaz
de rectificar condeno a los cubanos por otros 20 años, para ocultar su
vergüenza. Los anuarios estadísticos cubanos dan cuenta de que del millón de
hectáreas sembradas de azúcar desde que se unieron las revoluciones, apenas
quedan 400 mil produciendo y de su industria manufacturera se ha perdido el 25%
de su capacidad, con un 22% menos de empleos en el sector, mientras que la Isla
tendrá para 2025 menos habitantes que en 1989 a la caída del comunismo en el
mundo.
■ Por eso al intuir que Venezuela se secaba
cuando cayeron estrepitosamente los precios del petróleo, perdimos toda la
gracia y los isleños se aprestaron a lo mejor que saben hacer, chupar sangre de
otra parte, aunque sea desvergonzadamente del mismísimo Imperio. ¿Cuándo
soltará Castro a Venezuela? Aunque esto no lo crean muchos, En Cuba nadie cree
en Maduro, el saludo inicial de Castro con Obama fue la sentencia de que Maduro
no se sostiene por mucho tiempo, la apertura de la embajada y el fraternal
abrazo de Raúl Castro son el mejor ejemplo de que la revolución bolivariana
huele a formol, parafraseando a mi buen amigo Ezequiel Zamora. Pero aun los mil
millones de dólares pesan tanto como la vergüenza del ancianato isleño de
admitir que fueron un gigantesco fraude, el peor error de la historia cubana.
Lo que sí es cierto, es que Maduro, ya fue traicionado por los Castro, aunque
él sea el último en enterarse.
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