Por Harriet Sinclair
El juez Lou Olivera declaró que no quiso dejar solo
en su celda al Sargento Joseph Serna para evitar su posible colapso, en su
condición de stress post traumático a causa de combate. (en ingles Post
Traumatic Stress Disorder PTSD). El Juez Olivera influenciado por la admiración
y a la vez compasión de tener que sentenciar a una
noche en la cárcel, a un soldado
de fuerzas especiales (boina verde), veterano de guerra, que acababa de violar
su libertad condicional, decidió unirse a el y acompañarlo en la cárcel durante
su estadía por la noche.
■ El Sargento Joseph Serna fue presentado ante el
Tribunal a cargo de del Juez Lou Olivera, en la Corte del condado de Cumberland
, para el tratamiento de veteranos, en Carolina del Norte. Por manejar un vehículo bajo la influencia
del alcohol. el Sargento Joseph Serna, recibió la sentencia de una noche en
prisión. La historia del veterano, es
otra cosa, Joseph Serna, fue condecorado tres veces con la medalla del “Corazón
Púrpura” por acciones en combate, producto
de su servicio militar, esta afectado con desordenes de stress post traumático
relacionados al abuso de alcohol desde que retornara a los Estados Unidos. Lo
admirable y digno de mención en este caso es que el Sargento le confesó al
Juez, que mintió acerca de exámenes de orina previos.
■ El Juez Olivera, conociendo la historia del soldado
de fuerzas especiales, deicidio acompañarlo en su celda, conversar con el y
escucharlo, para evitar una posible reacción traumática. El Sargento Serna de
41 años, pasó 20 años en las Fuerzas Armadas, tomando dos estadías en
Afganistán, sobrevivió a un ataque con
bomba suicida, a una explosión en carretera y fue el único sobreviviente de su
vehículo, en el que vio a tres de sus colegas morir luego de caer su vehículo
en un canal producto de una explosión.
■ El Juez, Olivera, declaro al diario “Fayetteville
Observer”, que el, también es un veterano de la guerra del Golfo, aclaró que el
Sargento se presentó por voluntad propia ante la Corte, que estaba temblando, y
que esta situación es la que lo hizo decidir acompañarlo.
■ Ambos en la noche del 13 de abril, en la celda
mantuvieron una conversación que se podría describir como la charla oral de un
“padre a un hijo”.
Ambos en su momento vistieron el uniforme y
contribuyeron a la sociedad. Para el
Juez Olivera, ver a un veterano en la Corte, es desear traerlo de regreso a la
normalidad.
Algo digno de tomarse en cuenta y que demuestra no sólo humanidad sino gratitud a quien enfrenta secuelas por su misión defendiendo a sus principios. Excelente juez y sobresaliente decisión.
ResponderEliminarGracias por sus comentarios estimado Guillermo.
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