Intentaremos responder a estas intrigas a través de un
reciente artículo de John Horgan publicado en el New York Times, titulado “Porque
mentimos”, nos refiere las experiencias y escritos de Robert Trivers, un
graduado de Harvard, biólogo, considerado un moderno e influyente pensador, en temas sobre nuestros genes y como
estos constituyen la estructura
base que nos propulsa y está detrás de todos nuestros impulsos.
Reconocido por diversos estudiosos, Travis ha dedicado
esfuerzo y desarrollado a profundidad el tema de la mentira, ha escrito el
libro “The
Fooly of Fools”, en el que, a través de una aproximación experimental asimétrica,
trata el tema a profundidad, desde extremos como el tema de la manipulación
entre padres e hijos, hasta las historias falsas que cuentan los lideres
políticos a sus ciudadanos y al
resto del mundo. Entre sus diversos estudios incluye a las familias con conflictos, y
explica, se deben, a que los
parientes no comparten genes, llegando a afirmar que conflictos entre padres e
hijos, se deben a una relación con solo la mitad de genes entre ellos.
Mentimos para sobrevivir…
Según Travis, la mentira es un atributo profundo,
distintivo, de la vida, una necesidad proporcionada por nuestros genes debido a
la brutal lucha por la supervivencia. Explica que así como en la pesca, un pez
es inducido a morder el cebo y anzuelo incluido, otras tantas especies al ser tentadas,
desarrollan un sentido de supervivencia,
las mariposas ahuyentan adoptando colores de especies venenosas, otras especies
juegan a estar inermes o muertos, las aves dejan sus huevos en otros nidos ante riesgos y hasta
los virus y bacterias, buscan sobrevivir en los sistemas inmunes en que habitan
Para Travis, la complejidad de
organismos vivientes se debe a la lucha por la supervivencia, los humanos no
estamos exentos, y en parte se da como una competencia entre las mentiras que
se emiten y la correspondiente detección de mentiras que de estas se hacen.
El presidente
regional cree en sus mentiras y miente al resto
Según Travis, nuestro cerebro y habilidades de comunicación
nos hacen grandes disimuladores, todos escondemos nuestros sentimientos,
motivos y creencias. Aún antes de hablar, recién nacidos, aprendemos a llorar
sin sinceridad para manipular a quien nos cuida. Como adultos nos relacionamos
y nos involucramos, a través de la
“confirmación de nuestros prejuicios”, lo que nos hace asociarnos por hechos
que preconcebimos, sin aceptar las ideas opuestas, de otros. Deliberadamente
inflamos las cualidades de “nuestros” grupos políticos, religiosos o étnicos, y
denigramos a aquellos fuera de nuestro grupo, así como a nuestros rivales
económicos, o en competencia sexual.
Así, en el caso de no aceptar un estudio imparcial, decidir
y legislar en base a sus prejuicios, lo único que muestra es que se miente a sí mismo y miente al resto.
Como cuando dice que el no ha aceptado la donación minera en
su región, sino que la que lo hace es el Consejo del Gobierno Regional.
El presidente
regional cree que nos tontea
Tontear a otros nos proporciona beneficio, pero acarrea consecuencias
desastrosas. Trivers nos
proporciona con su libro algunas respuestas. Al creer que somos más inteligentes, hábiles y atractivos de
lo que realmente somos o de lo que otros nos consideran, ello nos ayudará a seducir y persuadir
a otros, a mejorar nuestra salud o como “efecto placebo”. Y así, cuando más creemos nuestras propias mentiras,
lo más sincero y efectivamente mentiremos a otros. Escondemos la realidad a
nuestras mentes y tratamos de hacerlo mejor con nuestros espectadores. Las consecuencias son devastadoras, pueden
ocasionar la disolución de un matrimonio, la caída de la bolsa de valores, y hasta
una guerra mundial.
Como ejemplo, esta el
caso del vuelo Nº 90 de Air Florida en 1982 que intentaba despegar de Washintong
DC., en medio de una tormenta de nieve y
que se estrelló en el río Potomac causando la muertes de casi la
totalidad de pasajeros a excepción de cinco abordo. Al confrontar las grabaciones de seguridad, sobre si las
alas de su avión estaban completamente deshieladas y a pesar que el panel de
instrumentos no marcaba correctamente, la auto confianza del piloto lo guió a
ignorar y minimizar una serie de alertas y desoír las observaciones que le
hicieron sus colegas. La excesiva confianza del piloto hizo que se mintiera a
sí mismo, acarreó a los otros y el resultado fue desastroso.
En el caso de un llamado a la revolución, la no disposición
de dialogo, la no aceptación de estudios por una entidad imparcial, solo muestra
una postura que está de acuerdo a sus prejuicios, sobran los comentarios.
El presidente
regional hace un llamado al conflicto por sus ideas
La persistencia de nuestras creencias, pueden afectar
nuestra salud para bien o para mal, y hasta llegar a ser mortales a uno y a
otros. Por ejemplo: 1) la insistencia de una hija, de que su abusivo y
alcohólico padre es un buen hombre, requiere un esfuerzo que resta energía o
agota a quien lo acepta. 2) El fundamentalismo religioso que induce a
restringir relaciones con extraños, puede llegar a proteger a sus fieles de
parásitos que habitan en los grupos de infieles. Sin embargo, los religiosos cuentan con diversos
proverbios que nos alertan de los excesos de lo mismo. 3) Con respecto a
los políticos, se les señala y acusa
de usar la mentira para sus fines. Para Travis, este llamado a la revolución,
sería como en el caso de los Estados Unidos con los irakíes, cuando dieron
inicio a una
guerra sobre la base de armas de destrucción masiva inexistentes , en otras
palabras por una mentira..
Esta claro entonces que el llamado a la revolución es un
exabrupto, una intriga, a la que debemos detener, sancionar de inmediato y cultivar en la memoria para que no
vuelva a suceder. Debemos tratar de sobrevivir sin causar daño. Pues de estos
casos, se advierte que tendremos más y la memoria falla.
Hoy en día, en que organismos internacionales citan al
Estado Peruano y a los responsables de la operación Chavín de Huantar a proceso internacional, esta claro que el caso aún no termina.
Que esta operación que liberara a un sinnúmero de rehenes, y que se iniciara cuando
un grupo terrorista, inculcado con sus propias mentiras, amenazó de muerte a
sus cautivos, y demandó al Estado Peruano
liberar a sus presos, ahora, se presenta a través de organismos
internacionales, nos demanda, y claramente nos muestran que estos organismos, sienten como suyas las mentiras
terroristas.
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