Imagen : Movimento na Rua Peixoto Gomide,
próxima à Avenida
PaulistaMárcio Fernandes/Estadão
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Tomado de Estadao
Sao Paulo
Con el tránsito detenido y en medio de la calle Peixoto
Gomide traficantes de droga se mueven
entre los vehículos, ofreciendo cocaína. En las aceras los transeúntes son abordados
por vendedores ambulantes que ofrecen marihuana, pastillas de éxtasis, LSD y
gotas de anestésicos utilizados como estimulantes sexuales. El comercio se hace
en voz alta y para atraer a los turistas, los vendedores ofrecen en idioma
ingles.
Un "mercado de pulgas " de sustancias a cuatro
cuadras de la Avenida Paulista , en la manzana entre la calle Augusta y Frei
Taza , es el principal punto de encuentro para
adolescentes y jóvenes que no
puedieron ingresar a las casas nocturnas por ser menores de edad.
La situación se repite desde finales del año pasado, sobre
todo los viernes y sábados , en un tramo de 100 metros de la calle Peixoto
Gomide y en Cerqueira César, zona privilegiada de la capital del estado
Paulista. Durante dos noches ( el 8 y 9 de febrero ), se observó el movimiento
de los criminales, la venta y consumo de drogas en el lugar.
Mientras que la distribución de drogas por los traficantes empieza a las 22horas y termina a la mañana siguiente, los
adolescentes consumen cocaína sentados en la acera , tomando Catuaba y Vodka,
licores vendidos a menores de edad, por $ 12.99, reales brasileros en una
tienda de comestibles cercana mantenida por una familia china En la madrugada , quien no tiene dinero
para comprar cocaína y éxtasis puede pagar con tarjeta de débito o crédito con
la misma comodidad que en un servicentro.
"Cocaína, balinha (éxtasis), dulce ( LSD) , Inhalantes
, GHB en gotas, desbloqueado de iPhone
5S" , varios los jóvenes casi al mismo tiempo. Los traficantes tienen tres
tipos de público como clientela cautiva: menores de edad que consumen alcohol
en las calles, la multitud de gay de las discotecas en la región y turistas
extranjeros. El pase de cocaína cuesta $ 20 reales y cada paquete de 20 ácidos
(LSD ), cuesta $ 200 reales.
Así como tratan de vender sus productos en la calle y otros
lugares de interés de Brasil, los traficantes detienen a cualquier peatón sin
contemplaciones, ya sea un menor o un adulto mayor de 50 años. No hay
restricciones.
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