Debido a las experiencias negativas en los gobiernos, hoy en día, es imprescindible e importante el proceso de selección de una persona que va a desempeñar un cargo o función política. El proceso de por si es considerado de suma importancia, pues además de transcurrir por las vías de la equidad y diversidad, debemos considerar que cuanto más elevado es el cargo o función a desempeñar, mas importante será el proceso de decisiones y de este no solo depende la imagen de la organización, el proyecto y los resultados de la gestión, sino el desarrollo del país.
Tomando como base los conceptos de inteligencia predictiva, en las que basados en la información recolectada sobre las experiencias conocidas y debido a que sus condiciones no variaran, nos podemos imaginar si estas se repetirán a futuro, podremos ver claramente y a futuro, aquellas situaciones peculiares negativas que resaltaran Si no son cambiadas.
Los Ministros y sus ministerios
Las experiencias muestran que los candidatos a cargos “se escogen por su carisma político del momento, pero carecen de las habilidades requeridas en la función para la que fueron elegidas”.
Con respecto a la relación ministerios – especialistas, la formula es repetitiva: “Hay ministerios manejados por no técnicos en la especialidad, ministerios con técnicos - especialistas que no se dedican a lo que saben, especialistas en otras técnicas que pasan por diversos ministerios y ministerios que simplemente se dedican a apoyar causas ajenas como si no tuvieran ni técnicos ni especialistas”.
Los resultados son particularmente dañinos, debido a una ausencia de planificación y de objetivos a largo plazo, cuando termina un periodo de gobierno, algunos altos cargos, “los que llegan, simplemente comienzan desde cero el proceso”, como una fractura, en la que se rompe la continuidad y en la que todo comenzara de nuevo. En realidad “no se sabe en que estado se reciben o entregan las carteras”. Lo contrario ocurre en los casos de los ministros y funcionarios que se van, cuya suerte es tal, que “se jubilan justo cuando cumplen sus periodo y se retiran con sendas gratificaciones y pensiones de nuestro alicaído estado”. Peor aún, cuando cada uno de estos ministros trae a su propio equipo, “hay casos en que al comenzar se propicia que las mismas organizaciones pierdan su rumbo y que cuando se van suceda lo mismo”.
Algunos de los resultados son conocidos, “ministros con responsabilidad política y subordinados enjuiciados y destituidos”.
Se requiere prever normas para “evitar las obras en el último año de gobierno”, así estas podrían ser mejoradas, modificadas, cortarles la intención electorera, también “normas sobre la contratación de personal en el último año”, así se evitaría cargarle la planilla al nuevo gobierno y obligar a los mismos antiguos y no los nuevos contratados a ser los encargados de las transferencias al nuevo gobierno.
Los Parlamentarios y el Parlamento
En el Perú, los candidatos a parlamentarios son elegidos primero por sus respectivas organizaciones y después por votación. Este proceso tiene sus características singulares.
A pesar de que las votaciones son para todos trasparentes, los resultados de estos procesos parecerían mostrar lo contrario, las cifras finales nos muestran que “se ha incrementado en los últimos periodos de gobierno el número de parlamentarios desaforados y que la cifra de los parlamentarios elegidos con antecedentes negativos va en aumento”.
Lo lamentable es que “los conflictos de interés recién se conocen luego de aparecer el conflicto individual o el conflicto colectivo (social)”, que estos mismos parlamentarios propician, y que nos enseña de manera concluyente que por “algún interés pasaron la fase aprobación” de la organización política que los presenta (en otras palabras pagaron su cuota) y la fase de acreditación previa al proceso electoral (que mintieron o también hicieron pago similar) .
Entre las deficiencias observadas de anteriores gestiones es común observar que algunos de los parlamentarios elegidos presentan “cambios anecdóticos en las ceremonias oficiales de juramentación” como si fueran de otros países, intereses o ideas. Durante sus labores también es usual ver como la mentira es de común empleo para justificar inasistencias, la inasistencias a sesiones es algo común, así como ausencia de control en los trabajos presentados.
Adicionalmente, “no hay certidumbre sobre la ausencia de visitas a sus áreas de responsabilidad”, tampoco sobre “cuales visitas son oficiales y cuales no” (se dio el caso de conflictos sociales donde los resultados fueron negativos y donde parlamentarios estuvieron de visita, que estos podrían haber evitado los penosos resultados y no lo hicieron).
Otro aspecto que ha concitado la atención de la sociedad es “sobre los equipos de asesores y seguridad de los parlamentarios, cuya acreditación por lo común solo sirve a los fines e intereses del parlamentario” y no del estado.
Y Finalmente un fenómeno que se esta haciendo común en ultimas legislaturas, es el que “las comisiones investigadoras, sirven solo para solucionar conflictos e intercambiar responsabilidad entre bandos opuestos”.
Las Propuestas
En este acápite, “al buen entendedor pocas palabras”, se requieren normas y proyectos para el desarrollo del país, sin violencia, sin perdidas al estado y no proyectos que sirvan para favorecer, defender o blindar a funcionarios y/o sus respectivos partidos políticos.
Es necesario ponerle alto a la impunidad
Debido a que este artículo no tiene la intención de singularizar los antecedentes de los casos registrados y comentados, esta claro que las consideraciones contrastan con la impunidad parlamentaria que influencia con resultados negativos sino en todos los países, en una gran mayoría.
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