Esta nota es la primera de una serie de notas sobre el robo en la modalidad de marca[1].
Algunos aspectos considerados positivos para la seguridad de las agencias bancarias, nos presentan una cruda y desnuda realidad, la inseguridad esta desde hace un buen tiempo del lado de los clientes.
Aquí algunos aspectos conocidos que resaltan esta situación:
1. Los Bancos están protegidos de amenazas exteriores: Según la Asociación de Bancos, el Perú es uno de los países de Sudamérica con menor índice de asaltos a agencias bancarias, el nivel de seguridad es debido a los sistemas de seguridad y al nivel de respuesta rápida de la policía especializada y equipos en alerta con que se cuenta ante la posibilidad de un asalto. Esto nos permite concluir que el riesgo se ha trasferido de los bancos a los clientes, a la sociedad.
2. Existe Seguridad en las transacciones, en ventanillas y a través de cajeros : En el Perú, son casi nulos los delitos contra empleados en ventanilla y contra cajeros automáticos. Los Bancos tienen un dispositivo de seguridad en el que priorizan la seguridad de sus empleados, ventanilla y cajeros automáticos, su “enfoque de seguridad” está delimitado desde la ventanilla o del cajero “hacia adentro”, de la ventanilla o el cajero “hacia fuera” el problema es del cliente.
3. Existe Seguridad de la información y de la imagen del banco: Los Bancos no proporcionan información sobre el número de casos en que sus agencias son utilizadas por delincuentes actuando bajo el sistema de marcas. No se conoce de manera oficial en que bancos ocurren los casos de los marcas!. Por lo general, hay “Respuestas tibias” frente a estos hechos, inducen a la población a hartarse y a preguntarse quién tiene la responsabilidad. Estas estadísticas no están disponibles al público y Ud., difícilmente las conocerá. Lo que se conoce es información publicada por la prensa, de manera desordenada. Lo lamentable de esta situación es que los casos de “personas heridas de bala y muertas” producto de esta modalidad han aumentado.
4. Existe Seguridad Policial en el área de las agencias: Las agencias pagan a los policías por la seguridad de las instalaciones bancarias, esta seguridad solo cubre al cliente en el interior de la agencia.
5. La Seguridad para el cliente termina al terminar la transacción bancaria: En la actualidad el cliente es el punto más vulnerable e inseguro luego de concluir una operación bancaria.
6. Existe limitada Seguridad para la Investigación: Las agencias bancarias deben ser capaces de proporcionar videos en cajeros y ventanillas, sobre identidad de personas, listas de personas y de empleados en la instalación en determinados periodos y momentos de una transacción, para facilitar la investigación en caso de asaltos a sus clientes.
[1] El Robo en la modalidad de “marcas” es un delito de robo, considerado por los delincuentes de bajo riesgo. Tiene dos componentes básicos:
· Un grupo de personas de apariencia normal busca y vigila a la víctima, ”lo marca”, “le hace reglaje” en agencias de banco, cajeros, agencias de cambio, empresas realizando retiros y pagos, locales de venta de alimentos como Starbucks, Mc Donalds, Kentucky Fried Chicken, etc. Los delincuentes, también llamados “Dateros” pasaran la información de la descripción de la victima, monto que retira, la apariencia que tiene, características de su vehículo en el que se desplaza y si emplea medidas de seguridad, si esta sola o acompañada, así, el robo agravado será más o menos sencillo.
· Un grupo de delincuentes armados entra en juego luego de recibir el dato de la victima. Estos esperan en vehículos, autos o motos, enlazados por teléfono celular. Son peligrosos, por lo general actúan bajo los efectos de droga para calmarse y disparan ante cualquier oposición.
Estos delincuentes consideran que este delito les proporciona seguridad, ya que si son detectados en la fase inicial, no habrá pruebas fehacientes para determinar su culpabilidad, y que les deja la posibilidad de emplear como recurso el que “están afectando sus derechos humanos”. Es un sistema muy efectivo, similar al sistema empleado por los terroristas, que solo pueden ser acusados cuando son capturados en flagrancia, in fraganti, en los hechos del delito.
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