Articulo reproducido de la Revista Jurídica
del Diario El Peruano
Por Ivan Sequeiros Vargas. Dr. miembro de la Sala Penal Permanente
<No cabe duda que un sistema de justicia, como cualquier otra
actividad humana, depende de las personas que la realizan y esa dependencia se ciñe
con la idoneidad, la vocación y convicción de
quienes ejercen dicha función. En
consecuencia, nuestro sistema de justicia será mejor, si quienes reciben ese
trascendental encargo, son idóneos, tienen vocación y están convencidos de la
importancia y responsabilidad que significa dicha tarea.
<Con esta premisa resulta importante la
forma en que se seleccionan a los jueces, adquiriendo así relevancia de primer
orden el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM). Organismo que ha reiterado
la modificación de los procedimientos del concurso con el afán de hacerlos
transparentes, razonables y adecuados. No obstante el déficit de buenos jueces
existentes en el Perú, sigue siendo dramática la condición que influye
directamente en la calidad de justicia que tenemos.
<En realidad, el asunto no es tan complejo
como parece, pues el problema radica en que vamos por el camino equivocado,
discutiendo la adecuada composición del CNM, puesto que ninguna de las formas
que ha implementado dicho consejo, desde su creación, hasta la actualidad nos
ha brindado un alto porcentaje de jueces idóneos; por el contrario, ha sido un filtro,
bien intencionado, pero ineficaz, en el afán de que la improvisación no tenga
cabida en el Poder Judicial.
Planteamiento
<Es muy difícil conocer cuándo una persona
es idónea o no para el cargo, con la sola verifiación de títulos y diplomas que
ostenta, y la información jurídica que tiene, porque para ser juez primero debe
ser un hombre bueno, ejemplar y, sobre todo, honesto, con valores, sólida formación
ética y compromiso social, en caso contrario, toda forma de escogimiento está
destinada a un relativo proceso de selección que no atenderá estas condiciones
básicas para ser juez.
<Es preferible una persona informada medianamente
en temas jurídicos y que alcance un grado de instrucción mínimamente requerido
(abogado), pero con solidez en sus convicciones, firme en sus principios y
valores, transparente y honesto a prueba de toda tentación, que tenga un buen
sentido común, y seguro será un excelente juez, pero lamentablemente no se
priorizan estos criterios para seleccionar a los que decidirán sobre nuestra
libertad, nuestra propiedad y todos nuestros derechos fundamentales. Semejante
tarea.
<La única forma de evaluar estos conceptos
es por medio de una Escuela para Jueces, como único mecanismo de enseñanza y de
prevalencia de los valores antes que los títulos, pues resulta viable que por
medio de una escuela se seleccione mediante múltiples evaluaciones y de
diferente índole, durante un tiempo razonable (dos años probablemente), a los
futuros jueces, lo que ciertamente nos daría un margen porcentual de menor
improvisación de jueces a tener los resultados que tenemos.
Apuntes relevantes
<Hay buenos jueces, pero creo que no son
la mayoría.
<Entonces hay malos jueces y lo peor hay
jueces que solo buscan aprovecharse del cargo y es que postulan con esa
intención, la que no es detectada, porque los concursos no miden estos perfiles
esenciales, por el diseño del concurso, que esencialmente se circunscribe a un
examen de conocimientos y una evaluación del currículo (títulos, diplomas y
cartones, tanto más si sabemos cómo se obtiene todo ello en nuestro país).
<Entonces la entrevista que se realiza al
final, no es suficiente para medir el aspecto más importante que debe sustentar
el ejercicio de la función, la ética, la moral, la honestidad y la solidez de
valores, lo que sí es posible hacerlo mediante una escuela, donde además de
enseñar a ser juez, al postulante se le somete a constantes y severas
evaluaciones de personalidad y valores que serán calificados por diversos especialistas
en estas materias, lo que nos permitirá tener los jueces que los peruanos
merecemos.
<Al suscribir esta reflexión, expreso los
sentimientos de mi especial consideración a todos los jueces honestos e
independientes del Perú.
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