La relación entre el dinero y la dignidad es un tema de actualidad, importante en estos tiempos, que estamos seguros muchos han tenido la oportunidad no solo de conocer sino sentir de cerca . En el Perú de hoy “…Ya lo aceite… dijo el corrupto funcionario” unos meses atrás, “ esto (dinero)… es por el apoyo de tus medios” fue un notorio caso años anteriores, casos que describen como, se entregó dinero, para conseguir apoyo, voluntades, en sí dignidad. Casos que se extienden y se presentan en todo lugar como más al norte, en los Estados Unidos, cuando una actriz de reconocimiento mundial es “detenida por robar artículos de maquillaje” en un centro comercial o más lejos, al este, en China, donde un joven de 17 años de edad, acaba de “vender un riñón para conseguir dinero” para comprarse un Ipad.
¿Que esta pasando?, si probablemente en todos estos casos, los individuos involucrados tenían suficiente dinero para vivir.
La respuesta es simple, querían más. ….
Los casos descritos nos muestran el dilema actual, la ausencia de una “Cultura de Pobreza” que nos ha llevado a una “Pobreza de Cultura”, en la que el dinero ese “bien económico[1]” deseado, que la mayoría considera lleva a mayor bienestar, trastoca voluntades y dignidad. La realidad nos señala que el dinero es ahora el “leiv motiv[2]” de la delincuencia, de la corrupción, del contrabando, del tráfico de drogas y de otros males que azotan al país. Que finalmente, lo negativo esta representado por esta “pobreza de cultura” que requiere comprensión y tratamiento, de decisión política, educación, y una media adecuada, no tanto como la actual.
Cultura de Pobreza, Pobreza de Cultura, Dinero y Dignidad son términos que se pueden valorar y cambian según el contexto en que se encuentran. Acabamos de presenciar una contienda electoral en la que algunos grupos políticos opuestos al inicio terminaron unidos al final, cambiando sus “ideas por interés”. Estamos a punto de ver más entre los próximos cambios de gabinetes de gobierno, cuando ante la necesidad de escoger los nuevos lideres se presenten las vacancias, otros tantos nos mostrarán como de pronto olvidaran y cambiaran sus ideas para acondicionarse a las nuevas, cosas que solo nos llevan a revalorar ese dicho que corre por las calles “Si tu dignidad valiera dinero tendrías suficiente para comprar una gaseosa”.
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