El presidente de Nigeria Goodluck Jonathan declaró el estado
de emergencia en los estados de Borno, Yobe y Adamawa debido al incremento de la violencia criminal y terrorista
en ese país [1].
A los ataques llevados a cabo durante el mes de abril, por
facciones de los grupos fundamentalistas Islámicos locales de la facción de Al Qaeda contra
instalaciones y proyectos de energía, ingenieros y técnicos extranjeros, y contra
grupos de turistas en el norte de África, ahora se suman más ataques
terroristas y ataques de grupos de culto contra las fuerzas de seguridad de ese
país, que coincidentemente reclutan por la fuerza civiles de ambos sexos para conformar sus milicias armadas.
Boko Haram...
El último martes 14 de mayo de 2013, el grupo terrorista
Boko Haram (Al Qaeda), atacó el
centro poblado de Bama, dando muerte a 55 personas, entre ellos 22 agentes
policiales, 14 agentes de prisiones, dos soldados y cuatro civiles, abandonando
a 13 de sus terroristas abatidos. El grupo Boko Haram esta promoviendo la
formación de un país Islámico. En este ataque el grupo terrorista habría
secuestrado hombres y mujeres para que integren sus grupos.
Ombatse....
El martes 7 de mayo de 2013, un grupo de sujetos de la
comunidad de Eggon, de dialecto “Ombatse” (cuya traducción es “El tiempo ha
llegado”) [2], seguidores de un culto religioso que
rechaza el alcohol y el adulterio, habrían formado milicias armadas, y emboscado
un convoy de las fuerzas de seguridad [3]
compuesto por 13 camiones transportando alrededor de 55 agentes de policía, 8
agentes operativos y dos chóferes de la Seguridad del Estado (cifras
consignadas según reportes oficiales), en el estado de Nasarawa, Nigeria.
Pocos habrían escapado de la emboscada. Con esta acción los
atacantes evitaron el intento de arresto de su líder y la interrupción de las
ceremonias forzadas contra la voluntad, ceremonias de juramentación-iluminación
e incorporación de nuevos miembros.
La emboscada se llevó a cabo contra Mohammed
Momoh, el comisionado asistente en jefe que comandaba Fuerzas de Seguridad de
la Policía.
Luego de la tragedia, oficiales jefes encargados de las
fuerzas policiales y de seguridad en la ciudad habrían sido detenidos y puestos
bajo investigación. En la zona de la emboscada habrían quemado los cadáveres de las victimas, de
quienes solo quedaron restos de cenizas.
Según las noticias difundidas, el martes 7 de mayo, la policía
en la ciudad de Lafia, capital del estado de Nasarawa en Nigeria, organizó un
equipo de hombres armados en 13 camiones con la misión clandestina de viajar a
la comunidad de Asakio (ubicada a unos diez kilómetros de Lafia) para
intervenir en una ceremonia de incorporación de nuevos miembros y arrestar al
líder de esta secta.
Cuando el convoy de vehículos estaba a unos diez kilómetros
de haber salido de Lafia, habría sido emboscado, resultando muertos alrededor
de 23 agentes de policía, 8 vehículos destruidos , otros desaparecidos y unos
pocos habrían logrado escapar.
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